El músico inglés Roger Waters está en medio de un escándalo por su posición contra Israel, que incluye dudas sobre la matanza de israelíes cometida por el grupo terrorista Hamás. El escándalo llevó a que dos hoteles de Buenos Aires rechazaran albergar a Waters y su gente cuando llegue próximamente de gira. El ex Pink Floyd vio rechazadas las reservas hoteleras para él y su banda en los hoteles Faena y Alvear. Esto pondría en peligro dos conciertos que tiene programados el músico en el estadio de River Plate.
Ninguna de las dos empresas hoteleras publicaron un comunicado. Sin embargo, fuentes cercanas al Faena Hotel confirmaron al portal Infobae que decidieron darle de baja la reserva que Roger Waters había hecho para él y su banda. El ex Pink Floyd tiene previsto presentarse los próximos 21 y 22 de noviembre en el estadio de River Plate. Pero no será bienvenido en ese hotel debido a sus declaraciones que ponen en duda el ataque de Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre. A estas gravísimas afirmaciones Waters suma vestimenta neonazi en sus shows, que si bien refieren al protagonista de la obra "The Wall", no dejan de crear suspicacias cuando provienen de un hombre que acumula declaraciones antisemitas y antisionistas. Recientemente, en Berlín, debió dar explicaciones en sede judicial para que habilitaran su concierto.
El músico aseguró que Israel “inventa historias” sobre la matanza perpetrada por Hamás el 7 de octubre, cuando asesinó a 1.400 israelíes y secuestró a 240. Cuando fue rechazado por Faena, el dueño de los derechos sobre The Wall también buscó alojarse en el Alvear Palace Hotel como alternativa. Pero volvió a encontrarse con una respuesta negativa, por lo que junto a su equipo deberán continuar buscando opciones en Argentina.
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Otra de las chocantes imágenes de Waters durante sus recitales en Europa.
“¿Cómo demonios no sabían los israelíes que esto iba a ocurrir? Todavía estoy un poco en una madriguera de conejo (sic). Quiero decir, ¿no escuchó el ejército israelí en esos 11, 10 u 11 campos los estallidos cuando explotaron? ¿Lo que sea que tuvieran que volar para cruzar la frontera? Hay algo muy sospechoso en eso”, había declarado Waters en una entrevista con el periodista Glenn Greenwald. Este es conocido por su afinidad con la izquierda radical. Fue clave en el desprestigio de la causa Lava Jato en Brasil, y de la posterior caída de la acusación contra Lula da Silva del juez Sergio Moro, al publicar escuchas ilegales entre el magistrado y los fiscales del caso.
Consultado sobre si podía justificarse la salvaje matanza de civiles perpetrada por Hamás, el británico había asegurado que aún no sabía que el grupo extremista palestino era el responsable. “¿Estaba justificado que se resistieran a la ocupación? Sí. Están absolutamente obligados legal y moralmente a resistir la ocupación desde 1967", añadió. Waters habla, como muchos antisemitas, de una "ocupación" que no existe donde Hamás cometió su matanza: el sur de Israel es territorio israelí según la ley internacional, a diferencia de la Franja de Gaza, desocupada desde 2005 por Tel Aviv.
Waters había evitado reconocer la inobjetable evidencia de los sucesos del 7 de octubre en los kibutz y un festival de música, donde miles de civiles fueron masacrados a sangre fría por los terroristas de Hamás. En su lugar, mencionó la muerte de militares israelíes, por lo que, afirma, no constituiría un crimen de guerra. Unas docenas de militares cayeron el 7 de octubre, precisamente tratando de detener la ola de milicianos de Hamás sobre las comunidades israelíes. La criticada tardía reacción israelí permitió que unos 1500 milicianos de Hamás cometieran una matanza con total tranquilidad. Tuvieron horas para extender el alcance de su matanza. Hay cientos de videos en los que asesinan a civiles casa por casa. Pero para Rogers esto es material dudoso. El músico asegura: “La cosa fue sacada de toda proporción por los israelíes inventando historias sobre decapitación de bebés”. Y luego se explayó en su postura diciendo: “Lo que sí sabemos es si fue una operación de 'falsa bandera' o no, o lo que sea que haya sucedido, y no sabemos si alguna vez tendremos una historia real. Siempre es muy difícil saber lo que realmente sucedió. Ellos lo llaman su 9/11. ¿Qué demonios pasó en el 9/11 norteamericano? Nadie lo sabe. Claramente, la narrativa oficial tiene enormes agujeros. Y de todos modos, no vamos a entrar en el 9/11". Considerar al "9/11", el 11 de septiembre de 2001, como una invención del Pentágono o la CIA es un tópico del submundo conspirativo de extrema derecha.
Indagado sobre su rechazo de Israel y sus frecuentes declaraciones antisemitas por parte de Gleenwald, Waters volvió a atacar al Estado judío: “Consideran que las personas que profesan la religión judía tienen una serie de derechos completamente diferentes a todos los demás. Esto es fundamentalmente importante. Por eso en mi mensaje digo: '¿Suscribes o no la idea de la igualdad de derechos humanos? Porque en cuanto no lo haces, eres un nazi. Y sé que no puedes decir nazi”. Estas divagaciones son ya rutinarias en las entrevistas de Waters, solo que ahora se notan más por el contexto en que se dan.
El ex Pink Floyd tiene una larga historia de polémicas en torno a dichos de marcado antisemitismo y antisionismo. En mayo pasado, fue repudiado después de los shows que brindó los días 17 y 18 en Berlín por haber utilizado en el espectáculo un uniforme negro, similar a los utilizados por la SS nazi, y la imagen de Ana Frank. Las polémicas referencias y alusiones al Holocausto habían comenzado en la previa de los conciertos. Una pantalla proyectaba las palabras: “El espectáculo comenzará en 10 minutos y un tribunal de Fráncfort ha dictaminado que no soy antisemita. Para que quede claro, condeno el antisemitismo sin reservas”. Este mensaje hacía referencia a la decisión del Tribunal Administrativo de esa ciudad, que en el mes de febrero falló en contra de la decisión del ayuntamiento de Berlín de cancelar la actuación de Waters por las denuncias de antisemitismo contra el británico.
En Argentina, un grupo de diputados opositores presentaron un texto de condena y repudio a la presencia de Waters. El proyecto de declaración fue presentado por la diputada de Juntos por el Cambio Sabrina Ajmechet y acompañado por Alejandro Finocchiaro, Karina Banfi, Ana Clara Romero, José Luis Espert, Rubén Manzi, Marilú Quiróz y María Sotolano. Los diputados expresan su “preocupación ante los dichos del cantante británico George Roger Waters, quien aseguró que el Estado de Israel ‘inventa historias’ sobre lo ocurrido el pasado 7 de octubre cuando un grupo de terroristas de Hamas asesinó a población civil”. El artista “dio a entender que el propio Estado atacado podría ser el responsable de los ataques”. En consecuencia, consideraron que estas opiniones “buscan cuestionar el accionar de Israel en el ejercicio del derecho a la legítima defensa, siendo profundamente antisemitas, utilizando el antisionismo como máscara”.