Apenas aterrizado en la provincia después de su gira por Kuwait y Francia, el gobernador Omar Perotti retomó la actividad política y recibió al presidente del bloque del PJ en Diputados, Leandro Busatto. Una señal tanto hacia la Legislatura como hacia el peronismo santafesino de cara a las elecciones de 2023.
Perotti se encontró con Busatto el lunes al caer la tarde en la Casa Gris y según dijeron a La Capital el clima de la conversación -que duró dos horas- fue cordial pero frontal.
La charla giró en torno en torno a tres temas: el viaje de Perotti por Kuwait, donde acordó con el gobernador Juan Schiaretti el aval del Fondo de Desarrollo Árabe para la construcción del acueducto biprovincial con Córdoba; la relación con el astillado mosaico peronista en la Legislatura y la casi segura interna que atravesará el peronismo para dirimir candidaturas.
La reforma constitucional, tema sobre el que el peronismo se reunirá el 11 de junio para fijar posición, sólo quedó en un título, indicaron.
Después de dos años y medio en los que al Ejecutivo le costó sostener una dinámica de cooperación mutua con los senadores y los diputados, tanto con los opositores como con los propios, el peronismo tiene dos bloques de seis miembros en la Cámara alta -uno encabezado por Armando Traferri y otro por Alcides Calvo- y cuatro en la Cámara baja: el de cuatro integrantes, presidido por Busatto, el que armaron Matilde Bruera y Paola Bravo, y los unipersonales de Oscar Cachi Martínez y Cesira Arcando.
“Acá no sobra nadie, hay que retomar el diálogo con los diputados y senadores y empezar por los veinte legisladores del peronismo”, piden desde la Legislatura. Una de las tareas pendientes es la aprobación de pliegos para cubrir vacantes en la Justicia.
https://twitter.com/omarperotti/status/1529553346339782656
Además, relataron, Perotti y Busatto analizaron el escenario electoral. El peronismo enfrenta dos grandes desafíos. Uno lo presentan los rivales: la UCR, el PRO, el PS y el javkinismo ya están montando un gran frente opositor que tiene grandes chances de desalojar al peronismo del poder en 2023. El otro es interno: cómo mantener unidos los distintos fragmentos del PJ, sobre todo después de las Paso.
La idea, deslizaron, es “acordar reglas de juego y evitar agresiones innecesarias”. Sería una diferencia respecto del año pasado: el jefe político de Busatto, Agustín Rossi, disparó munición gruesa contra Perotti. Y después de la interna en que la boleta encabezada por Marcelo Lewandowski -en la que el gobernador participó como candidato suplente- duplicó los votos que obtuvo el ex ministro de Defensa, Perotti purgó del gobierno a los funcionarios de La Corriente.
https://twitter.com/LaCorrienteJov/status/1525977390928650240
En el primer anillo del perottismo aseguran estar enfocados en la gestión y observan ciertas debilidades de sus rivales internos.
En el bunker del rafaelino leen que el acuerdo que Rossi sondea con Lewandowski para que el periodista sea anote por la Gobernación significa que Busatto terminará bajándose de la competencia.
En este esquema, Alejandro Grandinetti se perfila para ser el candidato del perottismo para pelear por la intendencia de Rosario, un objetivo que después de tres décadas de hegemonía del Frente Progresista parece más palpable que nunca.
Allí, el secretario de Turismo de la provincia podría enfrentar en una interna a Roberto Sukerman, hoy jefe de gabinete del Ministerio de Trabajo de la Nación. La presentación en Rosario del programa Fomentar Empleo junto a Pablo Javkin pareció anunciar que vuelve al territorio a competir por lo que en 2019 se le escapó por sólo 7.442 votos.