El nombramiento de 195 empleados en distintos cargos para el Organismo de Investigaciones (OI), un cuerpo especial que asiste técnicamente a los fiscales del Ministerio Público de la Acusación (MPA), desató un conflicto resonante que cruza al Poder Judicial y al Poder Ejecutivo. El diferendo se origina en el rechazo del Sindicato de Trabajadores Judiciales de la provincia a la decisión de incorporar ese lote de agentes sin respetar el concurso de ingreso que distingue los ingresos en ámbitos judiciales, al que se encuentra subordinado el OI, en algunos casos con designaciones en categorías altas, y beneficiando a personas con lazos estrechos con el gobierno provincial. El fiscal general de la provincia, Jorge Baclini, dijo ayer que es falso que no se hayan respetado concursos, dado que la ley de creación del OI solo dispuso la creación de 50 cargos, y que el resto de las vacantes según la norma sólo podían ser cubiertas con traspasos desde el Poder Ejecutivo, donde también se hicieron concursos de convocatoria abierta.