El precio de la soja cerró ayer en 506,3 dólares por tonelada en el mercado de Chicago, recuperándose del cierre negativo del viernes pasado, que representó una caída del 23 por ciento con respecto al máximo precio histórico de la oleaginosa, el 30 de agosto de 2012.
En esa oportunidad, la soja alcanzó 649,84 dólares por tonelada, mientras que a comienzo de año la cotización del principal cultivo de exportación de Argentina fue de 516,44 dólares.
La soja disponible se recuperó a mediados de marzo al alcanzar 556,59 dólares por tonelada, pero el viernes pasado alcanzó su valor más bajo en lo que va del año y cerró en 500,3 dólares por tonelada.
Los analistas estiman que los valores registrados el viernes pasado constituyen un piso para los precios.
No obstante, aguardan más señales mañana, cuando el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) difunda un nuevo informe mensual sobre oferta y demanda mundial de granos.
En la Argentina, el promedio de pronósticos anticipa un volumen de 50,5 millones de soja, menos de un millón por debajo de lo proyectado en marzo por el Usda, mientras que las existencias de maíz también se recortaron hasta las 25,6 millones de toneladas.
El vicepresidente de la consultora local Nóvitas, Enrique Erize, confirmó que el precio de la soja se ve presionada a la baja por la perspectiva de una cosecha nacional por encima de las 50 millones de toneladas, la mitad de las cuales saldría al mercado en este segundo trimestre. Según el experto, también incide la gradual regularización de embarques sojeros de Brasil, y el inicio favorable de siembra en EEUU.