En su primer show en un teatro de estas características, la banda rosarina de punk rock Bulldog llenó el sábado en su debut en el Astengo, en un recital que repasó su historia de treinta y tres años y volvió a sellar su relación con un público que les demostró fidelidad a lo largo del tiempo. Así quedó demostrado cuando sonaron canciones de las primeras épocas con lo cual salió a la superficie el hilo invisible que une eternamente a la banda con sus seguidores.
La agrupación armó un repertorio de veintiséis canciones recorriendo los discos y las épocas. Incluyeron algunas que no están últimamente en los shows, con la idea de adaptarlo al ámbito y a los climas que permite un teatro. “La estrella del bien y del mal” y “Otra vez” fueron las elegidas para el arranque.
La puesta en escena incluyó una lograda secuencia de imágenes en pantalla, mientras en el escenario se los notaba exultantes, enfocados y precisos. “Mantu” Mantoani, carismático vocalista de la banda, caminó el escenario y en varios tramos del show convidó a la gente para que cante parte de las canciones. A los más fanáticos les costó mantenerse sentados en sus butacas, varios optaron por abandonarlas y seguir el show haciendo pogo parados en los costados de la sala.
“Fuerza y pasión”, con imágenes en pantalla que mostraban escenas bélicas que siguen interpelando, fue la canción que precedió al primer saludo del guitarrista “Willy” Tagliarini. “Estamos tratando de no desconcentrarnos, si no nos quebramos”, dijo, y cerró el saludo con “sin fuerza y sin pasión, ¿a dónde vamos?”. “Rata” España, el bajista que con el baterista Adrián Gómez compone la potente base rítmica, remarcó que la lista de canciones iba a ir “acorde al lugar en donde estamos tocando, no las más clásicas”. Antes de cantar “Vuelve”, propuso no mirar tanto las pantallas y disfrutar de los encuentros frente a frente, como dice la letra del tema. “Este tema eriza la piel”, anticipó Mantu al anunciar su interpretación de “Templanza”. El público, disciplinado, sentado y en silencio, siguió atentamente el tema. La versión grabada en España tuvo un recorte por parte del productor y en el show cantaron la letra original, con un brillante riff de Willy bajando a tocar a la platea.
Antes de tocar “Filosopunk”, Mantu recordó dichos de su padre y destacó que “el mejor mimo que se le puede dar al músico es el aplauso”, haciendo estallar una ovación más. El show tuvo todos los climas y uno de ellos fue con el tema “Esa es mi chica”, tema romántico del año 92, que fue acompañado por imágenes de célebres parejas del cine en escenas amorosas. “Qué raro no? gente sentada en un show de Bulldog”, dijo sorprendido Rata España.
“A no romper nada”, pidió Mantu, cuando se venía un clásico que sin dudas iba a encender la sala: “Más que diez”. Con un solo del baterista Adrián Gómez arrancó la “versión teatral” del tema que recuerda los orígenes de la banda. “Cuando sólo pensábamos en ensayar, por eso agradecemos a esta joya rosarina (el Astengo) que nos dio lugar para esta celebración”, expresó el cantante.
Con dos canciones, armaron un breve set acústico. Rata sorprendió semidesnudo en su ingreso, pero había una explicación: “Así me trajeron mis padres a este mundo”, afirmó y añadió: “Este tema se lo dedico a la familia, también a todos aquellos que hayan perdido a alguien querido”. Solo, con guitarra acústica, el bajista de la banda cantó la conmovedora “Como siempre” y en el mismo formato, Mantu ofreció “1000 años”.
Bulldog, como todas las bandas rosarinas, tienen como hábito la amistad con los colegas del palo, de allí surgen infinidad de colaboraciones que se ven en sus recitales y en sus discos como una indestructible cofradía.
Para este show, los invitados fueron Diego “Pájaro” Almirón (guitarrista de Cielo Razzo), el pianista casildense “Viti” Parma, el acordeonista Nahuel Marquet (Degradé, Los Bardos) y el saxofonista Marcelo Molina.
“La noche sin ti”, cuya melodía suena en las canchas de fútbol, conecta a Bulldog con el folclore. La versión punk-rock del tema compuesto por dos integrantes del grupo salteño Los Huayra (hoy Ahyre), va rumbo a transformarse en otro clásico de la banda, y así lo certifica la contundente respuesta que tuvo el sábado en este show. “Creo que ya no es una versión, es una propia, de nuestros amigos Huayra”, resumió Mantu al presentarla.
En la infaltable “Fatal destino”, en “versión exclusiva para el Astengo”, Mantu se acercó a la platea, pidió un teléfono y se dedicó a filmar el estallido y el canto de la gente. Cerraron la lista con “Piu avanti” y Mantu agradeció el apoyo y pidió a cada invitado que diga unas palabras sobre la noche vivida.
Sin embargo, para el final concedieron el bis solicitado insistentemente. “Los queremos mucho, chau!”, dijeron en la despedida y eligieron tocar “3D”, en comunión con el público.
Mientras tocaban el último tema subieron niños que coparon el escenario. Las nuevas generaciones de seguidores están garantizadas, hay Bulldog para rato.