La puesta en marcha del sistema de fotomultas con 70 puntos de medición y una reducción de las velocidades en calles y arterias de la ciudad ya disparó la polémica en el Concejo Municipal. El edil macrista Carlos Cardozo pidió en forma urgente y antes que se implementen los cambios previstos regresar a la velocidad máxima de 60 kilómetros por hora en avenidas y poner semáforos en intermitente durante la noche sin las videocámaras activadas. “Hay zonas inseguras donde es imposible transitar a menor velocidad”, sostuvo el edil para agregar: “No queremos trampas cazabobos donde haya solo máquinas de recaudar”.
El concejal de Juntos por el Cambio solicitó a la Intendencia que retrotraiga sus disposiciones de bajar la velocidad en determinadas calles y avenidas por el flagelo de inseguridad que vive la ciudad: “No encontramos lógica en reducir la velocidad e implementar fotomultas en calles y zonas que son realmente muy inseguras”, alertó.
Lo que viene
El sistema cuenta con 70 puntos fijos, 35 para violación de luz roja e invasión de senda peatonal, 15 para exceso de velocidad, 10 para invasión de ciclovías, 5 para invasión de carriles de transporte urbano y otros cinco para efectuar giros prohibidos. A eso se sumarán cinco tótems con identificación de patente y 4 puntos móviles (2 para exceso de velocidad y 2 para estacionamiento indebido).
En la prueba piloto de 60 días, se detectaron más de 22 mil infracciones ya generadas que fueron notificadas sin valor y se estima que las sanciones comenzarán a regir a partir de unos 20 días.
Será una implementación con gran impacto en varios sentidos. En lo económico, la invasión de un carril exclusivo o senda peatonal ronda los 25 mil pesos, el cruce de un semáforo en rojo está encima de los 200 mil pesos y, en caso de picadas, el monto va entre 300 y 400 mil pesos. Cabe recordar que lo recaudado será destinado al Fondo Compensador del Transporte y a salud.
Velocidad y delito
“Bajo ningún punto de vista aceptamos que el sistema de fotomultas ponga en riesgo la vida de los rosarinos. El camino hacia una ciudad ordenada deberá ser paulatino y consecuente con la disminución del delito. De otro modo es imposible”, salió al cruce Cardozo.
“La convención internacional dice que la velocidad máxima en avenidas es de 60 kilómetros por hora, con excepciones que sean razonables. En calles como Mendoza, Ayacucho, Frondizi, Colombres y Carrasco, por su magnitud y por la inseguridad, no nos parece nada razonable la disminución”, agregó.
Pero esto no es todo. Para las noches y madrugadas, la iniciativa propone que vuelvan los semáforos en intermitente en determinadas intersecciones como las de Avellaneda y Carrasco, entre otras. Y se dejan a criterio del Ejecutivo las ubicaciones, días y horarios para la intermitencia, aunque se sugirió que haya una modalidad de domingo a jueves, y otra para viernes, sábados y feriados.
“Nadie puede entender la reducción de Mendoza a 30 kilómetros por hora de máxima o la de Ayacucho en la zona sur. Vamos a insistir para revertir esta situación y poner la seguridad y la vida de los rosarinos por encima de las fotomultas”, enfatizó Cardozo.
Las objeciones apuntan en particular a la drástica reducción a 30 kilómetros por hora en las avenidas Mendoza y Ayacucho, y los 50 kilómetros por hora a lo largo del paseo ribereño; en avenida Frondizi y Colombres, además de los 40 kilómetros por hora sobre Eudoro Carrasco (en Costa Alta).
A su vez, se solicita en la modificación planteada por Cardozo la intermitencia en los semáforos de 27 de Febrero, Seguí, Uriburu, Nuestra Señora del Rosario, Arijón y Battle y Ordóñez al sur. También a lo largo de Lagos, Francia, Avellaneda y Provincias Unidas al oeste. A su vez sobre Córdoba y Mendoza en la zona central; y por Sabin, Casiano Casas, Alberdi, Rondeau, Carrasco, Frondizi, Camino de los Granaderos y Eudoro Carrasco, en el norte.
A merced de los delincuentes
“Pedimos que reconsideren estas velocidades que son bajas. Rosario debe tener fotomultas, pero plantear que la circulación a 40 kilómetros en avenidas de tres carriles en un sentido es muy poco. Aún más en horarios nocturnos. En esta ciudad a diario se producen arrebatos y hay motochorros, la gente está a merced del delito. Hay que poner en la balanza la seguridad vial y la seguridad pública. Y no poner trampas cazabobos. Por ejemplo, en avenida Carrasco a 40 por hora, en barrio Belgarno a 30 por hora se generará una máquina de recaudar”, disparó el edil macrista.
Una mirada idéntica se tiene sobre el Paseo Ribereño, parque Alem y La Florida con velocidad máxima de 50 por hora por las ciclovías. “Hay tramos con cinco manos por lado. Hay que normatizar a 60 kilómetros por hora por la seguridad y no generar sitios puntuales que sean de multas recurrentes al solo efecto recaudatorio”, insistió Cardozo.
Para activar la señal intermitente en los semáforos se propone diseñarla en base al mapa del delito y con las videocámaras desactivadas, a partir de las 22 o 23, según la zona y el día.