Pieza importante dentro del nuevo esquema de poder liderado por Maximiliano Pullaro, Clara García sostiene que la principal diferencia entre la nueva administración y la gestión Perotti es “la actitud de trabajo”. “Veníamos con un gobierno que estaba lejos y de espaldas a la gente”, señala la presidenta de la Cámara de Diputados, que asegura que el socialismo “está vivo” y es “un motor de Unidos”.
En diálogo con La Capital, la referente del PS habla sobre la agenda parlamentaria, la relación con la presidenta del Senado, Gisela Scaglia, dirigente del PRO, y fustiga al gobierno de Javier Milei. “Parece faltarle la templanza que se requiere en el gobierno”, advierte.
La actitud de trabajo: empezó muy cerca de la gente y muy de frente, cuando veníamos con un gobierno que estaba lejos y de espaldas a la población. Además, con un altísimo grado de planificación: Maximiliano Pullaro y sus ministros aprovecharon el tiempo desde que supo que había ganado con un millón y pico de votos, en ese triunfo tan importante y tan contundente. Los ministros empezaron a preparar la planificación de su tarea, las leyes que tenían que cambiar y la armonización de los equipos. También hay una impronta personal del gobernador, esto de trabajar 24/7 que me resulta muy cómodo y muy fácil de seguirlo, porque también ha sido mi impronta estos años. Nos hemos cruzado mucho en el territorio y hemos trabajado con mucha planificación y gestión.
Desde el cambio de gobierno se aprobaron 17 leyes, ¿cuál le parece la más importante?
Es difícil decir solo una. El gobernador hizo un escenario con todos los temas que le preocupaban a la gente y los temas de seguridad son los principales. Pacificar el territorio, pacificar los barrios, pacificar Rosario era el objetivo número uno. La ley de narcomenudeo o microtráfico es un cambio muy fundamental, porque el gobierno provincial toma la responsabilidad de investigar y juzgar este tipo de delitos. Hasta ahora la policía tomaba una investigación por narcotráfico y a través de los fiscales tenía que enviarlo a la Justicia federal, no había posibilidad de investigar de manera autónoma. También es un cambio la ley de emergencia en seguridad y en el servicio penitenciario. En estos años el delito se fortaleció, se organizó y se ancló desde la cárcel. Hay que trabajar con el control de los presos de alto perfil, con instancias donde el poder político sea el que tome las riendas del servicio penitenciario. Otra cosa muy importante es el pos penitenciario, qué pasa cuando los presos terminan su condena y salen a la calle, cómo hacemos para que vuelvan a reinsertarse socialmente y no vuelvan a delinquir. Son temas muy importantes que han estado en la Legislatura, que no llegaron a tener forma de ley pero el gobernador las está poniendo en marchas: son las mesas multiagenciales y hoy se llaman Intervención Barrial Focalizada. Implica llegar con el Ejecutivo provincial, con la municipalidad y con el MPA para trabajar en conjunto. Esa es una pintura de dos o tres casos que me parecen emblemáticos.
A la vicegobernadora Gisela Scaglia le consultamos cómo era la relación con usted viniendo de partidos diferentes, que incluso han competido, ¿cómo es la coordinación con ella?
El primer día tuvimos un gesto simbólico: fuimos a las 7 de la mañana y abrimos juntas la Legislatura. Eso después lo manifestamos en un trabajo muy bien organizado, donde políticamente encontramos un punto de encuentro guiado por estas leyes que el Ejecutivo presentó. Como vos decías, venimos de trayectorias diferentes, pero lo valioso de la relación política es que si hay diferencias las planteamos. Si se pueden solucionar, vamos por ahí. Si no, las dejamos en segundo plano.
Algunas de las normas que quedaron para febrero, como parte de la reforma del MPA y el Código Procesal Penal, generaron algunos ruidos en Unidos y con sectores de la Justicia. ¿Acercaron posiciones?
Vamos a estar trabajando muchísimo. Recordá que en enero tuvimos sesiones y hemos recibido a todos los actores de la Justicia. Una sociedad justa es una sociedad donde no hay impunidad. Venimos de una década del nuevo sistema penal, que ha dado muy buenos resultados, pero después de diez años es un muy buen momento para repensarlo. Quedan modificaciones en el MPA, la Defensa Penal, el Código Procesal Penal, el Código Procesal Civil y el juicio por jurados, temas que requieren mucho diálogo y mucho consenso social. Por eso los dejamos para esta instancia de febrero.
En estos días el gobernador planteó la posibilidad de impulsar en el Congreso un nuevo impuesto para gravar a los sectores más ricos, ya sea a través del patrimonio o de los ingresos, ¿están pensando algo en esa línea en Santa Fe?
