Una de las dos mujeres detenidas por el crimen del cardiólogo marplatense Luis Roberto Tortorella, hallado asesinado el 18 de marzo cerca de la localidad bonaerense de Sierra de los Padres, confesó que tuvo alguna participación en el hecho y aseguró que tenía un vínculo muy cercano con el profesional. Por su parte, una agente policial de 32 años también acusada del homicidio se negó a declarar.
Según indicaron fuentes de la investigación la primera imputada, de 28 años, asumió que estuvo implicada en el asesinato de Tortorella y explicó que lo unía al médico una "relación cercana", por lo que continuará detenida por ahora, al igual que la otra sospechosa.
Por otro lado, se supo que la camioneta Chery Tiggo roja que pertenecía al cardiólogo fue encontrada en la zona de la villa Deportiva del club Kimberley. El hallazgo lo efectuó personal policial tras un llamado al 911, que verificó que no se registraban faltantes y trasladó el vehículo al playón de tribunales con los precintos de secuestrada, donde quedó bajo custodia de personal de seguridad del edificio.
Una fuente indicó que la camioneta fue abandonada horas antes de que se alertara a la policía.
Tortorella, de 72 años, fue hallado el sábado 18 de marzo por la tarde, semienterrado, en un camino cercano a Sierra de los Padres, luego de haber sido visto por última vez dos días antes. Su hijo radicó la denuncia por averiguación de paradero al día siguiente de su desaparición en la comisaría de la localidad de Batán, donde el médico residía.
El docente había hecho la denuncia luego de corroborar que no había rastros del padre en su domicilio y que tampoco estaba allí su camioneta.
En ese marco, el sábado por la tarde una mujer que circulaba con una camioneta por el camino Los Ortiz, que comunica Batán con Sierra de los Padres, a unos 20 kilómetros de Mar del Plata, halló un cuerpo cubierto con ramas y tierra, al que sólo se le veían los pies, y estaba tapado con una frazada. Según la autopsia, el médico fue asesinado a golpes y también asfixiado.