Los bateros vienen golpeando y se hacen oír. “Esto va a ser inédito, nunca hubo un evento así”, dijo Norberto “Dubi” Ramos. Hoy, sábado 16 de julio, a las 16, en el Anfiteatro del Parque España (Mitre y el río), Rosario celebra el Día del Baterista, con entrada libre y gratuita, en un evento inédito que pondrá en escena a 40 bateristas de la ciudad, con el objetivo de homenajear a Oscar Moro y a Omar Pogonza. El encuentro, que en caso de mal tiempo pasará al domingo en el mismo horario y escenario, contará con la participación del baterista Juanito Moro, hijo de Oscar; y fue declarado de interés provincial y municipal, y auspiciado por ambos gobiernos. La banda que tocará en vivo clásicos de Serú Girán, Riff, Los Gatos, Color Humano, y alguna que otra sorpresita, estará integrada nada menos que por José María Blanc, Cintia Olmos y Héctor Solano, en voces; Sebastián Romero en teclados, Nahuel Antuña en bajo y Willy Echarte en guitarra. Es momento de batir el parche.
Desde 2016, cada 11 de Julio se celebra el Día del Baterista. La fecha elegida coincide con la de la muerte de Oscar Moro, figura del rock argentino, que simboliza la excelencia en la ejecución del instrumento. Dubi Ramos, que fue baterista de Oasis durante 46 años y ahora integra Blackbirds, es el impulsor de la idea de este homenaje a Moro y a Pogonza, recordada figura local de bandas como El Angulo y El Umbral, entre otras. Mientras sus colegas estaban en pleno ensayo general el miércoles pasado en el Galpón de la Música, dialogó con Escenario y dio detalles de los fundamentos y los contenidos de este atractivo e inusual evento.
—Esto arrancó en 2015. Roberto Becker, baterista de Buenos Aires, estaba fogoneando y juntando firmas para que el 11 de Julio sea declarado “Día del baterista” por el fallecimiento de Oscar Moro, lo cual se logró al año siguiente. Tenemos un amigo en común, de Sauce Viejo, que me dijo “che, pero el homenaje a Moro lo tienen que hacer en Rosario, ¡donde nació Moro!”. Yo ya tenía la idea de juntar cien baterías en el Monumento y vi que era la oportunidad, pero solo no podía. Entonces recurrí a Omar Pogonza, aparecí un día en su escuelita de calle Italia y le conté el proyecto. Omar quedó en silencio y pensé “acá me saca rajando”, pero me dijo “dale, démosle para adelante”. Ahí arrancamos.
—¿Cómo fue aquel primer evento? ¿Cómo fueron diseñando el contenido, con qué premisas?
—Elegimos veinte temas y convocamos a veinte bateristas para un evento en este Galpón donde estamos ensayando y resultó un evento único, inédito, nunca se había hecho algo así. En ese momento, el Galpón se estaba re-estrenando con un nuevo tratamiento acústico y estuvo buenísimo, fue un éxito. La macana fue que armamos las baterías en el piso, la gente se agolpó y se hizo como una muralla y los que estaban atrás no pudieron apreciarlo. Entonces dijimos “la próxima tiene que ser en otro lugar: en el anfiteatro del Parque Urquiza”. Pero, por distintas razones, en los años siguientes no se pudo hacer, pero ahora llegamos al anfiteatro del Parque España.
—¿Y cómo se fue retomando la idea?
—Además de cambios de gobierno, de pandemia, sucede la muerte de Omar Pogonza, entonces quedé solo con la idea y medio que casi arrugo sabiendo lo difícil que fue la primera. Igual, muchos me incentivaron y arranqué solo con todo, redoblé la apuesta y junté cuarenta baterías para esto que va a ser inédito, nunca hubo un evento así.
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Un palillo como batuta. Dubi Ramos, como un director de orquesta, en el ensayo con los 40 bateros.
—¿Pudiste conocer a Moro?
