Quitando el extraordinario 2020, el 2021 fue, en lo que va del siglo, el año en el que se destinaron menos recursos municipales a la obra pública. Apenas se dirigieron allí el 4,5% de los gastos totales, lo que evidencia la dificultad del Ejecutivo local para hacer frente a estas tareas, en contextos en los que no cuenta con ayuda externa (provincial, nacional o internacional) para tal fin. En este marco, el intendente Pablo Javkin firmó recientemente un decreto con el que buscará $2.740 millones en el mercado para destinarlo a pavimento definitivo.
Si bien el camino para conseguir el financiamiento no será un lecho de rosas -la propia dinámica del país complejiza mucho el panorama-, Javkin confía en colocar el endeudamiento "antes de fin de año", según dijo en una charla con La Capital. Ello le permitiría usar esos recursos en 2023, con licitaciones que ya tiene aceitadas para empalmarlas casi directamente al financiamiento.
La búsqueda de fondos en el mercado es sin duda una de las marcas de la actual gestión, que llegó al poder sin el salvavidas financiero que significó la Provincia durante el período 2007-2019. Recurrió allí en varias ocasiones entre 2020 y 2021 y logró exitosas colocaciones que le permitieron emprolijar las cuentas, según remarcan en el Palacio de los Leones.
En 2021, la ejecución presupuestaria de la Intendencia arrojó un déficit de $1.119,2 millones, lo que por un lado representó el 21er año con resultado negativo, pero por otro arrojó una evolución favorable en la tendencia, porque mientras que en 2019 el rojo representaba el 14,9% de los recursos, actualmente equivale al 2,7%.
Dirigentes opositores remarcaron que parte de ese resultado tuvo que ver con el "retiro" del Estado local de áreas sensibles, como la obra pública. Ello se asienta sobre un dato incontrastable: exceptuando el 2020, el 2021 fue, en lo que va del siglo, el año en el que se destinaron menos recursos municipales a la obra pública, sobre el gasto total. Ello se puede apreciar con calidad en la siguiente infografía:
Desde el oficialismo reconocen esa realidad, pero plantean que a diferencia de lo que sucedía en períodos anteriores, Javkin no contó con el auxilio financiero de la Provincia.
Para certificarlo, muestran otros números, igual de irrebatibles, referidos a la incidencia de los recursos externos al municipio en la obra pública. Tal como se observa en el gráfico a continuación, a partir de 2020 (es decir, con el cambio de signo político en la Casa Gris) se vislumbra una fuerte caída de las fuentes externas.
El intendente y sus funcionarios no lo dicen con estas palabras, pero lo que muestran los números es que la ciudad se había acostumbrado a descansar en otras jurisdicciones para atender algunos gastos. No solo los de largo plazo -como puede ser la obra pública-, sino también los de corto. Vale recordar que durante la última gestión de Mónica Fein, se pidieron grandes montos referidos a adelantos en coparticipación, que sirvieron para erogar remuneraciones.
La dependencia quedó expuesta en los tramos finales de la gestión de la dirigente socialista, cuando rubricó con el por entonces gobernador Miguel Lifschitz un acuerdo para refinanciar una deuda por $930 millones (en ese momento, el equivalente a una masa salarial mensual), que debía ser abonada antes del 10 de diciembre de 2019 y terminó siendo cancelada en 12 cuotas a partir de julio de 2020 (ya con ambos mandatarios fuera del poder).
Luego de dos años de ordenar las cuentas, en el Palacio de los Leones entienden que están dadas las condiciones para dar un nuevo salto y ganar independencia financiera para ejecutar obra pública. Es por ello que tras recibir el aval del Concejo a finales del año pasado, ahora Javkin firmó el decreto 833/22, creando el Programa de Financiamiento de Pavimento a Nivel Definitivo mediante la realización de operaciones de crédito público.
Según se desprende de la norma legal -fechada el pasado 21 de junio-, la intención es buscar hasta $2.740 millones, para destinar exclusivamente a sellar "deudas históricas" en algunos barrios. La reglamentación de la ordenanza sirve como un primer paso para iniciar el camino formal del proceso, que requiere autorizaciones provinciales y nacionales.
Con un país que, cuando no, atraviesa turbulencias financieras, el éxito de la colocación no está asegurado. En el oficialismo aseguran que no convalidarán cualquier tasa y que verán en el momento qué decisión tomar, pero mantienen como objetivo colocar el bono antes de fin de año.
Conseguir el dinero a través del mercado de capitales será una herramienta que le permitirá al municipio cumplir o no con el compromiso asumido con el Presupuesto 2022, donde proyectó un fuerte incremento relativo de los gastos de capital sobre las erogaciones totales (pautó que dicha relación se ubique por arriba del 9%).