Tres pesos pesados del hampa local detenidos en la cárcel de Piñero vieron alterada ayer su zona de confort por una serie de allanamientos ordenados por fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos y de la Unidad de Balaceras. Las celdas de René “Brujo” Ungaro en el pabellón 13; y las de Alejandro “Chucky Monedita” Núñez y de Hernán Ramón “Lichi” Romero, en el pabellón 4 del presidio ubicado en el Gran Rosario, fueron requisadas por personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en el marco de investigaciones por balaceras, tentativas de homicidios, extorsiones y usurpaciones de viviendas. En principio se indicó que Lichi no estaría involucrado en las pesquisas en marcha y que la requisa sobre su celda estaría dada por su afinidad con Núñez.
Por fuera de la prisión, una veintena de procedimientos cayeron sobre las segundas y terceras líneas de las bandas que comandan Ungaro y Chucky Monedita. Al menos una decena de personas fueron detenidas, entre ellas Gladys R., madre del Brujo, quien tenía un pedido de captura activo de la Justicia Federal de Rosario según fuentes de la pesquisa. En principio, este lunes siete personas serán acusadas y otras cuatro ya detenidas serán reimputadas en una audiencia.
El Brujo y Chucky Monedita son hombres habituados a las crónicas policiales y aunque supieron trabajar juntos, hoy están enemistados. Al primero se le atribuye el dominio de los monoblocks del Parque del Mercado y al otro, quien supo ser aliado de la banda de los hermanos Funes y con ellos compartir el brazo armado de la organización dirigida por Ungaro, querer ganarle el territorio a su viejo jefe.
El Brujo, de 34 años, cumple una condena a 13 años de prisión por el crimen del ex jefe de la barra brava de Newell’s Old Boys Roberto “Pimpi” Caminos. Hace tres semanas sumó otra pena a 7 años de cárcel , que aún no está firme, por ser parte de una asociación ilícita dedicada a la comisión de diversos delitos contra la propiedad, la libertad e integridad física de las personas.
Chucky Monedita, por su parte, está pagando una condena por homicidio y su apodo fue mencionado en una investigación en manos del fiscal David Carizza en la que había contactado al taxista Jorge Inocencio Ojeda para que éste le marcara los movimientos de Carlos Argüelles, antiguo hombre de la mesa chica del narcoempresario Esteban Lindor Alvarado para que el sicario Jonatan Alejandro Ribles lo ejecute.
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Esta investigación comenzó con la detención y el secuestro del celular de Ribles. Así el fiscal Pablo Socca descubrió que uno de los mensajes en su teléfono podía tener relación con una persecución sobre Argüelles. Por eso le pasó los datos a supar David Carizza, quien llevaba ese legajo. Eso condujo a establecer que la persona que le pasaba datos a Ribles para ubicar al viejo socio de Alvarado era el taxista Ojeda, quien quedó en prisión preventiva por orden del juez Gustavo Pérez de Urrechu imputado de intento de homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria agravado por uso de arma de fuego como partícipe secundario. La expectativa de pena que tiene es de 5 a 7 años de prisión. El 28 de enero pasado Argüelles fue emboscado cuando iba junto a su familia en su Ford EcoSport a la altura de Gaboto al 5500. El auto recibió cuatro impactos por parte de un sicario, pero por su buena fortuna de Argüelles se salvó. Fuentes judiciales indicaron que en los próximos días “Chucky Monedita” será impuitado por ese hecho.
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Foto: Virginia Benedetto.
Chucky Monedita
Por órdenes de los fiscales Pablo Socca y Valeria Haurigot, a cargo de la Unidad Fiscal de Balaceras, se realizaron 15 allanamientos que terminaron con siete detenidos en calles y barrios que en los últimos meses fueron sacudidos por la violencia armada y por ataques a viviendas con fines de usurpación. Fueron rquisadas viviendas en barrio Tablada, Villa Manuelita, el complejo del Parque del Mercado, San Francisquito, los barrios Emaús, 7 de Septiembre y Stella Marís, en el barrio Santa Rosa de la Paz de Granadero Baigorria y la villa Las Palmeras de Villa Gobernador Gálvez.
