Mientras radicales y socialistas echan brasas al frente opositor y vuelven a compartir mesa después de varios encontronazos, desde el PRO envían mensajes con abundante pimienta hacia sus potenciales socios.
Por Mariano D'Arrigo
Dirigentes socialistas y radicales acercaron posiciones esta semana, mientras el PRO marca diferencias con el PS.
Mientras radicales y socialistas echan brasas al frente opositor y vuelven a compartir mesa después de varios encontronazos, desde el PRO envían mensajes con abundante pimienta hacia sus potenciales socios.
Este martes, la primera línea del radicalismo y el socialismo armaron un asado en el comité provincial de la UCR para limar asperezas tras algunos cruces picantes que amenazaron con hacer saltar todo por los aires. Por ejemplo, la polémica sobre el nombramiento de los jueces comunitarios.
No es un dato menor que se hayan sentado a la mesa dirigentes de todas las tribus radicales y prácticamente todos los espacios del socialismo (la excepción es la corriente Bases). Los comensales calificaron la reunión como “amena” y “positiva”. Y, coincidieron, sirvió para encaminar lo que viene.
“Estos diálogos son importantes porque armar un nuevo frente es algo complejo. Es un trabajo conjunto, no es algo que pueda hacer un solo partido”, dijo a La Capital el presidente del comité provincial de la UCR, Felipe Michlig.
En la misma línea, uno de los dirigentes socialistas que participó del encuentro remarcó que el armado de una nueva coalición representa un desafío nuevo para todos.
“Tenemos la voluntad de iniciar un proceso de diálogo para pensar una alternativa de gobierno en 2023. Falta camino por recorrer, pero se dio un paso firme. Quedó planteado que debemos armar un frente programático, que exprese fundamentalmente los intereses de Santa Fe”, indicó.
En el partido de la rosa reconocen que los gobiernos locales y los referentes territoriales, con una larga experiencia de cogobierno con la UCR, presionan para que se monte un nuevo instrumento electoral.
Se suma un incentivo extra: ven que por primera vez es posible construir una mayoría no peronista en el Senado santafesino.
La cuestión es cómo avanzar. Por ahora, radicales y socialistas se inclinan por diferentes opciones dentro de un menú sin demasiadas alternativas.
Mientras que para la UCR se debería armar una mesa política en la que se sienten representantes de los partidos que quieren armar el frente, en el PS no quieren hablar de instancias formales y remarcan la importancia de transitar un camino de diálogo con todos los potenciales socios.
La conducción del socialismo santafesino apunta a postergar las definiciones más pesadas para marzo. Ese mes realizarán su congreso provincial, la instancia que debe convalidar la política de alianzas.
Más allá de que en la pública todos hablan de respetar la cocción a fuego lento de las definiciones para no arrebatarlas, por lo bajo en algunos campamentos le pasan algunas facturas al socialismo: ven a sus principales dirigentes demasiado preocupados por diferenciarse y hablarle a su propio público.
A varias personas que transitan por la cocina del nuevo frente les cayeron mal, por ejemplo, los tuits en que Enrique Estévez y Mónica Fein, titulares del partido en la provincia y a nivel nacional respectivamente, dispararon contra Juntos por el Cambio por la escandalosa sesión preparatoria en la Cámara de Diputados y la relación entre política y Justicia.
“Hay gente que se desvive por hacer declaraciones altisonantes en redes y vuelven todavía más complejo poder avanzar; pareciera que no entienden el momento en que estamos”, se quejó un armador opositor.
En el PRO creen que las piezas se terminarán acomodando, pero advierten que cualquier intento de tercera vía va camino hacia un callejón sin salida. Mucho más, en una elección nacionalizada. Tanto por el calendario como por su agenda.
“Juntos por el Cambio está más consolidado que nunca. Es lo único que está sólido como alternativa de poder, el resto son cabos sueltos. Además, es lo que eligió tanto el país como Santa Fe el año pasado”, planteó el presidente del PRO santafesino, Cristian Cunha.
El hombre del espacio de Federico Angelini le mandó un mensaje picante al socialismo. “Aunque ellos puedan estar más cerca del kirchnerismo en algunas cuestiones, creemos que son buenas personas y tienen buenas intenciones. Ellos tienen las puertas abiertas, pero si piensan que no respetamos las instituciones quizás deberían conformar otro frente”, advirtió.
En este marco, la charla sobre seguridad y Justicia, pensada en principio para mediados de diciembre en Rosario, parece que quedará en el freezer y no habrá una foto de toda la oposición antes de 2023.
"No estaría mal cerrar el año con una actividad sobre este tema, pero no la queremos apurar. Que se haga cuando esté el consenso pleno", sostuvo Michlig.
Por su lado, en el socialismo ven difícil que se concrete. "No por falta de voluntad sino por problemas de agenda", aseguraron. Al calendario apretado se suman el mundial, los cortes de luz y la tensión institucional por la causa de supuesto espionaje. "Igual, si hay voluntad y es una actividad propositiva y programática nos ponemos a laburar", afirmaron.
El que bajó la persiana es el titular del PRO. "Esa actividad no va a existir, como Juntos por el Cambio ya tenemos actividades programadas", remarcó.