El tránsito por la soltería y las vicisitudes de las relaciones sexo afectivas se combinan en una fórmula que le permite a Juampi González hacer reír al público por casi dos horas. La receta se llama “Soltero”, y es el espectáculo que el standapero presentará este sábado en el Teatro La Comedia (Mitre y Ricardone) en doble función de las 19 y las 21:30.
“La obra tiene 5 años, el público se fue ampliando y fue mutando hacia un show mucho más interactivo como el que se va a presentar en La Comedia”, cuenta Juampi en diálogo con Escenario. Y anticipa que el espectáculo, que a fuerza de humor supo atravesar lo peor de la pandemia, se anima a repasar lo bueno y lo malo de la soltería, su relación con las mujeres y el tránsito de la casa paterna hacia una vida independiente.
El comediante reconoce que tiene la fortuna de que el público lo acompaña en cada ciudad que visita, y a la hora de recomendar su obra dice que “Soltero” tiene la potencia de hacer reír al público durante casi dos horas. Un tema no menor en los tiempos que corren, y reafirma: “Reírse es necesario y es la forma que tenemos de olvidarnos por un rato de los problemas y encarar algo mejor. Hay gente que a veces me dice «me cambiaste el día» o «me fui con una energía buenísima», eso es algo que a mí también me pasa, por eso quiero invitar a la gente a jugar un rato todos juntos”.
Consultorio en vivo
Juampi comenzó hace 12 años en la movida del stand up. “Fue en el 2010 en el teatro porteño Farabute”, recuerda. Las redes sociales le dieron una mayor visibilidad y se animó a romper ciertas reglas y a incorporar personajes en sus presentaciones, algo que la escuela del stand up desaconseja en pos de privilegiar ser uno mismo. Hoy esos personajes queridos por la audiencia del ciberespacio forman parte de su show. Es el caso de Alesandra Teapoya, una parodia de la reconocida sexóloga centroamericana, con la que el comediante abre la presentación de la obra. Se trata de un momento de plena interacción con el público a través de un consultorio en vivo donde todo puede pasar, hasta avanzar hacia una segunda instancia de stand up propiamente dicho con un guión fuertemente autorreferencial.
Sobre las temáticas que aborda en este espectáculo, el estandapero reconoce su carácter universal, en la medida que todas las personas transitan o han transitado por ese estadío de la vida y por las problemáticas que se exponen en escena. “Uno escribe cosas sobre las que tiene ganas de hablar, no lo pienso marketineramente, en este caso todo lo que tenía ganas de contar giraba alrededor de la soltería. Recuerdo que en mi show anterior hablaba de mis viejos, y la gente se reía por que cuando yo hablaba de ellos estaba hablando de todos los viejos en general, para que la gente se sienta identificada. En este caso hablo de mí, de mis salidas, de mis noviazgos y como me fui de la casa de mis padres, en eso busco la identificación de la gente”, señala.
Si bien el comediante basa su guión en la propia experiencia vivida, reconoce que a la hora de la producción considera las transformaciones que el humor está experimentando en cuestiones de género: “El humor va evolucionando, va cambiando y uno va corrigiendo, si bien yo hablo desde mi perspectiva por ser autoreferencial, también atiendo la participación de la gente, escuchar algún comentario me ha hecho replantear algún tema”, dice y destaca que su público es mayoritariamente femenino y que a la hora de hacer reír busca la identificación tanto de hombres como de mujeres.
Asumir riesgos
Cuando el personaje de Alessandra Teapoya entra en acción el standapero acepta perder el control. La interacción con el público indica que todo puede pasar y el guión comienza a escribirse in situ compartidamente. “Me siento cómodo con la improvisación y con la incomodidad que esa presión implica, se genera algo lindo porque la gente valora mucho lo espontáneo que es lo que sucede en ese momento, lo no guionado. La comedia en vivo pura genera complicidad con el público que está presente ese día, las cosas que suceden en ese momento son únicas y quedan ahí”, explica.
Juampi admite que todo el tiempo juega a perder un poco el control, una situación que disfruta y que le permite ponerse a prueba. Además sostiene que la gente valora la espontaneidad porque sabe que hay una dificultad en ello, y aclara: “Es un ejercicio que vengo haciendo desde hace mucho tiempo, por lo que puedo asumir ese riesgo. El tema es ver para dónde me llevan y yo lo acomodo y lo resuelvo, es como que la gente tira centros y yo respondo, ahí está el desafío mío como comediante”.
En este abrir el juego que propone la sexóloga con su consultorio en vivo, también hay un trabajo previo que el comediante hace desde sus redes sociales donde estimula la participación del público en el cara a cara que ofrece el teatro. “Las primeras butacas se venden enseguida porque eso les da la chance de hablar con Alessandra. La gente va y cuenta sus experiencias, no importa lo retorcida que sea la historia”, cuenta.
Juampi califica al personaje de la sexóloga como su mejor telonera, porque es la que más risas arranca y porque prepara al público al monólogo posterior. Alessandra ayuda a hablar de sexo como un tema más y romper tabúes a la hora de contar experiencias. Si se trata de soltería, hay situaciones que todas las personas vivieron en algún momento y esas son las más convocantes porque permiten reírse de uno mismo. El sexo en la primera cita, cuando todo está por darse pero los prejuicios hacen que no pase nada, lo que todos piensan pero queda mal decirlo. “Darle voz a todas esas situaciones hace que la gente se ría muchísimo”, afirma el comediante.