La exministra de Economía Felisa Miceli fue condenada hoy por un Tribunal oral a la pena de “tres años de prisión condicional” por el hallazgo en su despacho de una bolsa con 100 mil pesos y más de 30 mil dólares, en junio de 2007.
La exministra de Economía Felisa Miceli fue condenada hoy por un Tribunal oral a la pena de “tres años de prisión condicional” por el hallazgo en su despacho de una bolsa con 100 mil pesos y más de 30 mil dólares, en junio de 2007.
Por tratarse de una pena “condicional”, la exfuncionaria no irá a la cárcel, según lo resolvió el Tribunal Oral Federal número 1 (TOF1).
El Tribunal fijó así una nueva pena en el caso, luego de que se le impusiera una condena inicial de cuatro años de prisión.
La ex ministra presenció la lectura del veredicto junto a sus abogados, luego de quebrar en llanto al dar sus últimas palabras ante los magistrados Adrián Grunberg, Oscar Amirante y Pablo Laufer.
Los jueces ordenaron también el decomiso de los 100 mil pesos hallados en el despacho de Miceli y dispusieron el depósito del mismo a nombre del tribunal “bajo apercibimiento”.
Previamente, el fiscal Juan García Elorrio había pedido para la ex funcionaria la pena de tres años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo.
Felisa Miceli había sido condenada en diciembre de 2012 a la pena de cuatro años de prisión, pues se la encontró culpable de encubrimiento por el origen del dinero -del cual ella intentó justificar sin éxito que había sido un préstamo de un hermano actualmente fallecido- y de la destrucción del acta policial en el cual se dejó constancia durante una inspección de rutina de lo encontrado en su despacho.
Sin embargo, el año pasado, la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal con los votos de Alejandro Slokar y Ángela Ledesma confirmó la condena, pero dispuso fijarle una nueva pena, acorde a los hechos.
En la audiencia de este lunes, el fiscal pidió una pena que procedía a una eventual detención en caso de prosperar.
Tuvo en cuenta como atenuantes “la ausencia de antecedentes penales” de Miceli y que “no hubo perjuicio patrimonial para el Estado” en el hecho, en tanto que tomó como agravantes “su grado de participación, y que no tenía dificultad alguna para ganarse sus sustento propio”.
Luego fue el turno de los abogados de Miceli, quienes pidieron la pena de un año de prisión en suspenso.
La ex ministra habló ante el Tribunal y se quebró: “Sería tremenda injusticia que yo vaya presa, estoy arrepentida de haber llevado el dinero, fue un error. Nunca jamás voy a ocupar un cargo público, ya aprendí la lección. No es por miedo, es porque me da rabia, me da pena, que sea tan injusticia”.
“Durante cinco años fue procesada por encubrimiento, en diciembre de 2007 fui procesada por encubrimiento, y no se sabía si era de lavado de dinero o administración fraudulenta. Luego dijeron que era por administración fraudulenta, yo dije que fue un préstamo personal”, se quejó Miceli.
“De qué delito, si la financiera sigue funcionando, si sus directivos tienen falta de mérito. ¿Cómo puede ser que quienes cometieron el delito (en referencia a la financiera Cuenca) estén con falta de mérito, y yo los encubre, y yo voy presa y ellos siguen administrando esa financiera?”, insistió.
La ex funcionaria kirchnerista afirmó que “nunca” fue escuchada y que ni bien se la citó a indagatoria en esta causa renunció a su cargo, al considerar que no podía continuar en funciones si estaba bajo sospecha.
Junto con la pena y el decomiso del dinero, los jueces del TOF1 le fijaron ciertas reglas de conducta a Miceli, tales como establecer domicilio y someterse al control del Patronato de Liberados.
La condena de Miceli a raíz del primer veredicto que se dictó fue apelado y se encuentra a estudio de la Corte Suprema de Justicia, y ahora en simultáneo puede el fiscal interponer un recurso para conseguir una pena más alta de la que se le impuso, tal cual él reclamó.
Por Martín Stoianovich
Por Rodolfo Parody