El cáncer de piel es el tipo de cáncer más frecuente en el ser humano. Se origina por el daño acumulado que los rayos ultravioleta (UV) producen sobre las células de la piel a lo largo del tiempo. Las exposiciones solares repetidas e indiscriminadas pueden causar envejecimiento prematuro, lesiones precancerosas y distintos tipos de cáncer cutáneo.
Si bien la radiación solar es el principal factor de riesgo, también pueden influir otros elementos como la exposición repetida a rayos X, el contacto con sustancias químicas (como el arsénico), las cicatrices por quemaduras severas o los antecedentes familiares de cáncer de piel.
La buena noticia es que un diagnóstico temprano permite actuar a tiempo y acceder a tratamientos altamente efectivos. La educación, la prevención y el control dermatológico son las herramientas más efectivas para evitar su avance.
Qué es y cómo reconocerlo
El cáncer de piel se produce cuando algunas células cutáneas comienzan a multiplicarse de manera anormal. Los tipos más frecuentes son el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular y el melanoma. Este último, aunque menos común, es el más agresivo.
Los signos de alerta incluyen la aparición de lesiones nuevas o el cambio en lunares ya existentes: variaciones en el color, el tamaño, los bordes o el sangrado espontáneo. Por eso, es fundamental conocer la propia piel y estar atentos a cualquier modificación.
Cómo prevenirlo
El daño solar es acumulativo, por lo que cada exposición cuenta. Incorporar hábitos de fotoprotección diaria es la mejor forma de prevenir.
Algunas medidas clave incluyen:
- Usar protector solar con FPS 30 o superior todos los días del año, incluso en días nublados.
- Aplicar el protector solar 30 minutos antes de exponerse al sol y renovarlo cada dos horas o luego de nadar o transpirar.
- Evitar la exposición directa al sol entre las 10 y las 16 horas, cuando los rayos UV son más intensos.
- Utilizar ropa liviana de manga larga, sombreros de ala ancha y gafas de sol con filtro UV.
- Es importante proteger especialmente a los niños, ya que las quemaduras solares en la infancia aumentan significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de piel en la adultez.
Además, se recomienda realizar autoexámenes de la piel de forma regular, revisando todo el cuerpo, incluso zonas menos visibles como la espalda o el cuero cabelludo.
La importancia del control dermatológico
Detectar lesiones sospechosas de manera precoz puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y uno más complejo. Las consultas periódicas con el dermatólogo permiten identificar alteraciones en la piel antes de que se transformen en algo grave.
El cáncer de piel es prevenible y curable si se detecta a tiempo. Por eso, es fundamental realizar controles periódicos y adoptar medidas simples de protección frente al sol. La detección temprana no solo mejora el pronóstico, sino que también permite identificar otras enfermedades de la piel en sus primeras etapas, favoreciendo tratamientos más efectivos y una mejor calidad de vida.
Creemos que la prevención, el control dermatológico y la innovación tecnológica son hoy las herramientas más efectivas para reducir el impacto del cáncer de piel.
Compromiso con la salud y la prevención (Recuadro)
Grupo Oroño reafirma su compromiso con la salud y la prevención, promoviendo la educación como herramienta clave para reducir el impacto del cáncer de piel. El equipo de dermatología trabaja de manera interdisciplinaria en la detección, tratamiento y seguimiento de esta enfermedad, brindando una atención integral y personalizada.
Diagnóstico Médico Oroño (DMO) cuenta además con tecnología de última generación para el estudio de lesiones pigmentadas mediante dermatoscopia digital, una técnica que permite observar estructuras invisibles al ojo humano y comparar imágenes de manera precisa a lo largo del tiempo.
Esta herramienta, junto con controles periódicos con el dermatólogo, ayuda a detectar de manera precoz lesiones sospechosas y melanomas en estadios tempranos, mejorando el pronóstico y la seguridad del paciente.
*Dra. Julia Bonifacio, dermatóloga del Grupo Oroño