Pasadas las 22.30 del jueves Kevin Nicolás Aguirre, de 16 años, conversaba con su primo y una muchacha amiga sobre la vía de Humberto Primo entre Felipe Moré y San Jerónimo, en una humilde zona de barrio Ludueña. En esas circunstancias se acercó al grupo un joven que, según las primeras investigaciones de la Fiscalía, podría haber llegado acompañado. Ese joven discutió con Aguirre y cuando parecía que la disputa no pasaría de los insultos y las promesas de balas, ya que Kevin y su primo se retiraban en moto, comenzaron a escucharse detonaciones de un arma de fuego.
"Una persona tuvo una discusión con Kevin, quien después se subió a la moto de su primo y se retiraron del lugar. Pero el sujeto con quien discutió le efectuó entre seis y siete disparos", precisó el fiscal Pablo Pinto en rueda de prensa. Uno de los proyectiles impactó en la zona media de la espalda de Aguirre, quien contrarreloj fue trasladado al Hospital de Emergencia Clemente Alvarez pero falleció en el camino.
"Acá todo se arregla a los tiros. Cuando yo escuché las detonaciones ni me asomé. Me di media vuelta y seguí durmiendo", explicó uno de los pocos vecinos que conversó escuetamente con la prensa. "Yo escuché tres disparos que venían del lado de la vía", agregó una doña bien temprano. Nadie en la cuadra dejó de disimular el miedo. Eso hizo que sobre la escena del crimen se vivieran escenas que, de no tratarse de un hecho trágico, serían dignas de un sketch de comedia. Cuando los trabajadores de prensa arremetían sobre un grupo de vecinos, estos se metían en sus casas. Los que estaban a media cuadra salían de sus viviendas. Cuando los periodistas intentaban acercarse a ellos, se metían en sus domicilios. Los pocos que hablaron lo hicieron a cuenta gotas.
Los vecinos que residen sobre Humberto Primo entre Felipe Moré y Formosa están curtidos de escuchar los enfrentamientos a balazos. En ese tramo de una cuadra y media pasan tres vías describiendo un triángulo caprichoso. A una cuadra del patio trasero de la cancha de Tiro Federal, funcionó o quizás siga haciéndolo un punto de venta de drogas propiedad de un hombre apodado "Caracú". El hijo de ese hombre es apodado "Diente" y ambos se ganaron un lugar en las crónicas policiales cuando en junio de 2015 Rolando Adrián Mansilla, de 12 años, fue asesinado a balazos en Magallanes al 300 cuando custodiaba el reconocido "búnker de Diente" y trató de impedir que lo mejicanearan (robaran).
"Es muy duro vivir por esta zona porque se trazó una línea entre ellos y nosotros en la que ya no nos importa que les pase. Porque cuando ellos te ven regalado, te roban, te lastiman y si están muy puestos, te matan", explicó una vecina del barrio. "Siempre se cagan a tiros en esa vía (la primera para el que llega desde caminando desde calle Felipe Moré). Venite esta tarde y vas a ver que después de las 19 la gente empieza a dejar de caminar por el lugar. Y en invierno es mucho peor", agregó la mujer. Sobre el asesinato contó: "Parece que la bronca era para el hermano del muerto. Y el que disparó es un guacho que salió de estar preso hace poco". Tras ello la testigo saludó y se metió dentro de su casa.
Sospechas
En el barrio sonaron dos apodos como los de los supuestos agresores de Kevin Aguirre: "Cara de culo" y "Huesito". La secuencia final del ataque encontró a Aguirre sentado como acompañante en la moto de su primo. El balazo calibre 9 milímetros lo impactó en el medio de la espalda. Cayó agonizante sobre la tierra, entre la vía y la cortada San Jerónimo. Su primo quedó inmóvil, sentado en la moto. La muchacha que estaba con ellos no paraba de gritar y pedir ayuda.
Mientras Aguirre era llevado al Heca la escena del crimen se pobló de curiosos. Del lugar los peritos levantaron 2 vainas servidas calibre 9 milímetros. Fue cuestión de minutos hasta que los uniformados que estaban custodiando el perímetro sintieran una lluvia de cascotazos.
Pero todo no terminó ahí. Pasada la medianoche, aproximadamente a la 1.45, una dotación de Bomberos Zapadores debieron concurrir para sofocar un incendio en una vivienda ubicada a unos 50 metros de la escena del crimen, sobre Humberto Primo al 2100. Ninguno de los vecinos consultados quiso precisar de quien era esa vivienda. "Estamos investigando qué relación pudo existir entre el homicidio de Aguirre y el incendio de la vivienda ubicada a 50 metros que algunos vecinos sindicaron como propiedad de uno de los supuestos homicidas", explicó el fiscal Pinto, quien está a cargo de la investigación.