La insaciable industria de las remakes, las secuelas y los spin-off no iba a dejar escapar a Indiana Jones. No señor. El famoso arqueólogo y aventurero creado por Steven Spielberg y George Lucas podría haber tenido su epílogo en la más bien floja “Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal” (2008). Pero no. ¿Por qué no crear una “despedida” para un personaje tan noble y querido como “Indi”? ¿Por qué no aprovechar que Harrison Ford todavía está en forma a sus 80 años? ¿Qué le cuesta a Disney poner a andar toda su maquinaria para semejante empresa? En principio costó bastante: pasaron varios guionistas y guiones fallidos, pasó la pandemia del Covid que retrasó los planes y pasó que Spielberg se bajó del proyecto. Sin embargo, como esta industria es imparable, todo se terminó resolviendo. El sillón del director lo ocupó el eficaz James Mangold (“Logan”, “Ford vs Ferrari), que también coescribió el guión, y así la última (¿será la última?) aventura de Harrison Ford, “Indiana Jones y el dial del destino”, acaba de llegar a los cines.