La China fue la segunda de cinco hermanas, su hermana mayor, Guma Zorrilla, fue una de las personas más cercanas a la actriz y también es reconocida en el mundo del teatro por su profesión de vestuarista.
Su padre ganó un concurso gracias a sus obras y se transfirió junto a toda su familia a Francia, por lo que una parte de la infancia de la China transcurrió en París. Fue allí donde nació su famoso apodo, a causa de las diferencias lingüísticas. En Montevideo era frecuente apodar a las mujeres cuyo nombre de pila es Concepción como "Cochona", pero en francés, "cochon" significa "cerdo". Y la China, con su gran carácter, dijo que prefería que la llamaran "Cochina". Finalmente, aquel apodo fue abreviado al que le perteneció por el resto de su vida.
En su juventud, volvió a Uruguay, donde asistió al Colegio Sagrado Corazón, y donde se inició en el arte escénico.
El amor por el teatro
Se inició en el teatro independiente en 1943 en el grupo "Ars Pulcra", pero en 1946 viajó a Londres becada por el British Council para estudiar en la Royal Academy of Dramatic Art, donde tomó cursos con figuras de la talla de Katina Paxinou, la gran trágica griega. En Londres hizo teatro en español bajo la dirección de José Estruch, que había emigrado a Londres desde España después de la Guerra Civil.
Pero la China fue una mujer de mil historias, y entre ellas, están sus otros oficios. Zorrilla fue enfermera, oficinista en Nueva York y periodista en Uruguay. Como enfermera se encargaba de bañar a las pacientes, pero tuvo que dejar el oficio cuando una vez, tuvo el desafortunado accidente de la caída de una de las mujeres y en el hospital se armó un revuelo.
En Nueva York, contaba que trabajó en la oficina del famoso Dustin Hoffman. Nadie creyó la historia hasta muchísimos años después.
De Uruguay a Nueva York
Zorrilla debutó en el año 1948 con la obra de Antonio Larreta, “Una familia'', en la Comedia Nacional Uruguaya. En sus años puramente uruguayos, actuó en más de 80 obras de teatro como primera actriz en el Teatro Solís de Montevideo, siendo dirigida por la legendaria Margarita Xirgú, y también por Armando Discépolo y Orestes Caviglia.
En 1961, fundó el Teatro de la Ciudad de Montevideo (TCM), junto con Antonio Larreta y Enrique Guarnero. Fue junto a este elenco que recorrió los teatros de Buenos Aires, París y Madrid. En España, presentaron en el "La zapatera prodigiosa", de Federico García Lorca, una obra que había sido censurada durante el régimen de Franco. También se presentaron con las obras "En familia", "Mano santa" y "Porfiar hasta morir", y con esta última ganaron el Premio de la Crítica Española.
La China trabajó como periodista y animadora de televisión en Uruguay, en los programas de Saeta Canal 10, "Hogar Club" y "De padre a hija", en donde entrevistó incluso a su propio padre.
Durante cuatro años, Zorrilla se instaló en Nueva York, en donde trabajó como profesora de francés y secretaria de una agencia teatral, aunque sin abandonar del todo al teatro. Con el humorista Carlos Perciavalle, presentó en Broadway la comedia musical "Canciones para mirar", un espectáculo para niños sobre textos de María Elena Walsh. Dicho show la mandó de gira de regreso a sus tierras.
Una puerta hacia la Argentina
En 1971, la actriz llegaría a la Argentina para quedarse. "Nunca pensé que cambiaba de país cuando venía a la Argentina. De verdad, jamás tuve la sensación de estar trasponiendo una frontera. Para mí era como abrir una puerta. Soy porteña porque mi madre era argentina. Cuando era niña y viajábamos a Punta del Este o a Buenos Aires, y había la misma distancia", confesó en una entrevista.
En 1971 grabó las películas "Un guapo del 900", que estuvo dirigida por Lautaro Murúa, y "La maffia", de Leopoldo Torre Nilsson. Gracias a su desempeño empezó a obtener cada vez más ofertas y finalmente terminó mudándose a un departamento en Buenos Aires. Junto a Carlos Perciavalle, actuó en "Hola hola, un dos tres" y "Canciones para mirar", además de que obtuvo un papel en la temporada de teatros de Mar del Plata como reemplazo de Ana María Campoy.
Su estadía en Buenos Aires coincidió con el advenimiento de la dictadura militar uruguaya, donde fue proscrita por las autoridades de facto, motivando su exilio en Argentina.
