Marcos Cleri ya transita su tercer período como diputado nacional por Santa Fe luego de trajinar la provincia con la pretensión de una candidatura a gobernador que, finalmente, declinó. Su rol en el ahora bloque oficialista y mayoritario, Frente de Todos (FdT), que conduce Máximo Kirchner, va tomando mayor envergadura según pasan los años.
Por crecimiento político, Cleri quedó muy cerca del sitio de las decisiones, junto a Máximo, el jefe de la organización política que lo contiene, La Cámpora. Y, en una extensa entrevista con La Capital, el legislador analizó el frenético arranque del nuevo gobierno y el rol clave del Congreso para facilitar la estrategia del presidente Alberto Fernández.
—¿Qué tareas específicas tiene la comisión bicameral que preside?
—Incluye los DNU, vetos parciales que promulgue el Poder Ejecutivo y los decretos delegados que surgen de leyes como la emergencia, que se aprobó días atrás.
—¿La ley ómnibus, por sus delegaciones, será revisada por la bicameral?
—Lo va a revisar la bicameral, también puede hacerlo el Poder Judicial y la sociedad, como el caso de Mendoza con el tema del agua. La movilización popular favorece el control de las acciones del gobierno.
—Cuando a determinados de sectores de poder no les gusta una ley, suelen impugnarla en la Justicia. ¿Estamos frente a un escenario en el que podrían prosperar cautelares contra la emergencia recientemente aprobada?
—Estamos frente a un escenario donde las mayorías quieren construir una agenda común y avanzar. La emergencia pone el valor de la solidaridad y la reactivación productiva. Entre todos los sectores, en el ámbito del Consejo Económico y Social, construiremos los consensos necesarios.
—La ley de emergencia habilita a un posible futuro decreto, a la vez que pone un tope, a llevar las retenciones a la soja a un 33 por ciento. Ya hay un sector que lo resiste abiertamente. ¿Cómo se encara ese debate político?
—Los derechos de exportación son importantes para la Argentina. Le dimos al Ejecutivo la facultad de bajar, subir o compensar. Será tema del consejo y se acordará entre todos.
—¿Se viene la segmentación y el 33 por ciento lo pagarán los que producen un volumen grande? ¿Los más chicos pagarán menos?
—Hay cuatro variables para estudiar el tema: el tipo de cambio, la rentabilidad, los volúmenes y la distancia de los puertos. También el costo del combustible entra en esa cuenta. Axel Kicillof, cuando fue ministro de Economía nacional en 2014, ya puso en marcha un sistema exitoso de compensación a pequeños productores que recibían directamente en sus CBU los depósitos.
—Sin embargo, en el debate público casi nadie sabe que eso existió y, además, la voz de los productores celebrando esa política nunca se escuchó. ¿Qué piensan hacer ahora?
—La política de reintegros se repetirá o, en todo caso, se mejorará.
—Les van a decir que no sirve, que no se cumple, y por lo demás, hecha la ley hecha la trampa, ciertos productores dividen artificialmente sus volúmenes para enmascarar su tamaño.
—Las políticas públicas se hacen partiendo de la buena fe, así como son muchos sectores que aportan a los que menos tienen, pensamos que con la producción del campo pasará algo similar.
—En Diputados, a último momento, se constituyó un bloque de ocho miembros presidido por José Luis Ramón, de Mendoza, quien parece armado para ayudar al FdT a llegar al quórum que no alcanza con sus 120 miembros. ¿Es un acuerdo político firme y a largo plazo, o irán tema por tema?
—El 129 es un número importante, abre la sesión, mantiene el quórum, permite votar leyes que requieren mayorías agravadas. En el caso de las emergencias, nos acompañaron el sector de Ramón y también varios diputados del sector de Roberto Lavagna. Hicieron sus aportes, nosotros los incorporamos y, de ese modo, avanzamos con la ley. Ahora queda con esos sectores avanzar hacia una mirada estratégica en común. Iremos acordando tema por tema. El Congreso deberá trabajar mucho más que en los dos últimos años.
—El bloque del FdT en Diputados funciona con un debate siempre abierto en distintos sectores que lo integran. ¿La unidad estará siempre a prueba?
—Máximo Kirchner promueve el debate, lo hace con claridad y conocimiento. Instauró la paridad de género en las presidencias de comisiones y un trabajo por regiones. Entre todos creemos que, ante la diferencia, lo más importante es la unidad.
—Cristina Kirchner y Sergio Massa ocupan las presidencias del Senado y Diputados, respectivamente. ¿Qué le da de novedoso al Congreso?
—Volumen político y fortaleza a la democracia. Al Frente de Todos lo potencia que represente no sólo a sectores políticos sino también a trabajadores, pymes y organizaciones sociales.
—Juntos por el Cambio perdió las elecciones. Sin embargo, en Diputados mantiene la unidad y un bloque muy significativo de 116 miembros, ¿esperaban que se mantenga la unidad política de la oposición?
—A la Argentina volvió el bifrentismo, a diferencia del bipartidismo de otras épocas. Cada uno con su impronta ideológica, su modelo de desarrollo.
—El presidente ya estableció sesiones extraordinarias para el verano: ¿qué debe esperar la ciudadanía del Congreso?
—Varias cosas, como unos cambios de reglamento en el funcionamiento de la Cámara. Y lo principal, el régimen jubilatorio para el Poder Judicial y el servicio exterior, donde esperamos que llegue el proyecto de ley del Ejecutivo. Luego, todos los regímenes especiales se analizarán por una comisión durante los próximos 180 días.
—A pocos días de empezar el nuevo gobierno se nota una dura confrontación contra la Casa Rosada de parte de medios de comunicación opositores. ¿Qué política de comunicación se dará el gobierno?
—El momento político de nuestra comunidad requiere el esfuerzo de todos. Apelamos a que cada uno defienda sus verdades relativas, pero advertimos que las campañas de injurias no conducen a nada. Creo que la comunidad observa el giro que hicieron los medios hegemónicos, que pasaron de oficialistas a opositores de un día para el otro. En ese sentido, se terminan desacreditando.