El cimbronazo político que significó el arribo de Javier Milei a la cúspide del poder en Argentina también modificó el esquema territorial del país, con varios distritos que cambiaron de signo político. Es el caso de Santa Fe y Entre Ríos, que pasarán de ser administradas por el peronismo a ser gobernadas a partir del 10 de diciembre por Juntos por el Cambio.
Cómo posicionarse ante el poder central con una agenda política común es el eje de la reunión que mantendrán este miércoles Maximiliano Pullaro y Rogelio Frigerio. Ambos gobernadores se citaron en Paraná juntos a los ministros que los acompañarán en sus respectivas gestiones. En el caso del santafesino a partir del 10 de diciembre, mientras que el entrerriano asumirá un día después.
Obras de infraestructura (rutas, caminos, acueductos y gasoductos) y gestión de la Hidrovía (en 2024 vence la concesión) estarán en el tope de la agenda que abordarán los dos futuros gobernadores y sus gabinetes completos.
La llegada de Milei a la Casa Rosada abre un enorme signo de interrogación sobre la continuidad de la obra pública. Pero tanto Pullaro como Frigerio son partidarios de revivir el sistema de Participación Pública Privada (PPP), la modalidad que implementó el gobierno de Mauricio Macri en su último tramo, cuando el acuerdo con el FMI obligó a podar los gastos del Estado.
Esa iniciativa no tuvo buenos resultados, pero Pullaro cree ahora que puede haber interés de inversión de los privados en obras rentables en algunas rutas y, específicamente, en los accesos portuarios.
Además de la agenda productiva y económica, a ambos gobernadores los ordena la nueva realidad política del país. Por caso, actuaron en tándem cuando Macri se inclinaba por formar un cogobierno con Milei y ellos salieron públicamente a rechazar esa idea, ahora prácticamente descartada por el juego en solitario que desplegó Patricia Bullrich con el líder libertario.
No está claro, en el entorno de Pullaro, si la idea es darle un nuevo impulso a la denominada Región Centro, que comparten junto con la provincia de Córdoba, que seguirá gobernada por el peronismo de la mano de Martín Llaryora, el sucesor de Juan Schiaretti, quien a su vez es el que más se acercó al calor que emana del poder central.
No está descartada la idea que Pullaro haga con LLaryora lo mismo que con Frigerio: agendar una reunión con los equipos ministeriales del cordobés, en una futura reunión que podría ser en Santa Fe o en la capital mediterránea.
Sin embargo, en un futuro no muy lejano, Pullaro y Frigerio se ven con un destino político diferente al del cordobés, que sospechan que irá por un lugar en la mesa nacional del peronismo.
Por el contrario, el santafesino y el entrerriano quieren revitalizar (o refundar) a Juntos por el Cambio y generar a la vez un espacio de convivencia con el resto de los mandatarios electos por la otrora principal coalición política opositora.