Nosotros ya aprobamos tanto el presupuesto como la ley tributaria de este año y en Santa Fe siempre hemos tenido un criterio distributivo muy interesante. Los negocios más chicos tienen su régimen simplificado, nomás tienen la liquidación aquellos que son emprendimientos económicos más grandes. Este concepto de justicia tributaria Santa Fe ya lo tiene incorporado. Esto del gobernador Pullaro tiene que ver con un cambio de régimen nacional que se está proponiendo dentro de este paquete casi inasible. Muchos de estos cambios perjudican a nuestras pymes y a los trabajadores. Como en toda situación de crisis hay que pensar quién está en una mejor situación para poder afrontarla.
Hace cuatro años cuando asumió Perotti tuvo un discurso muy duro contra Lifschitz. El año pasado compitió con él y le ganó. ¿Pudo conversar algo con él en la Cámara?
Sólo hemos tenido un contacto institucional. En el discurso de asunción hice una referencia. Fue un error político y humano muy grande haber acusado a Miguel de tener relaciones con el delito. Por supuesto, no era cierto ni tenían fundamento alguno, pero doy vuelta la página.
Unidos tiene dos tercios en el Senado y mayoría en Diputados, ¿va a ser este el período de la reforma constitucional?
Hace 62 años que Santa Fe tiene esta Constitución. Parece mentira que no hayamos encontrado puntos de contacto para aggiornar nuestra ley. Como primera presidenta mujer de la Cámara de Diputados, lo cual es un orgullo y un honor, me compromete todavía más con las igualdades y los derechos que faltan. De aquellos sesenta convencionales había una sola mujer, lo cuento como pintura de época. Nuestra Constitución contiene un resabio de sociedades que eran distintas a la que hoy vivimos. Probablemente sí podamos avanzar. Lo comprendo al gobernador, que siempre ha dicho que su urgencia está en la solución de los problemas cotidianos, pero quienes formamos parte de los legislativos también tenemos una deuda con el presente y con el futuro de abordar estos nuevos marcos legislativos.
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Unidos es una alianza muy amplia, que costó muchos meses construir, ¿cuál es el rol del socialismo en la coalición?
Somos un motor de Unidos y en la Cámara de Diputados somos el bloque de más cantidad de miembros. Somos 14 diputados y diputadas socialistas y Tenemos muchos años de experiencia, muchos de nosotros hemos pasado por espacios ejecutivos y legislativos y hemos volcado esa experiencia de manera muy exitosa. El socialismo está en pie, es el motor de la Legislatura. Además, tenemos a Paco Garibaldi, el senador por el departamento La Capital, pero también una gran cantidad de intendentes, concejales, presidentes comunales y miembros de la mayoría y de la minoría. Yo recorro muchísimo la provincia y el socialismo está vivo. Ni que hablar a nivel nacional, porque este empuje que nos dimos, esta unidad que nos hace fuertes, hace que hoy Mónica Fein y Esteban Paulón estén teniendo roles fundamentales a nivel nacional. Aún con dificultades podemos decir que estamos absolutamente encaminados.
Pasando a lo nacional: en el balotaje el socialismo pidió el voto para Massa y hoy integra un bloque dentro de la oposición colaborativa. ¿Cuál es el lugar del PS en este escenario?
Milei ganó su presidencia con una enorme legitimidad, pero los legisladores y legisladores que forman el Congreso también ganaron sus roles con una enorme legitimidad. Ese es el balance de la democracia y ese es el respeto que debemos tener, con autocrítica de quienes formamos parte de la política y no hemos logrado las expectativas a nivel nacional que la gente esperaba. Ahora, tiene haber un principio de respeto, de búsqueda de consensos y un equilibrio republicano. Está claro que el Poder Ejecutivo tiene una enorme fuerza y tiene que poder gobernar, pero también hay un Congreso que es la voz plural, del diálogo, y no hay que perderlo. Allí Esteban Paulón y Mónica Fein están jugando un rol importantísimo.
¿En función de esta estrategia de Milei la oposición debería rechazar el DNU y la ley ómnibus?
Presentar dos normas de una magnitud enorme te pone en una situación de contradicción y este gobierno juega a tensarla cada vez más. Lo importante es debatir cada uno de los puntos. Mónica Fein lo dijo claro: si el pack de Milei es a todo o nada terminará siendo nada, lo cual es lamentable: cómo no dar los tiempos suficientes para que las distintas miradas del Congreso hagan su aporte. Puede ser que algunos temas estén bien, pero no podemos votar a libro cerrado. Lamentablemente creo que se va a dar una situación tensa y difícil hacia adelante.
¿Se puede poner en riesgo la democracia en la Argentina?
No quiero ni pensarlo ni entrar en esa disyuntiva. Espero que tanto el presidente en su pasión de hacer -que no comparto porque me da temor esta personalidad a la que parece faltarle la templanza que se requiere en el gobierno- al menos el resto de su entorno entiendan el valor de la búsqueda de acuerdos para que permiten un piso más sólido.
El 2027 parece muy lejano, pero hasta ahora Pullaro no tiene releección. ¿Le gustaría ser gobernadora?
No pienso en eso, la presidencia de la Cámara me lleva todo el tiempo y toda la energía. Creo que también marco un camino, tuve el orgullo de ser la segunda persona más votada de la provincia y en ese rol también está mi compromiso.