La periodista Marina Calabró cuestionó la calidad de Polémica en el Bar (América TV), que ahora es conducido por Marcela Tinayre, y esto motivó que la consultaran a Mirtha Legrand sobre la tarea de su hija al frente del ciclo como así al respecto del nuevo formato que adquirió el legendario programa, que supo ser un ícono de la televisión argentina cuando lo producía Gerardo Sofovich, tarea que ahora la ejerce su hijo Gustavo. "Está muy bien Marcela, muy bien", fue la lacónica respuesta de la diva de los almuerzos cuando el notero de Socios del Espectáculo (El Trece) la abordó para conocer su punto de vista.
Y cuando a Mirtha le preguntaron sobre la calidad del programa luego de la descarnada crítica que había hecho Marina Calabró, fue concreta: "Bueno, habrá que reforzar con los invitados".
Luego el cronista del programa de espectáculos que conducen Adrián Pallares y Rodrigo Lussich quiso saber cómo estaba el vínculo entre Mirtha y Calabró, ya que tras un largo tiempo de distanciamiento se produjo un acercamiento. Y allí Legrand fue también contundente: "No la veo, no le hablo. No se nada de su vida".
La crítica de Calabró
Marina Calabró opinó en el ciclo radial Lanata sin Filtro (Mitre) sobre lo que viene siendo Polémica en el Bar con la conducción de Marcela Tinayre, y fue tajante al respecto. "En mi humilde opinión de televidente, y de fan de Polémica en el Bar, lo voy a poner en términos de presupuesto. Es muy pobre la escenografía. La escenografía vieja era más linda. El de la barra se nota que es falso mármol, además apoyan la picada y se ve la veta pintada. No digo que sea de lujo, pero tampoco que luzca cartón. Es con todo cariño a la gente de arte de América que es fabulosa", comenzó diciendo la periodista.
"Después el tema de las botellas. Entiendo que eran reales, porque hasta Polino y Chiche hicieron una referencia. Pero como están todas tan prolijitas, qué hay unas hasta rosadas que no sé si existen en la vida real. Son todas iguales. Lo que tenía el bar anterior de ‘Polémica’ era el calorcito del bar de barrio, las botellas eran botellas, los banderines, la cafetera. Y el piso da falsa madera. Además se ve todo con amplitud y para generar un clima no sé si eso es bueno", agregó.
Por el otro, criticó el tema de la luz: "La iluminación es menos que alumbrado, porque es una iluminación, no lo voy a decir técnicamente sino con ojos de televidente, es recontra plana, blanca. Denle un calorcito".
"Y otra crítica es que abusan de la pantalla partida. Este ya era un mal de las últimas ediciones de Polémica. A mí me gustaría volver a lo clásico, donde se vea una discusión de café, no una señal de noticias. Quita la mística. Y en las discusiones hablan en seco, falta un poco de clima. Por otro lado en cuanto a los temas de debate estaban las discusiones del día, pero hay que tener cuidado cuando se busca el contrapunto, porque se corre el riesgo que las opiniones sean tan extremas que puestas en televisión, y sobredimensionadas, sean un poco en el fleje. Como pasó con el caso de Jey Mammón que se criticó que sea ‘romantizada’ una relación entre un chico de 16 y un hombre de 32 y que se le puso un velo de amor a algo que fue denunciado", continuó Calabró.
Finalmente, criticó la expresión de cada uno de los panelistas para hablar sobre ciertos temas: "Entiendo el contrapunto. Pero uno no está en un bar discutiendo, entonces balancear las opiniones, porque quedaron como preponderantes y casi aceptadas como verdad, las de Schultz y Gelblung diciendo ‘no, todo bien’ Incluso dijeron que Jey salvó a Lucas".
"Por eso el debate a veces tuvo cierta inconducencia, como que no se llegaba a nada, y siempre en Polémica hay una opinión predominante, el peso de llevar periodísticamente la situación… se supone que es Gelblung, pero me parece Chiche que tiene tiene más ganas de ir de estrella que de llevar la línea periodística del programa. Ahí necesitarían un Guillermo Andino o Facundo Pastor", concluyó.