1. Recorrido profesional: Soy kinesióloga pero no ejerzo. Estudié porque me interesaba saber sobre la biomecánica, el cuerpo, la anatomía, porque cuando doy clases tengo alumnos con características y necesidades diferentes. Pero no descarto dedicarme algún día, es una carrera que se puede continuar toda la vida. Lo cierto es que desde hace un montonazo de años, desde que era adolescente me dedico a dar clases de gym. Estuve mucho tiempo en Megatlón donde el salón se llenaba de mujeres que querían seguir lo que ellas mismas bautizaron como el método #tinkertraining.
2. De chiquita: mi mamá siempre quiso que mi hermana y yo fuésemos a clases de ballet, que fuéramos bailarinas. Hasta hicimos un profesorado. Cuando tenía 16 años el país pasó por una situación económica muy difícil (ese ciclo que se repite) y como adolescente quería disponer de mi dinero para salir o comprarme algo. Ya daba clases, pero en ese momento, en el gimnasio Pelón, que estaba en Dorrego y Santa Fe una profe se tenía que ir de gira a sudáfrica y me preguntó si me animaba a reemplazarla. Justo coincidía con mis vacaciones y arranqué con toda, yendo todos los días. Después seguí en ese gimnasio por mucho tiempo.
3. Capacitación: ¡Un montón! Viajábamos mucho con otras colegas a tomar clases a Buenos Aires, a San Pablo. Con Sandra, que era mi socia en un gym que nos pusimos en Entre Ríos entre Catamarca y Tucumán (Body) buscábamos opciones novedosas. Me encanta seguir formándome. Cuando en 2010 vino Madonna a la Argentina ella entrenaba con el método de Tracy Anderson, una referente del fitness estadounidense que tenía muchos seguidores famosos. Ella vino a la Argentina y yo hice sus clases. ¡Quedé encantada! En 2011 fui a New York y empecé todos los años a viajar.
4. Mi método: Cuando hice esa experiencia con Anderson me captó su energía, su fuerza, algo del empoderamiento que ella transmitía. Se parecía mucho a lo que yo quería. Pero ella no tiene una franquicia, no vende lo que hace en esos términos. Entonces cree mi propio estilo de trabajo. ¿Por qué #Tinkertraining? Porque en ese tiempo me peinaba mucho con rodetitos (tinker en inglés es gitano), y bueno, algunas alumnas me empezaron a señalar eso, les causaba gracia, les parecía copado y fue quedando ese nombre. También #Tinkergirl.
Muchos consideran que lo mío es muy intenso, un entrenamiento súper fuerte (que lo es) pero no es cierto que mis clases son para pocas. La verdad es que no. ¡Y los avances son enormes! Hay gente que viene tímida por primera vez, se queda atrás, considera que no va a poder hacerlo y logra en pocas clases tomar ritmo. Además mejora, y mucho, la autoestima. Es mi mayor logro como profe.
5. Mujeres: Adoro trabajar con grupos. Tengo un muchísimas seguidoras. Cuando retomé en el mes de marzo las clases en mi nuevo espacio. un lugar divino que está frente a la Aduana, las primeras clases se llenaron, volvieron las chicas y me decían: ¡Te estábamos esperando! Fue algo realmente conmovedor.
6. Salud psíquica: Siempre me analicé. Lamentablemente el año pasado falleció quien fue para mí mi guía, mi referente, mi psicóloga de tantos años, la gran Marité Colovini. La extraño muchísimo. Para mí pensar, analizar, reflexionar, es fundamental. Ella me dejó muchas herramientas. Y mejoró las que yo ya tenía en mí. En cuanto a mis afectos más cercanos me sostienen mis amigas, mis alumnas, mis familia, en especial mi papá al que adoro.
7. Hijas: Tengo mellizas que nacieron en 2005. Son lo más. Las amo. Somos re compañeras. Nos escuchamos, las llevo, las traigo. Les estoy bastante encima ¡soy un poco hincha! Pero me da temor que salgan, lo reconozco. La inseguridad me golpea fuerte, me duele esa parte de Rosario. En cuanto a la escuela, les va bien, no soy súper exigente pero me gusta que estudien. Considero fundamental eso.
8. ¿Fashionista? Para nada, no sigo la moda. No veo páginas relacionadas con lo que se usa y lo que no. De algunas cosas me entero por mis hijas que son mucho más coquetas, que se arreglan las manos, que saben de tendencias. Yo nada que ver.
9. La música. En mis clases es un aspecto fundamental. Armo mis propias playlist. Y escucho bastante Deep House que es genial para trabajar, para lo que hago en mi estudio. Después escucho de todo pero en realidad cuando desconecto voy por otro lado. Tengo una alumna, amiga, muy inteligente con el manejo de la tecnología que me ayuda un montón. Guillermina Amorín es una capa y con ella nos divertimos muchísimo creando listas de música, que son únicas.
10. Relax y amor: Me gusta ver series pero Netflix me quitó tiempo para la lectura. Es una deuda. Soy muy casera, disfruto de estar con mis cosas, en mi hogar. Me da fiaca moverme mucho más allá del trabajo y las actividades de mis hijas. ¿El amor? No estoy en la búsqueda. Me separé hace mil años y no estoy en pareja. No es un tema central en mi vida, al menos no en este momento.