La Provincia de Santa Fe tiene en sus Instituciones y ONGs un gran legado que se afianza con el tiempo en trabajo y trasciende nuestras fronteras.
P: ¿Cuáles cree que son las claves para que una empresa pueda exportar?
R: Las empresas tienen que profesionalizarse; decimos que por los sueños se suspira y por las metas se trabaja. La estrategia, capacitación, profesionalismo e involucramiento de toda la organización son necesarias para un proyecto exportador. Los empresarios no podemos tomar la decisión de exportar solo por cuestiones económicas, que en un momento pueden ser beneficiosas y en otro no tanto. Es necesario conocer de la cultura del país, las normas sanitarias, la legislación, y por supuesto la posición arancelaria de sus productos para ver cómo se comercializan en el mundo.
Hay que transmitir a los empresarios pymes que es posible exportar, porque responder a las exigencias de los mercados externos nos permite colocar mejores productos en el mercado interno, que es el eje de la industria nacional. Sólo hay que tener la curiosidad, el interés y la decisión política de la empresa de ir hacia ese camino. Acompañado de inversión permanente en tecnología y conocimiento, no es un camino sencillo pero es muy inspirador.
Walt Disney decía que para que un proyecto sea exitoso se necesitan las 4 C: Curiosidad, Confianza, Constancia y Coraje. Lo más importante de todo es la actitud de las personas en la vida, que le permita ir más allá de los conocimientos adquiridos, y eso se adquiere gracias a la curiosidad; investigar siempre algo más, un mercado, un producto, adelantarte a lo que está pasando en un país, el tuyo o donde quieras llegar. En la actualidad las tecnologías de la comunicación y la información, la industria 4.0, la robótica y la ciencia de datos hacen que los empresarios tengamos las herramientas para animarnos más al comercio exterior.
P: ¿Cuál es su mirada del panorama internacional actual como empresaria del sector exportador?
R: Quienes trabajamos hace años en comercio exterior, creemos que debemos generar en las pequeñas y medianas empresas la necesidad de que tengan una mirada hacia el mundo. Argentina se ha quedado muy por fuera del concierto internacional, y lo que hemos visto en estos últimos días, primero con la salida del país del Grupo de Lima, y luego con la situación que nos han presentado los presidentes del Mercosur, creo que ningún empresario puede acompañar esto, dado que perjudica en gran medida las relaciones exteriores de nuestra nación.
Entendemos que el comercio exterior se basa en algo fundamental que es la confianza, y no se puede generar confianza en otros mercados si tu país no es confiable. Es un esfuerzo titánico el de las empresas que deben generar confianza desde un país que hoy está alejándose del mundo. Es por ello que creo que los funcionarios públicos tienen la obligación de volver efectivas estas relaciones globales, dado que de eso se trata la política; nos tienen que acompañar con ética, discurso y acciones para buscar los acuerdos comerciales necesarios. Nosotros, los empresarios, nos encargamos de trabajar, hacer los productos, buscar los mercados y saber cómo venderlos.
P: ¿Cómo inspirar confianza en otros mercados siendo una empresa argentina?
R: Hay que asegurarles a los compradores que se les va a enviar la mercadería prometida. En comercio exterior está comprobado que un cliente está dispuesto hasta a pagar más si la empresa que se lo vende le genera confianza y liderazgo, es una multiplicación de factores y es fundamental para comercializar con otros países.
P: ¿Cuáles son los desafíos que se presentan a la hora de exportar?
R: Muchas veces en comercio exterior se exporta con un precio en punto de equilibrio, por eso influyen tanto los impuestos que se tienen que pagar. ¿Cómo es posible que a una industria que ya paga 120 impuestos, se le incorpore un 5% de derecho de exportación sobre toda la cadena de valor a un producto de valor agregado?
Es difícil entender que desde hace años tengamos instituciones y organismos de comercio exterior trabajando junto a la Cancillería, con logros como la Marca País, intentando proveer de productos con valor agregado; y que pasemos de representar en el año 2002/2003 el 3% del mercado a nivel mundial, y hoy seamos el 0.28% de la economía del mundo.
¿Hicimos todo mal? ¿Los empresarios hicimos todo mal? ¿O no nos acompañó el país? ¿Cómo hacemos para seguir trabajando y proyectarnos en un país con una de las inflaciones más grandes del mundo, mientras que en el resto de Latinoamérica prácticamente no hay inflación?
