El ruidoso, mágico, lírico y volcánico universo del serbio Emir Kusturica volvió a renacer ayer en el Festival de Venecia con "On The Milky Road", una amarga comedia romántica que protagoniza el propio director junto a la italiana Monica Belluci.
El ruidoso, mágico, lírico y volcánico universo del serbio Emir Kusturica volvió a renacer ayer en el Festival de Venecia con "On The Milky Road", una amarga comedia romántica que protagoniza el propio director junto a la italiana Monica Belluci.
Kusturica (Sarajevo, 1954), que hacía ocho años que no estrenaba un largometraje, sumerge al espectador en una bulliciosa y vitalista aldea que está en primera línea de frente de la guerra balcánica y arranca la historia cuando se pone fin formalmente al conflicto que asoló la antigua Yugoslavia a mediados de los 90.
"Mucha gente que he conocido vive el trauma del conflicto cuando éste concluye", explicó el realizador, que encarna delante de la gran pantalla a un hombre, un músico, que ha perdido a su familia durante la guerra de una forma brutal.
Vive rodeado de animales y se enamora de una mujer italiana que busca esconderse en la zona, huyendo de un marido al que no quiere. "Es uno de los papeles más maduros de mi carrera", dijo Bellucci, que se siente serena y a gusto en esta historia lírica y mágica en la que realidad y ficción se entremezclan sin desentonar.
"Ella es una mujer femenina, dulce y materna, pero que cuando entra en acción no tiene escrúpulos", explicó la italiana de 51 años sobre su personaje.
Ambos se enamoran en una edad en la que no esperan nada y sucede algo mágico, agregó. "El amor es un acto de energía y no de edad. (La película) lanza un gran mensaje de esperanza. Es fundamental creer en el amor", insistió la actriz.
En "On the Milky Road" Kusturica vuelve a un tema recurrente en su cine, la guerra, y lo hace como siempre para hablar de algo más importante, las relaciones humanas y el sufrimiento de la gente. La película nace del cortometraje sobre un monje que lleva piedras a una colina que Kusturica rodó como parte del filme colectivo "Words With Gods" capitaneada por el mexicano Guillermo Arriaga, que en este metraje ejerce de coproductor.
Volver a la raíces. El director recupera su cine más vitalista, onírico y barroco para contar una historia que ha estado rodando durante tres años. El cineasta, que se alzó ya con el León de Oro a la mejor ópera prima en Venecia con su trabajo de final de carrera en 1981 ("Sjecas li se Dolly Bell?"/¿Te acuerdas de Dolly Bell?"), se coloca en una posición destacada para el reparto de premios este sábado.
A gran parte de la crítica que ha aplaudido la película no le disgustaría ver de alguna forma este trabajo en el palmarés de la 43 edición, donde también parece bien situado para entrar la filipina de casi cuatro horas de duración: "The Woman Who Left", de Lav Diaz.
difícil tarea del jurado. El jurado que preside el director Sam Mendes y, del que también forma parte el venezolano Lorenzo Vigas, ganador el año pasado del León de Oro con "Desde allá", tiene así una difícil decisión que tomar, pues no hay una película de las 20 que concurren que claramente tome la delantera y sí varias que la crítica ha sabido apreciar.
Entre ellas figuran la argentina "El ciudadano ilustre", de Mariano Cohn y Gastón Duprat. Esta sátira argentina coproducida con España sobre un escritor que gana el Nobel y decide regresar al pueblo natal del que huyó hace 40 años figura entre las más apreciadas por la crítica internacional en el ranking que realiza la publicación durante el festival de la revista "Ciak".
También figura como una de las favoritas "Jackie", el drama que se adentra en la vida de todo un icono como la primera dama estadounidense Jackie Kennedy tras el asesinato en Dallas de su marido John F. Kennedy en 1963. La primera producción en inglés del chileno Ricardo Larraín fue muy aplaudida en el certamen, al igual que su protagonista, Natalie Portman.
El musical "La La Land" de Damian Chazelle (Estados Unidos), con los protagónicos de Ryan Gosling y Emma Stone cantando y bailando en Los Angeles, también sorprendió gratamente. Y tanto el drama sobre la Gran Guerra que se presentó en blanco y negro el francés François Ozon, "Frantz", como el drama sobre el Holocausto, "Paradise", del ruso Andrei Kontchalovski fueron bien recibidos por la crítica.
"Une vie", la novela de Guy Maupassant que el francés Stéphane Brizé transforma en cine en un tono naturalista fue asísmimo aplaudida, al igual que los intentos de una lingüista (Amy Adams) por comunicarse con extraterrestres en "Arrival", del canadiense Denis Villaneuve.
Entre las grandes decepciones del certamen figuran sin embargo "Les Beaux Jours d'Aranjuez", del alemán Wim Wenders, así como los caníbales de Ana Lily Amirpour en "The Bad Batch".