—Con Oasis fuimos banda soporte de Serú Girán en un festival que se hizo en el picnic en Carcarañá, hasta ahí sólo lo conocía por fotos en la revista Pelo, por escucharlo en los discos y por ver los shows en Rosario. Cuando terminamos de tocar, nos vino a saludar y le dijo al sonidista (Héctor Starc): “che, qué buena esta banda, cuánto hacía que no veíamos un grupo que ponga tanto huevo en el escenario”.Yo me quedé impactado, que tu ídolo te venga a saludar y diga eso, no me entraba. Esa humildad tenía. En los homenajes que hicimos con Pogonza, no encontramos alguien que hable mal de Moro, nadie, pero nadie nadie. Todo el mundo habla bien de él, como persona y como músico.
—En este homenaje participan bateristas de distintos géneros. ¿Cómo los fueron eligiendo?
—Convoqué prioritariamente a los veinte bateristas que fueron parte de la legión en el primer homenaje del 2015, muchos se prendieron rápido, algunos me dijeron que no podían porque tenían ocupada la fecha. También, por distintas razones, algunos se anotaron y después se bajaron, entonces llamé a los que se quedaron con las ganas de participar aquella vez. Por una cuestión de presupuesto cerramos en cuarenta, si no podría haber metido más bateristas. La consigna es respetar lo que hacía Moro en los comienzos y en los finales de los temas, pero el acompañamiento ya es otra cosa, ahí hay libertad.
—El otro homenajeado (Omar Pogonza) también es una figura insoslayable para Rosario.
—Claro, porque igual que Oscar, acá en Rosario ha tocado con infinidad de grupos, tocó jazz, tocó rock. Omar tocó con Pappo cuando un empresario organizador de eventos quiso hacer el Pappo”s Blues rosarino, lo trajo a Pappo y armó la base con Pogonza en batería y anduvieron un fin de semana de gira. Muchos de los bateristas que forman esta legión han sido alumnos de Omar y están orgullosos de formar parte de este evento.
—¿Qué expectativas tenés con el homenaje?
—Va a ser un evento inolvidable, por el marco, por el lugar, por la cantidad de bateristas.Yo les dije a los muchachos que lo disfruten. Yo en esta oportunidad no voy a tocar, ya que al estar en la organización no se puede, pero estuve en la primera juntada y fue un disfrute. Porque nos conocemos todos y es una sensación linda la de estar tocando la batería todos juntos, será una hermosa experiencia. Va a ser emotivo, estoy tratando de no aflojar, porque soy flojo y me emociono. Están pasando cosas muy fuertes, por ejemplo hubo mensajes de muchos músicos, entre ellos JAF y José Luis Fernández, de La Máquina, y hoy nos mandó un saludo Litto Nebbia, y a mí esas cosas me pegan, qué sé yo.
La Legión sale a escena para batir el parche
La nómina de 40 bateristas denominados La Legión -a los que se suman Juanito Moro, Marcelo Sali y el organizador Dubi Ramos que también se va a prender con los palos- incluye a músicos de diversos géneros y estilos y también de varias generaciones: Alejandro Merchán, Sebastián Cañete, Fredy Giandoménico, Oruga Ojeda, Julia Pagnutti, Eduardo Ambrosio, Gerardo Contreras, Lucas Contreras, Ivo Bianconi, Maxi Ades; Norberto Pueblas, Eugenio Pueblas, Gustavo Moyano, Nahuel Ríos, Tulio Giromini, Adriana Heredia, Héctor Incio, Lautaro Baetti, Javier Allende, Pau Ansaldi, Adrián Campanini, Ronald Boetner, Iván Louro, Juan Albertengo, Gustavo Bordón, Miguel Cabrera, Gustavo Belisán, Pablo Colussi, Lucho Brunelli, José Luis Gambacurta, Pablo Ruiz, Pablo Rodríguez, Luis Dufourt, Mauricio Reybet, Cristian Astbury, Silvina Ardizzone, Julián Colussi, Walter Cortez, Héctor Mansur y Pedro Squillaci.