A contrarreloj y con escaso margen de maniobras, el gobierno de Mauricio Macri encara una semana crucial y pone todas sus fichas a alcanzar acuerdos con la oposición para tratar en el Congreso la renegociación de la deuda de mediano y largo plazo bajo legislación local. Por otro lado, todas las miradas estarán puestas el lunes en la cotización del dólar (cerró en la semana por encima de los 62 pesos) y la estrategia que adopte el Banco Central en medio de una ola de rumores que van desde una "súper oferta" para el mercado cambiario hasta medidas de control o "cepo" para evitar la fuga masiva de capitales.
En este delicado escenario y con la "tregua" rota entre el oficialismo y el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, el gobierno buscará ampliar consensos con el resto de las fuerzas políticas en el Congreso. Por lo pronto, el ministro de Economía, Hernán Lacunza, tiene ya redactado el grueso del proyecto de ley sobre la renegociación de la deuda y prevé enviarlo al Congreso mañana. El objetivo es que a mediados de la semana que viene, Lacunza, presente los detalles ante la Comisión Bicameral Permanente de Seguimiento y Control de la Gestión y Contratación y de Pago de la Deuda Exterior.
Pero antes de ser girado al Parlamento, el ministro intentará consensuar los principales lineamientos de la iniciativa con los economistas de la oposición, de modo de lograr que llegue a la Cámara alta lo más acordado posible. La exposición en el Senado está prevista para las 15 y el objetivo del gobierno es que pueda tener tratamiento lo antes posible.
Los detalles técnicos del proyecto aún no se conocen, pero trascendió de fuentes oficiales cuando fue anunciado que será voluntario y no implicará quita de capital ni de intereses. Otro aspecto que se incorporaría en la norma son las cláusulas de acción colectiva (CAC), que establecen que si una mayoría de inversores o tenedores de los títulos aceptan las nuevas condiciones, éstas se extienden a todos los bonistas.
"Si el proyecto es de esta naturaleza y no viene con algún agregado extraño que no sabemos, no le veo inconvenientes a que pueda debatirse rápido. Pero primero vamos a ver la letra chica de la iniciativa", afirmó días atrás el diputado Marco Lavagna, de Consenso Federal.
Lacunza viene recibiendo a economistas desde la semana pasada. Entre jueves y viernes, se reunió con referentes de consultoras como Rodolfo Santángelo, Daniel Artana, Daniel Marx, Marina Dal Poggetto, Eduardo Levy Yeyati, y también mantuvo encuentros con Carlos Melconián y Martín Lousteau. Fuentes oficiales aseguraron que mientras termina de pulir la iniciativa, seguirá en contacto con referentes económicos de la oposición durante el fin de semana.
En estas reuniones, el gobierno también busca compartir puntos de vista sobre la coyuntura económico-financiera y recibir visiones sobre cuál debería ser el camino a seguir, en momentos de fuerte turbulencia cambiaria, desconfianza y ruido político.
Tras el escaso éxito que tuvieron para calmar los mercados las recientes medidas adoptadas por el gobierno —los anuncios de la deuda y el comienzo del control de capitales, con las limitaciones a los bancos para girar utilidades—, la semana próxima la gestión económica deberá volver a testear cuánto exitoso es en frenar el nerviosismo de los inversores. Mientras tanto, esperan señales del Fondo Monetario Internacional (FMI) respecto de si enviarán o no en los tiempos previstos los 5.400 millones de dólares acordados.
En el mercado, no descartan la posibilidad de nuevas medidas de control de capitales, si el lunes la tendencia sigue negativa y continúa la salida de dólares del sistema financiero.
Hay quienes especulaban en las últimas horas con que la estrategia del Banco Central para la semana próxima será más agresiva a cuanto a sus intervenciones para intentar frenar la presión alcista sobre el dólar y luego, si ello no funciona, el gobierno apelará a otras medidas. Lo que el equipo económico tiene claro es que las ventas "hormiga", como le llaman algunos, no tuvieron el efecto buscado. Sin embargo, el riesgo de salir al mercado con más fuerza es que suceda lo mismo que le ocurrió al ex presidente de la entidad monetaria, Federico Sturzenegger, que perdió una gran cantidad de reservas y no logró frenar la divisa.