En medio de su gira federal en busca de acercar posiciones con los gobernadores, el ministro del Interior, Diego Santilli, anticipó los próximos pasos que dará el gobierno en su objetivo de aprobar una reforma laboral en el Congreso, uno de los grandes objetivos de la gestión de Javier Milei para la segunda parte del mandato presidencial.
“El gobierno trabaja en una reforma que ingresará próximamente. Esta semana la discutiremos en Gabinete, para luego iniciar un camino de diálogo que apunte a una modernización laboral”, resaltó Santilli, encargado de la interlocución política con las provincias y otros espacios políticos.
En declaraciones radiales en el marco de su viaje a Neuquén, donde se encontró con el gobernador de la provincia, Rolando Figueroa, Santilli puso como ejemplo de la reforma laboral a las modificaciones realizadas en Vaca Muerta.
“Acá se hizo una reforma muy importante y Vaca Muerta creció. Me tocó trabajar en la modernización laboral del convenio colectivo petrolero con (Guillermo) Pereyra, y eso le permitió expandirse y multiplicar la cantidad de trabajadores en un segmento donde la inversión vino, y se desarrolló”, expresó el funcionario.
Y agregó: “Ese es el camino, hacia ahí apunta la modernización laboral. A no alterar los derechos de los que están, pero darle derechos a los que están afuera. Son más los que están afuera que los que están adentro, son más los informales que los formales”.
En 2017, el entonces titular del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, firmó un acuerdo que permitió reorganizar turnos, reducir la cantidad de trabajadores por equipo, y eliminar las denominadas “horas taxi”, entre otras condiciones laborales.
Se trató de una reforma sectorial concretada durante la presidencia de Mauricio Macri.
Según el argumento de Santilli, en Argentina existen aproximadamente 23 millones de personas con capacidad de trabajo, de las cuales 6 millones están empleados en el sector privado formal y 3 millones en el sector público. En contraste, hay más de 9 millones de trabajadores que, por estar en la informalidad, “no tienen acceso a vacaciones, salud ni jubilación futura”.
“La reforma apunta a todos estos que están afuera del sistema”, sostuvo el ministro, quien remarcó que el objetivo es otorgarle “derechos a los que están afuera, los informales”. “¿Cuál es el gran miedo que tiene un comerciante? Que toma un laburante, tiene un juicio laboral y pierde lo poco que tiene”, describió.
Y completó: “Hace veinte años que no hay una pyme neta más en la Argentina. Hace quince años que no hay un puesto de trabajo formal más. No podemos seguir de esta manera. ¿Cómo reinsertás a la persona de 45 años que se quedó sin laburo? ¿Vos creés que con el mismo mecanismo? No va a ser reinsertado con el mismo mecanismo. Entonces, le tenés que dar una oportunidad distinta hacia adelante. Y no quitarle derecho al que hoy tiene laburo formal”.
Pese a que dijo que la intención oficial es incorporar a los trabajadores informales al sistema, la nueva conducción de la CGT tiene preocupación porque cree que el objetivo es flexibilizar las condiciones laborales, legalizar la precarización del empleo y debilitar el poder de los sindicatos. En ese marco, la central obrera explora contactos oficiales con los gobernadores para convencerlos de no dar su apoyo en el Congreso a una reforma laboral “antisindical”.
Agenda
Además de los temas laborales, Santilli señaló en su “libreta” otras prioridades como la baja de impuestos, la redacción del Presupuesto 2026 y la actualización del Código Penal, vigente desde 1921.
El intercambio forma parte de la agenda que encaró Santilli con el objetivo de trabajar en conjunto con los gobernadores, “escuchar sus agendas y propuestas de trabajo, y a su vez, dialogar con el Congreso Nacional para impulsar y promover las reformas estructurales que la Argentina necesita”.
Durante la jornada, Santilli y Figueroa destacaron “la importancia del trabajo recíproco y el diálogo entre las provincias y la Nación”.
“Vengo a escuchar la agenda del gobernador. Es lo que estoy haciendo, tomando la agenda regional de cada uno de ellos. Y por mi lado, planteándoles la agenda nacional que nosotros tenemos en términos de reformas estructurales, con un presupuesto que nos de previsibilidad, que ayude a bajar el riesgo país. Si baja el riesgo país, tenés menos tasas, y con menos tasas, tenés más actividad”, deslizó Santilli.
En particular, el ministro subrayó el potencial de recursos que maneja Neuquén. “Entre la energía, la minería, la industria del conocimiento, además del campo y la industria, estos sectores energéticos y minerales pueden generar un campo más. La colocación de nuestros productos al exterior nos puede poner en un lugar de una Argentina hiperpotente. El camino hay que construirlo porque vos podés tener los recursos, pero si no los trabajás, no tenés la infraestructura y no lo desarrollás, nada pasa”, concluyó.
Por su lado, Figueroa remarcó que “Neuquén va a cumplir un rol fundamental en el diseño y en la construcción de la nueva Argentina” y consideró que el diálogo “siempre va a ser productivo”.
“Nosotros no peleamos por pelear, peleamos por Neuquén”, dijo el mandatario provincial y agregó que desde su gobierno se apoyará “cada trabajo que beneficie a Neuquén y nos impulse al crecimiento”.
“Hay muchos puntos de mirada de crecimiento que coinciden, y hay algunos que a lo mejor no. Pero es importante trabajar sobre las coincidencias y avanzar en ellas es un inicio de un gran camino. En ese camino uno va dialogando sobre puntos que quizás no se tienen coincidencias plenas, pero estamos convencidos que estamos en un círculo virtuoso”, indicó Figueroa.