Ignacio “Ojito” Actis Caporale, uno de los transeros más reconocidos de la región, fue detenido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires acusado en una investigación por el envío por encomienda con 8 kilos de cocaína de buena calidad a la ciudad española de Salamanca, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Ojito tiene 35 años y estaba en libertad condicional desde marzo del año pasado en el marco de una condena a 9 años y 6 meses, pero fue incriminado en la causa por la declaración de una testigo de identidad reservada que al ser detenida pidió acogerse a la figura del arrepentido y dijo trabajar para Actis Caporale, quien quedó acusado por los delitos de asociación ilícita, tentativa de contrabando de drogas y tráfico de estupefacientes. En la misma causa hay otros tres detenidos.
Actis Caporales fue detenido en 2016 y en diciembre de 2020 Ojito fue condenado a 12 años de prisión por el Tribunal Oral Federal 3, pero meses después esa sanción quedó reducida a 9 años y medio por acogerse a la ley del arrepentido. Posteriormente, tuvo otra reducción de pena, 13 meses, por realizar 30 cursos educativos en la cárcel, entre ellos haber concluido la escuela secundaria y haber iniciado una tecnicatura universitaria. Así obtuvo el derecho a la libertad condicional.
Tras obtener la libertad condicional en marzo del año pasado, y ante el temor de que pudiera ser asesinado en Rosario, Ojito se afincó en e barrio de Caballito, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Estaba dedicado a la compra y venta de autos usados. La mañana de este viernes Actis Caporale se presentó en la comisaría de la Policía de la Ciudad de la Comuna 6 para cumplir con las normas de conductas impuestas por el tribunal al momento de otorgarle la condicional, cuando efectivos de la policía porteña procedieron a detenerlo por orden del juez federal en lo penal económico Pablo Yadarola.
Droga en una chopera
Según pudo conocerse, la causa en la que se acusa a Ojito comenzó el 22 de diciembre del año pasado, cuando una mujer intentó enviar en una encomienda a España una chopera que contenía 8 kilos de cocaína de buena calidad. La mujer procedió a despachar el envío con su propio DNI. El paquete fue interceptado por efectivos de Afip y de Aduanas. La droga nunca salió del país. Sin que la mujer sospechase comenzó una investigación sobre el cargamento y al haber realizado el despacho de la droga con su DNI fue cuestión de días hasta que fue detenida en su casa el 8 de marzo pasado.
Al ser indagada la mujer pidió acogerse a la ley del arrepentido y acto seguido dijo trabajar para Actis Caporale. Allegados a Ojito hicieron hincapié que no hay otra cosa en la causa que vincule al expediente a Actis Caporale que el señalamiento de la testigo. Ojito quedó preso y será indagado en las próximas horas.
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El 26 de septiembre de 2012 la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) realizó 14 allanamientos simultáneos en Rosario en la búsqueda de un transero que hasta ese momento no estaba en el radar de las grandes ligas. Sólo menciones que era proveedor de la banda de Norma "La tía" López en la zona noroeste de Rosario, más precisamente en los barrios La Cerámica y Parque Casas. Eran días de conmoción en las calles de la ciudad tras el asesinato a sangre fría de Martín “Fantasma” Paz el sábado 8 de septiembre de ese año en Entre Ríos y 27 de Febrero. El operativo de la PSA tenía como blanco a Actis Caporale. Pero no lograron dar con él a pesar de que detuvieron a nueve personas.
Se bajó en Lima
Por entonces Ojito estaba regresando de unas vacaciones en Colombia junto con su novia y en pleno vuelo se enteró de que su banda estaba siendo desbaratada. Entonces aprovechó una escala técnica que el avión hizo en el aeropuerto peruano de Lima y se bajó. Cuando los efectivos de la PSA se aprestaban a detenerlo en la aduana de Ezeiza solamente se encontraron con su novia, una joven modelo y promotora. A la banda le incautaron cuatro kilos de cocaína de máxima pureza, tres de marihuana, 400 pastillas de éxtasis, 40 troqueles de LSD, varias dosis de Ketamina, seis autos de alta gama, ocho armas de fuego y 250 mil pesos en efectivo.
Actis Caporale se mantuvo prófugo de la Justicia cerca de cuatro años y al menos tres oportunidades en las que logró burlar emboscadas que la policía le tendió para detenerlo. El 18 de diciembre de 2016 Ojito cayó en un lugar poco esperado: el autódromo de Buenos Aires. Lo detuvo la PSA. Hacía un año que participaba en carreras transmitidas por televisión con el nombre de Alex Aqua en un torneo de autos Ford Fiesta.
Como era un piloto de los de punta, había dado varias notas para las transmisiones de televisión. En Rosario fue el comisario Alejandro Druetta, por entonces jefe de Inteligencia de la zona sur de la Dirección de Provincial de Prevención y Control de Adicciones (ex Drogas Peligrosas) de la Policía de Investigaciones (PDI, hoy la Agencia de Investigación Criminal) quien salió a vender el positivo a la prensa. También fue jefe de Contrainteligencia de la PDI hasta 2017.
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Druetta contó en rueda de periodistas que había sido él el primero que detuvo en Rosario a Ojito. “Fue hace diez años cuando Caporale vendía pastillas de éxtasis en Plaza Pringles. Era un muchachito joven que no llamaba la atención para nada, de nivel de vida de clase media alta, relaciones con familias de bien o muy adineradas y una persona muy inteligente”, dijo Druetta. Cuatro años más tarde, en noviembre de 2020, Druetta y Ojito compartieron el banquillo en la sala de debate del Tribunal Oral Federal 3.
En la apertura del juicio, Actis Caporale fue al hueso. “Mi jefe era Druetta y nosotros éramos una cooperativa”. Y amplió. Dijo que Druetta siempre ganaba. Si detenía en la calle a un narco le robaba la droga o negociaba con el dealer que trabajara para él o bien que le indicara competidores para detenerlos de modo de hacer procedimientos positivos que eran rápidamente mediatizados.
Entre los años 2018 y 2019 Ojito pidió acogerse a la figura de imputado colaborador (arrepentido) y brindó datos al fiscal federal de instrucción Claudio Kishimoto y a la Procunar sobre los escalones superiores de su banda. Entonces contó, con datos que luego fueron acreditados en el juicio, que trabajaba para la policía de Santa Fe. Y que se reportaba ante Druetta y Juan “Tiburón” Delmastro, que fue condenado en 2018 por colaborar con la banda de Los Monos.
El pacto era que Actis Caporale le daba información a Druetta y Delmastro sobre quiénes eran las personas a las que él les vendía estupefacientes y los policías luego los detenían en importantes procedimientos que eran inmediatamente mediatizados. Usaban la figura en los partes preventivos para abrir las causas de “dateros anónimos” o “información de calle”. Y así ganaban todos. Ojito se beneficiaba porque seguía vendiendo y los policías ganaban ascensos en base al prestigio ante la sociedad.
Según se develó en el juicio, la banda se mantuvo activa entre el 5 de julio de 2007 hasta el 26 de septiembre de 2012. El fiscal federal Federico Reynares Solari los acusó en dos expedientes y pidió para ellos 12 años, para Ojito, y 15 para Druetta. El precio final fue 9 años y 6 meses para Actis Caporale y 10 para Druetta, que cumple en prisión domiciliaria, por el delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de comercio. El Tiburón Delmastro fue condenado a 7 años.