Lejos de ceder, el malestar y las críticas del kirchnerismo por la dura derrota sufrida ayer en la Cámara de Diputados aumentan con el paso de las horas.
Lejos de ceder, el malestar y las críticas del kirchnerismo por la dura derrota sufrida ayer en la Cámara de Diputados aumentan con el paso de las horas.
Tal como ocurrió en el crispado debate de ayer, el jefe del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, fue el principal vocero de los cuestionamientos. El legislador volvió a cuestionar la decisión de la oposición de avanzar, en principio sin el oficialismo, para lograr el control de todas las comisiones de la Cámara baja.
"Se rompió la tradición parlamentaria de muchísimos años según la que la primera minoría tenga la vicepresidencia primera y la mayoría en las comisiones que hacen a la gobernabilidad", se quejo el diputado santafecino en declaraciones a radio 10.
"Nosotros somos la primera minoría de la Camara y claramente es asituación no fue reconocida como en años anteriores", añadió.
Inédito. Rossi aseguró además que anoche, en la sesión que por momentos rozó el escándalo, la oposición consiguió "una mayoría circunstancial". "Nunca todos los bloques de la oposición se juntaron para imponer una mayoría al oficialismo en la decisión de la conformación de las cámaras y las comisiones", planteó. Enseguida reconoció: "Es un hecho nuevo. Hay que aceptarlo y tenerlo en cuenta".
Por otra parte, Rossi negó que Néstor Kirchner, que ayer juró por primera vez como diputado, rompiera el acuerdo al que habían llegado oficialismo y oposición tres horas antes de la sesión.
Reconoció que el debate de ayer fue "difícil" para el kirchnerismo, pero intentó minimizar sus efectos. "Hubo discusiones como ocurre en este tipo de escenarios, pero sin conflicto hacia el interior de nuestro bloque", afirmó.
La oposición, con la renovación de sus miembros, logró imponer ayer una amplia mayoría y se garantizó, como consecuencia, el control de todas las comisiones del cuerpo. Además, se alzó con la vicepresidencia primera de la Cámara, que recayó en el diputado radical Ricardo Alfonsín, hijo del ex presidente.
En una sesión cargada de entrecruzamientos, el oficialismo apenas pudo salvar su honor al aceptar la vicepresidencia segunda del cuerpo, que ocupará la mendocina Patricia Fadel, y las presidencias de 20 de las 45 comisiones, entre ellas la estratégica Presupuesto y Hacienda.
En la integración de esta comisión, al igual que en las de Asuntos Constitucionales, Peticiones, Poderes y Reglamento y Juicio Político -consideradas clave para la gobernabilidad- el oficialismo y sus aliados retendrán la mitad menos uno de sus miembros, una concesión que otorgaron los opositores y que le facilitará al oficialismo el armado de sus mayorías. Fue la única concesión para evitar que todo terminara en un escándalo mayúsculo.
Por Claudio Berón
Por Alvaro Torriglia