El cotitular de la CGT, Jorge Sola, apuntó contra la reforma laboral que quiere llevar adelante el gobierno de Javier Milei. En este sentido, advirtió que la discusión sobre la nueva legislación se desarrolla sin la participación de los actores que sufrirán sus consecuencias: la inversión productiva y los trabajadores.
En declaraciones radiales, Sola sostuvo que cualquier intento de avanzar con cambios estructurales “sin letra chica, sin consensos y sin los sectores afectados en la mesa, nace viciado”.
Sola comenzó señalando que hoy no existe ningún proyecto formal de reforma laboral presentado por el Poder Ejecutivo. "Estamos evaluando, pero son todas incertidumbres. El gobierno hace trascender versiones y al rato las desmiente. Así no hay posibilidad de un tratamiento serio".
En ese sentido, remarcó que la preocupación creciente surge de que “los dos actores principales que sufrirían las consecuencias de una ley -la inversión productiva y los trabajadores- no están sentados en ninguna mesa de consulta”.
>>Leer más: La CGT Rosario acelera su normalización para enfrentar la reforma laboral
Consultado sobre la actividad del Consejo de Mayo, Sola fue categórico: “Está Gerardo Martínez representándonos, pero no hay ningún tratamiento serio. Sólo propuestas muy generales que pretenden replicar el decreto 70/23, ese que declaramos inconstitucional y la Justicia nos dio la razón”.
El dirigente sindical afirmó que una ley laboral de alcance transversal para todos los sectores “es inviable y contraproducente”. “Ninguna actividad es igual a otra. Las modernizaciones deben hacerse por sector, porque un banco, una compañía de seguros y la minería tienen realidades laborales completamente distintas”, explicó.
>>Leer más: Qué papel juega la senadora santafesina Losada en la polémica reforma laboral que impulsa Milei
Sola insistió en que cualquier mesa de reforma debe incluir al Estado, pero de manera eficiente: “El Estado debe ser inteligente, eficaz, no burocrático, pero presente para garantizar reglas claras en la inversión productiva”. Y remarcó que estas discusiones deben convertirse en “políticas de Estado”, independientemente del signo político de los gobiernos.
A favor de una reforma tributaria
Sola subrayó que el gobierno “invierte el orden de prioridades” ya que la reforma urgente y decisiva para promover la inversión productiva es la tributaria, no la laboral.
Para Sola, la primera reforma que debería encararse es la impositiva: “Una pyme que quiere nacer paga impuestos nacionales, provinciales y municipales antes de contratar un solo trabajador. La carga tributaria representa entre el 30% y el 40% de sus ventas. Si queremos inversión productiva, bajen impuestos”.
Por otro lado, y en relación a las declaraciones del ministro de Economía Luis Caputo acerca de eliminar los aportes sindicales obligatorios, Sola aclaró: “El aporte sindical es obligatorio solo si el trabajador está afiliado. La afiliación es un derecho constitucional. Afiliado o no, los beneficios de las paritarias se aplican igual, pero el aporte es solo para afiliados”, y agregó: “Lo que debilite la representación gremial es inconstitucional. El Pacto de San José de Costa Rica lo establece claramente”.
Frente a la pregunta sobre el rol de la central obrera en la discusión que se viene, Sola cerró con un mensaje político: “Llegamos fortalecidos, unidos y con una mirada proactiva. No estamos solo para oponernos. Estamos para aportar soluciones que generen más trabajo, mejores condiciones y mejores salarios”.
Y concluyó: “Representamos a todos los trabajadores, voten al peronismo o no. Los intereses de los laburantes no tienen afiliación partidaria”.