A los cuatro detenidos (Chucky Monedita, Ojeda, Ribles y Nahuel R.) se le sumaron ayer Támara Ayelén “La mona” M., Abel “Barba” B., Gianfranco “Totito” G., Diego “Negro” R., Germán “Chimi” G., Florencia A. (novia de Ribles), Mara Carolina T. y Carla R. En los allanamientos se incautó una pistola marca Bersa calibre 380, municiones de diferentes calibres, una balanza digital y bolsas con marihuana.
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Estas once personas serán acusada el lunes en diferentes expedientes judiciales por ser parte de una asociación ilícita liderada por Chucky Monedita, abuso de armas, amenazas, balaceras, portación y tenencia ilegal de arma de fuego.
El Brujo
En paralelo, fuerzas de la AIC desarrollaron allanamientos en un plano más cerrado del Parque del Mercado. Allí se requisaron media docena de viviendas en inmediaciones de Isola al 300 bis y Sánchez de Thompson entre Grandoli y Laferrere, una zona que padeció en el último año y medio siete homicidios en un radio de cinco cuadras. El rango de búsqueda de los uniformados se amplió a uno de los sindicados como dueño de la escena en la zona: René Brujo Ungaro.
Uno de los casos puestos bajo la lupa para llegar hasta los monoblocks fue el ataque a balazos contra Luciano Nicolás P., un pibe de 16 años al que todos reconocen como “Cumpi” y que el lunes 5 de abril fue atacado por dos personas a la altura de la tira 10 del complejo, en inmediaciones de Sánchez de Thompson e Hipócrates. El adolescente recibió disparos en la espalda, el hombro y la zona lumbar y fue internado en grave estado. Los investigadores no dieron mayores detalles de los detenidos, a los que se los mencionó como terceras líneas de la banda y que serán acusados por balaceras, extorsiones y usurpaciones.
Hubo un detalle que no pasó desapercibido. En uno de los allanamientos fue detenida Gladys R., madre del Brujo, sobre quien pesaba una orden de detención emitida por uno de los juzgados federales de Rosario. La mujer no quedó involucrada en los allanamientos de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos y puesta a disposición de la Justicia Federal aunque no trascendió el tenor de la acusación.
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Foto: Virginia Benedetto.
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Otro detalle que regaló esta serie de allanamientos sirve para conocer en primera persona cómo viven los vecinos en zonas donde las requisas son más o menos frecuentes. Ayer a primera hora el foco de atención periodística se concentró en Sánchez de Thompson entre Laferrere y Grandoli, en las torres 3 y 6 del Parque del Mercado.
Tras la puesta en funcionamiento de los grupos de irrupción de la AIC y la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), la prensa pudo tener acceso a situaciones del diario vivir de vecinos que no tienen más remedio que residir allí. Mientras el operativo se desarrollaba, una pareja de adultos mayores salió de una de las torres de Sánchez de Thompson 272 bis contando que su casa había sido allanada por error. “Nos pegamos un cagazo bárbaro. A las 6.30 nos rompieron la puerta con un ariete. Nos trataron como delincuentes hasta que les mostramos los documentos y las escrituras. Ahí nos empezaron a tratar mejor. Ahora, ¿quién nos paga la puerta y el mal momento?”, indicaron enojados.
Otra mujer fue contra la prensa. “Ustedes le dan pelota a éstos (por la policía) que la cuentan como quieren. Bien que a los choros de la torre 7 nadie se les anima”, espetó. Cuando el cronista la invitó a contar su vivencia, relatar lo que sucede en el barrio, la mujer se fue masticando bronca sin dar su versión de lo que para ella era importante y que los medios no difunden.