Una joven testigo del homicidio de su marido declaró ayer en Tribunales en el marco de la investigación de un caso en el que su hermana fue asesinada por sicarios que la confundieron con ella. El ataque errado buscó evitar que la chica cumpliera con una ronda de reconocimiento de la que participaría uno de los principales imputados del crimen de su pareja. Ese segundo capítulo fatal del caso rozó a un abogado penalista, que fue imputado como partícipe secundario del homicidio ya que a pedido de su cliente postergó el reconocimiento del mismo, instancia en la que se produjo el asesinato de la joven.
Finalmente el verdadero blanco de la venganza declaró ayer en medio de un inusual operativo de seguridad desplegado por Gendarmería Nacional en las adyacencias y el interior de los Tribunales provinciales. Un rato antes la joven cumplió con el postergado reconocimiento de personas y señaló al autor de los disparos que mataron a su pareja, Jonathan Alexis Rosales.
Ayer a la mañana, y hasta pasado el mediodía, la imagen repleta de autos y camionetas blancas con vivos verdes de Gendarmería, media docena de motos y más 40 efectivos de esa fuerza apostados en Moreno al 1600 remitía a pensar que se trataba medidas de seguridad extremas tomadas tras el ataque al convoy del Servicio Penitenciario (SP) que trasladaba a Luis Pollo "Bassi", Facundo "Macaco" Muñoz y Milton Damario.
Pero el objetivo de los gendarmes era proteger a Brisa O. , la joven de 18 años que está en el Programa Nacional de Testigos y era pareja de Rosales, el muchacho de 25 años que el 22 de junio de 2016 fue asesinado cuando iba en una moto con ella y una pequeña hija de ambos, de 8 meses, por Padre Giaccone al 1400. Entonces fueron emboscados por personas que circulaban en un auto. Rosales murió, Brisa fue herida en una pierna y la bebé salió ilesa.
Venganzas
En principio el crimen fue atribuido a una venganza en la serie de homicidios ocurridos en ese tramo de 2016 en torno a la puja por el poder de la barra brava de Newell's Old Boys. El caso quedó en manos del fiscal de Homicidios Pablo Pinto, quien explicó a los medios que la familia de la víctima estaba atemorizada y no quería declarar. Luego pasó a su par Ademar Bianchini, quien logró la detención de uno de los sospechosos, Elías "Zapatito" Benegas, quien en septiembre pasado fue imputado como coautor del crimen de Rosales .
Más tarde se logró la detención de un cómplice de Zapatito, Rubén "Tubi" Segovia. En ese interín el fiscal pidió una rueda de reconocimiento de personas que, como única testigo, debía cumplir Brisa ante Tubi.
Pero el 16 de diciembre, antes de que se concretara esa medida, hubo un atentado a tiros contra la casa de Brisa, en Vera Mujica y Rueda. Sin embargo, el blanco fatal fue su hermana Lorena, de 16 años, que murió como consecuencia de esas heridas el 21 de enero pasado.
Ese episodio complicó al abogado penalista Marcos Cella, que a pedido de su cliente, "Tubi"Segovia le solicitó al fiscal Bianchini postergar la medida judicial del reconocimiento, lapso en el que se produjo el ataque en el que murió Lorena al ser confundida con su hermana por su parecido físico (ver aparte). Entonces la Fiscalía decidió incorporar a Brisa en el Programa de Protección de Testigos de la Fiscalía General de la Nación para resguardar su integridad y la de su familia.
Asegurar la prueba
Finalmente, ayer la Fiscalía solicitó una audiencia para concretar la declaración de la testigo, lo que se designa técnicamente como anticipo jurisdiccional de prueba en virtud del peligro que pudiera correr si se la expone en un juicio y ante las partes. Un rato antes, en el subsuelo de Tribunales, Brisa cumplió con la postergada rueda que resultó positiva respecto de "Tubi" Segovia.
Luego, sobre las 14.30, fue trasladada a la sala 2 del segundo piso donde entró literalmente rodeada de al menos diez gendarmes y testificó sin la presencia de público, medios, imputados, ni familiares. En el recinto, y ante el fiscal, los defensores y el juez de garantías Juan Carlos Leiva, Brisa describió durante 45 minutos los detalles de la secuencia que observó cuando mataron al padre de su hija.
Explicó que luego de dar unas vueltas en la moto notaron que los seguía un auto. Que en un momento se les pusieron a la par, los encerraron y cayeron en una zanja. La joven identificó a "Tubi" como quien manejaba el vehículo y a "Zapatito" como el acompañante al que vio estirar la mano y disparar.
Una postergación que le atribuyen a un abogado penalista
El caso de Jonathan Rosales abrió un escándalo en el fuero penal local con la acusación del abogado Marcos Cella como partícipe secundario del crimen de Lorena O. El penalista defendía a Rubén Ariel "Tubi" Segovia, uno de los acusados del crimen de Rosales. El pibe ya estaba detenido y debía ser sometido a rueda de reconocimiento ante Brisa.
Pero a partir de escuchas telefónicas entre Cella y su cliente, la Fiscalía esgrimió que el imputado le pidió a su abogado postergar la medida judicial.
Según la hipótesis del fiscal Luis Schiappa Pietra, Cella tramitó el cambio de fecha con el fiscal Bianchini, quien aceptó, y horas después mataron a Lorena al confundirla con Brisa. El mismo día que Cella fue acusado, a su cliente le imputaron el homicidio de Rosales. El profesional dijo que "jamás" pospondría una rueda de reconocimiento para permitir que maten a un testigo. Y que había pedido la postergación "por cuestiones personales". Cella está en libertad bajo caución de un millón de pesos.