Con casi 20 años de experiencia en inmunizaciones, vacunando en los barrios a las poblaciones más alejadas de los centros urbanos, diseñando campañas, la ex ministra de Salud de Santa Fe Andrea Uboldi analizó la controversia que se generó en torno a la llegada a la Argentina de la denominada vacuna rusa y el efecto que esto tiene en la población. Convencida de que el ruido que se generó fue producto de un "problema comunicacional" del Ministerio de Salud de la Nación, hizo hincapié en que "no se transmitió la información en forma adecuada cuando ya se sabía que la vacuna no podía escapar a la grieta".
Uboldi no tiene dudas de que se darán los pasos que corresponden para que cualquier campaña de inmunización contra el Covid que se plantee en el país se haga con una vacuna segura y efectiva, debidamente aprobada.
Lamenta que las confusiones que se produjeron por "errores comunicacionales evitables" hayan sido usadas en muchos casos por grupos antivacunas (que ya venían teniendo su peso) y hasta por opositores a las políticas del actual gobierno nacional, aunque su mayor preocupación es que puedan tener un efecto negativo no sólo en la campaña de vacunación contra el Sars Cov 2 sino en otras, teniendo en cuenta que los porcentajes de inmunización del calendario oficial de vacunación cayeron en forma estrepitosa en los últimos meses.
Como integrante de la Comisión Nacional de Inmunizaciones, organismo nacional integrado por profesionales y funcionarios de todas las provincias, Uboldi menciona que mantienen reuniones en forma periódica con el Ministerio de Salud y que en el último encuentro -previo a que se informara sobre el preacuerdo con el laboratorio que desarrolló la Sputnik V- ella hizo particular referencia a la necesidad de establecer una estrategia comunicacional que permitiera generar confianza en la población. "Veníamos trabajando con esto. Y pensando especialmente en cómo comunicar al personal de salud que será el primer grupo en recibir la vacuna. Era un hecho crucial, muy importante, ver cómo se iba a presentar la vacuna. Al final, lo de Sputnik V terminó apareciendo como una noticia explosiva sin un armado previo donde se debió trabajar de otro modo con la información".
Es más, Uboldi comentó a este diario que pidió especialmente que se habilite una página con preguntas y respuestas sobre las vacunas, cuáles están en desarrollo y características de cada una, para que la información sea clara, transparente, para que se puedan saldar las dudas que pudieran surgir tanto entre los equipos de salud como en la población general. "Por ejemplo, lo de la vacuna rusa, como lo de la vacuna de Oxford o la Pfizer son reservas de dosis", aclaró, pero a la población le llegó otra cosa.
2019-12-02NID_266894O_2.jpeg
La ex ministra de Salud de Santa Fe Andrea Uboldi.
Pandemia y desconfianza
"Lo que pasó con la pandemia es un reflejo de la realidad que cada uno tiene en su país: lo económico, lo social, lo normativo, la confianza o no en la conducción política e institucional. Y en nuestro país, además, la grieta. La pandemia la mostró con total claridad", reflexionó la médica.
"Acá se terminó polemizando lo de la vacuna porque quedó atravesado el tema por una mirada política y no técnica, cuando la comunicación debe ser por el lado científico", dijo.
Preocupada por la amenaza que significa este escenario para armar ahora la campaña de vacunación contra el coronavirus, que debería ser exitosa por el bien de toda la población, Uboldi consideró que es el momento de hablar desde lo técnico para ordenar este escenario. Se trata de informar desde ese lugar y no de otro. No hay más margen para generar confusiones".
Efectos indeseados
La ex ministra de Salud de Santa Fe no deja de sorprenderse por los alcances del debate que se instaló en la sociedad. "Estaba pensando, por ejemplo, que los grandes productores de vacunas son China e India. Hay enfermedades que se combaten con vacunas producidas en India, por supuesto ¿se imaginan el escándalo que se hubiese armado si se hablaba de hacer una campaña contra el covid con una vacuna que viniera de ese país?", comentó. El problema, insistió Uboldi, es que no explicaron lo suficiente (o se hizo con errores) los mecanismos de ensayos, pruebas y producción de un desarrollo científico de estas características.
También mencionó que hablar de plazos es equivocado. "Cuando uno está al frente de un área de inmunizaciones en una provincia, en una ciudad, uno no puede decir vamos a vacunar en tal fecha hasta que la vacuna no llegue. Porque después, si tarda un mes o dos más, o el tiempo que sea, la desconfianza que se genera es descomunal", enfatizó.
Recordó que si bien la magnitud de la actual discusión no tiene antecedentes (por su impacto, por la generalización de la discusión en las redes, por el tiempo que se ocupa en los medios de comunicación con voces no autorizadas) hay registros de otras vacunas que también generaron polémica y que eso tuvo sus efectos indeseados. "Nos pasó con la campaña de la rubéola y con la del HPV. Ahí las familias salían a decir que no vacunen a sus hijas porque eso las habilitaba a tener relaciones sexuales a los 11 años o que la vacuna mataba chicas. Todavía hoy persiste el temor en algunos, sin ningún fundamento científico", lamentó.
Mejorar ahora
Sobre las chances de revertir la desconfianza que se produjo en algunos ciudadanos, Uboldi señaló: "Hay que generar un buen consenso. Es muy importante que las sociedades científicas hablen, que lo hagan los colegios de farmacéuticos, las escuelas de enfermería, que se pongan a disposición los canales de información, que ya existen, para que la gente acceda a las plataformas, que están disponibles, para conocer en qué instancia está cada vacuna. Y que los medios tomen el tema con toda la seriedad. Está en juego la salud de la población".