El diputado nacional y representante de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky, afirmó que el proyecto de reforma laboral del gobierno nacional no beneficiará a las pymes ni a los trabajadores informales, sino que responde a compromisos asumidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y a los intereses de las grandes corporaciones empresarias.
El legislador sostuvo que el verdadero propósito de la iniciativa es llevar al movimiento obrero a una "indefensión absoluta" que permita la flexibilización total del empleo, el despido sin causa y la precarización laboral. Además, aseguró que la propuesta de reforma era "algo esperado porque el gobierno asumió compromisos ante el FMI y ante el gobierno de Estados Unidos. Las grandes multinacionales norteamericanas fogonearon intensamente en los últimos meses la necesidad una reforma como devolución de esa asistencia".
"Estos grupos empresarios muy poderosos se disfrazan con un discurso como si hablaran de las pymes, pero el objetivo es llevar al movimiento obrero a la situación que tenía en 1930 aproximadamente, antes de que exista el peronismo en este país y las leyes laborales", sostuvo.
Para el titular de la CTA, ese objetivo permitiría a las empresas "fijar salarios, flexibilizar y precarizar el empleo, cambiar los horarios como les dé la gana y despedir sin causa".
Qué dice la reforma laboral
Entre los principales puntos del proyecto de reforma laboral presentado por el gobierno nacional, se evalúan distintas cuestiones:
• Convenios por empresa, con mayor flexibilidad para negociar condiciones laborales.
• Incrementos salariales dinámicos, vinculados al desempeño o mérito individual.
• Extensión del período de prueba, de tres a seis meses (y hasta 12 en pymes).
• Digitalización de registros laborales y simplificación de trámites.
• Creación de un banco de horas, para reorganizar la jornada según la demanda.
• Fondos de cese laboral como alternativa a la indemnización tradicional.
Consensos para el rechazo
Yasky enfatizó que hay unanimidad entre los legisladores de extracción sindical en su postura de rechazo al proyecto del Ejecutivo. Y señaló que están trabajando en un "mapa de reformas laborales que sí tiene que ver con los problemas que hay que resolver".
El representante de la CTA nombró a diputados de extracción sindical de diferentes centrales que comparten esta postura crítica, incluyendo a Sergio Palazzo, Mario Manríquez, Santiago Caros y Vanessa Siley. Y adelantó que esperan contar con el respaldo de la Confederación General del Trabajo (CGT).
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Por último, el diputado lamentó que el gobierno "está pensando en cómo triturar los derechos que existen y no en cómo se generan nuevos derechos".