Con la renovación legislativa de 130 de las 257 bancas de Diputados y de 24 de los 72 asientos del Senado, el Congreso nacional redefine este domingo el tablero político, en un escenario clave para la gobernabilidad de la futura administración.
Con la renovación legislativa de 130 de las 257 bancas de Diputados y de 24 de los 72 asientos del Senado, el Congreso nacional redefine este domingo el tablero político, en un escenario clave para la gobernabilidad de la futura administración.
La Cámara alta, conducida por la vicepresidenta Cristina Kirchner, renueva en esta oportunidad las bancas de los representantes de ocho provincias: Buenos Aires, Formosa, Jujuy, Misiones, La Rioja, San Luis, Santa Cruz y San Juan.
En las mismas, ninguna de las dos fuerzas mayoritarias, el oficialista Frente de Todos (FdT) y el opositor Juntos por el Cambio (JxC), ostenta la mayoría y la aparición de un nuevo actor político, La Libertad Avanza (LLA), de Javier Milei, busca romper el histórico predominio bipartidista.
Los interbloques del FdT y de JxC arriesgarán casi un tercio de sus bancas, aunque Juntos por el Cambio es la fuerza que mayor número: pondrá en juego once, en total, mientras que el Frente de Todos arriesgará ocho.
El interbloque opositor que conduce el electo gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, tiene 33 bancas, mientras que el oficialismo, que lidera el formoseño José Mayans, tiene 31.
El FdT perdió bancas en 2023 después de que cinco legisladores del peronismo decidieran apartarse y conformar un espacio por separado, aunque en algunas votaciones acompañaron las propuestas oficiales.
Con ese escenario, y teniendo en cuenta el resultado de las Paso, el oficialismo podría sumar una banca a las ocho que pone en juego, mientras que JxC se quedaría solo con cinco de las once que arriesga. Y Milei pasaría a tener representación en la Cámara con ocho poltronas.
En Diputados se renuevan 130 de las 257 bancas que tendrán mandato desde 2023 y hasta 2027. Buenos Aires pone en juego 35; la Caba, doce; Santa Fe, diez; Córdoba, nueve; Mendoza y Tucumán, cinco cada una; Corrientes, Entre Ríos, Misiones, Salta y Santiago del Estero, cuatro cada una; Chaco, Chubut, Formosa, Jujuy, La Rioja, Río Negro, San Juan y Tierra del Fuego, tres cada una, y Catamarca, La Pampa, Neuquén, Santa Cruz y San Luis, dos cada una.
De los 130 escaños, el FdT (ahora Unión por la Patria, UP) pone en juego 68 de sus 118 legisladores y Juntos por el Cambio, 55 de sus 117.
Dentro de JxC, el PRO arriesga 23 de sus 48; la UCR 17 de sus 34; la Coalición Cívica (CC) siete de sus diez; Evolución cuatro de sus doce; Encuentro Federal dos de sus cuatro, además de dos de los nueve integrantes de bloques minoritarios.
Las siete bancas restantes en juego se distribuyen entre otras fuerzas políticas provinciales o minoritarias, como el Interbloque Federal (una de Hacemos Córdoba, una del socialismo santafesino y dos del peronismo bonaerenses), Provincias Unidas (un misionero y un rionegrino) o Ser-Energía (una).
De los bloques actuales, los libertarios (tres), la izquierda (cuatro) y el Movimiento Popular Neuquino (una), no ponen en juego ninguna banca y mantienen las que obtuvieron en las legislativas de 2021.
El quórum de la Cámara baja se consigue con 129 voluntades y, en los comicios de medio término, se eligieron 127 legisladores.
Más de 40 de los 130 diputados que finalizan sus mandatos buscarán la reelección, tras haber superado el filtro de las Paso, aunque algunos relegados a posiciones poco expectantes.
De los 44 que quieren renovar su banca hasta 2027, veinte corresponden a UP, 22 a Juntos por el cambio y otros dos al Interbloque Federal y a Provincias Unidas.