Un joven de Sunchales murió en pelea de presos en la cárcel de Coronda

La cárcel de Coronda fue escenario de un nuevo hecho de violencia ayer a la tarde cuando se desató un enfrentamiento entre dos internos que derivó en la muerte de uno de ellos producto de una profunda herida de arma blanca en la zona del tórax. Aunque el preso fue asistido de urgencia por personal de la propia cárcel y trasladado al hospital José María Cullen de la capital provincial, murió mientras era asistido por el personal médico de ese centro asistencial.

Fuentes policiales identificaron a la víctima como Daniel Alejandro Picone, de 25 años y oriundo de la ciudad de Sunchales, quien cumplía una condena a 3 años y medio de prisión por robo calificado que iba a cumplir en julio próximo por lo que obtendría la libertad. Sin embargo, problemas internos en el pabellón 5 sur (destinados a presos santafesinos y del norte provincial) lo llevaron a tener la pelea que ayer a la tarde terminó con su vida.

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El muchacho, dijeron fuentes de la pesquisa, ingresó al centro de salud de la capital provincial a las 15.30 de ayer e inmediatamente fue derivado al quirófano. Una hora más tarde se informó su fallecimiento debido a la gravedad de las heridas recibidas. En tanto, desde el Servicio Penitenciario (SP) se informó que el agresor está identificado y fue puesto a disposición de la Justicia.

El fatal episodio no es el primero que ocurre esta semana. El martes a la noche ya había ocurrido otro enfrentamiento entre dos internos y en esa ocasión ambos resultaron heridos y debieron ser trasladados al hospital Cullen al cual ingresaron alrededor de la 1.30 del miércoles. Como las lesiones eran leves, fueron atendidos y dados de alta en menos de 24 horas.

Los hechos se dan en la misma semana en que dos agentes del Servicio Penitenciario que trabajaban en el penal más grande de la provincia fueron separados de sus puestos por esconder siete celulares en la mochila de un baño destinado al personal en el pabellón 11 y alquilárselos a los detenidos. La requisa se extendió al interior del pabellón donde fueron hallados otros cinco teléfonos en una celda.