Argentina retrocedió en su volumen de exportaciones, luego de haber exportado el equivalente a 60.000 millones de dólares en el año 2011, creí que hoy estaríamos exportando 120 mil millones de dólares; y el país no recuperó todavía el valor exportado de 60 mil millones de dólares. Mientras tanto, Chile con sus 26 acuerdos comerciales que involucran a 50 países del mundo, cerró un 2020 exportando 72.000 millones y Brasil 240.000 millones.
Estamos hablando de un genuino ingreso de divisas, que tiene un país para posibilitar las importaciones tan necesarias para cumplimentar procesos productivos e insumos de toda índole. Algo que es tan básico, de manual y nos cuesta tanto lograr.
El Comercio Exterior para Argentina debe ser una política de estado, y no tenemos política de estado. Son necesarias reglas claras para que podamos consensuar acciones para el crecimiento.
P: ¿Cuál es su perspectiva sobre el comercio exterior de nuestra provincia?
R: Los santafesinos tenemos una provincia con una fabulosa diversidad de productos exportables, desde la maquinaria agrícola, la industria automotriz, la cuenca lechera, insumos de laboratorio para uso animal y humano, servicios, etc.
Desde mi perspectiva, noto que en Santa Fe se habla de todos estos sectores, pero el sector de panificados, al que pertenecemos, todavía es invisible; hay muy buenas empresas productoras del sector que involucran en su proceso productivo a una gran cantidad proveedores pymes de la región, además de formar parte esencial de una de las cadena de valor más dinámica de la provincia, la agroindustria.
Afortunadamente contamos con Santa Fe Global, pero igualmente hay que seguir trabajando en una mesa de discusión que integre a todos los sectores exportadores y donde cada sector demande sus necesidades con mucho énfasis.
P: Teniendo en cuenta lo que usted menciona ¿Es lo mismo que esté o no esté Santa Fe Global?
R: No, es importantísimo que esté presente y que funcione como articulador, que convoque a todos los sectores y que organice rondas virtuales de negocios, tanto para el mercado interno como con mercado externos.
Tiene herramientas tecnológicas y plataformas para mantener rondas de negocios de las más avanzadas de Argentina. En un panorama donde nos enfrentamos a una situación inédita para el Comercio Internacional, el comercio en el mundo se mantuvo activo gracias a la tecnología.
P: Si estuvieran dadas las condiciones ¿En cuánto tiempo cree que se puede reconstituir el sector exportador?
R: Considero que primero hay que reconstituir el Comercio Exterior, no se puede avanzar con uno sin el otro, porque Argentina sufrió tal desindustrialización que hoy necesitamos importar para exportar.
Estamos observando en diferentes sectores la gran cantidad de pymes que desaparecieron de la exportación, y muchas de ellas lo hicieron por no tener los insumos para fabricar y volcar sus productos al mercado interno y externo. Cada una de esas pymes genera trabajo y una importante cadena de valor. Este mes hablaba con una empresaria del calzado que hace unos zapatos maravillosos y me dice quiero exportar zapatos, no quiero exportar el cuero y de eso se trata.
Respecto a tu pregunta, si nos pusiéramos de acuerdo, en 5 o 10 años podríamos exportar tanto valor agregado como Australia o Canadá.
Nuestra provincia tiene los puertos exportadores más grandes del mundo, en aceite, soja, y una terminal de contenedores en el Puerto de Rosario con un potencial enorme.
Tenemos más que lo que hace falta, pero lo que hace falta requiere consenso, unidad, inversión en rutas, vías ferroviarias y una decisión inteligente sobre la Hidrovía Paraná - Paraguay; cuya concesión vence el 30 de Abril y es clave para la logística de los productos argentinos al mundo.
P: ¿Cuál es su perspectiva a futuro?
R: Creo en el comercio internacional, me apasiona la temática y aún creo que hay una posibilidad de salir adelante, pero ciertamente el reclamo de las empresas exportadoras santafesinas debe ser puesto en agenda a nivel nacional, para que podamos hacer un diagnóstico de lo que está pasando y no sólo esperar que las propuestas provengan del sector político.
Argentina tiene que poner el comercio exterior en agenda, y nosotros desde la provincia de Santa Fe, junto a Santa Fe Global y los Senadores y Diputados Nacionales debemos trabajar sobre los principales ejes del comercio exterior; los cuales necesitan estar acompañados por un discurso nacional que nos permita insertarnos nuevamente en el mundo.
Autora: Graciela Altomonte