Su carrera tuvo muchos grandes éxitos, entre ellos destacan sus personajes en "Fin de semana", "Querido mentiroso", "La voz humana", "Encantada de conocerlo", "Una corona para Benito" y "Una margarita llamada Mercedes", entre tantas espectaculares interpretaciones que la vieron encarnar las más diversas historias sobre las tablas.
La China hizo el monólogo "Emily (The Belle of Amherst)", de William Luce, un monólogo que trata sobre la poeta estadounidense Emily Dickinson. Con este espectáculo se embarcó a una gira por todo el país y posteriormente por Latinoamérica, la cual finalizó con una presentación en el Kennedy Center (Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas). "Emily" fue su puerta de regreso a su Montevideo natal, ya en una Uruguay democrática. En su homenaje, la sala del Teatro Alianza fue nombrada "Sala China Zorrilla".
Más de 50 películas
Desde 1971 hasta 2008 actuó en más de 50 películas. Sobre ello, diría: "Filmé mi primera película con 50 años. O sea que fue casi una aventura aceptar, cuando me llamó Lautaro Murúa". "Un guapo del 900" fue la que la trajo a Buenos Aires, y a esa le siguieron muchas otras películas, como "La mafia", "Los gauchos judíos", "Pubis angelical", "La tregua", "Pobre mariposa", "Tres corazones", "Triángulo de cuatro", "Señora de nadie", "Esperando la carroza".
ESPERANDO LA CARROZA - FALLUTA YO? HAAAAAA!!!
Sus últimas actuaciones fueron en las películas "Elsa & Fred", de 2005, y "Tocar el cielo", de 2007.
Elsa & Fred - CHINA ZORRILLA y MANUEL ALEXANDRE [HD] | FlixOlé
Su carrera en la música se vio relacionada con la ópera. En la década de 1960, fue directora en la compañía del SODRE de Montevideo, en donde dirigió las óperas "La Boheme", de Giácomo Puccini, y "Un ballo in maschera", de Giuseppe Verdi. En 1975, Zorrilla dirigió "El barbero de Sevilla", de Gioachino Rossini, en el viejo Teatro Argentino de La Plata. En 1995 en el Teatro Colón de Buenos Aires, China Zorrilla revivió la ópera-ballet "Perséfone".
Además, tradujo y escribió las canciones para varias comedias musicales, entre ellas "Sugar" y "La mujer del año", con Susana Giménez y Ricardo Darín.
De perfil bajo en amores
Sobre sus amores nunca se supo demasiado, y no era que le gustara hablar tampoco. Pero hubo una ocasión en la que confesó para el diario Página 12: "Yo estaba de novia con un hombre muy encantador, y me iba a casar con él, y de golpe me di cuenta de que si me casaba con él iba a dejar de hacer teatro. Por cómo era él, y cómo era su familia, un poco a la antigua, cuando yo hacía un espectáculo a ellos no les gustaba, y rompí. Fue una decisión sensata. Yo no veía mi futuro sacándome el oxígeno de la vida y rompí, y después me enamoré. Y esa vez yo hubiera dejado el teatro, y un brazo y una pierna sobre la mesa con tal de casarme con él. Pero murió. De esto han pasado cuarenta años. Me enamoré muchas veces más, pero como con él no. Yo no soy siquiera, pero él era el hombre más lindo del mundo. Era cómico de lindo”.
Según cuenta el periodista Diego Fischer en su libro "A mí me aplauden", uno de sus grandes amores fue el aristócrata uruguayo Juan Alberto "Poro" Capurro Fonseca, aunque todo quedó en la fase de amor imposible. "Él era un bon vivant que no estaba dispuesto a dejar su vida de lujo en París, y ella tampoco quería dejar el teatro".
Sobre su deseo de formar una familia, la actriz confesó que fue una idea que le hubiera encantado, aunque no se dio, y no supo el por qué. Sin embargo, tuvo una vida plena, de amor y pasión con el teatro, por lo que nunca sintió que le haya quedado algo pendiente. "De eso no se habla", sentenciaba.
Retiro y fallecimiento
En 2008 la actriz sufrió una insuficiencia respiratoria y debió ser internada para su estabilización, pero su retiro oficial del teatro y de la vida mediática fue cuatro años más tarde, cuando cumplió 90 años.
Dos años más tarde, el 14 de septiembre de 2014, fue nuevamente internada, esta vez por una neumonía de la cual no se recuperaría. La China falleció unos días después, el 17 de septiembre de 2014, a la edad de 92 años.
Tras el conocimiento de la noticia, el gobierno uruguayo decretó duelo nacional. Sus restos fueron velados en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo de Montevideo y el cortejo fúnebre pasó frente al Teatro Solís. El sepelio tuvo lugar en el panteón de la familia Zorrilla de San Martín del Cementerio Central de Montevideo.