El 11 de enero de 2020 ocurrió un crimen que conmovió a la ciudad. Enrique Encino, un gerente bancario de 64 años de la localidad de Las Parejas, fue asesinado de un balazo en la cabeza cuando salió a fumar un cigarrillo a un balcón del casino City Center. El homicidio comenzó a esclarecerse a los pocos días y expuso además una compleja trama de extorsiones que se llevaban a cabo en nombre de Máximo Ariel “Guille” Cantero, considerado por la Justicia como líder de la banda de Los Monos. Este jueves comenzó el juicio a Cantero y otras cuatro personas por esos hechos, considerados por la acusación como parte de las actividades de una organización criminal compuesta además por otros integrantes que ya aceptaron condenas mediante procedimientos abreviados. Los principales afrontarán penas de entre 20 y 34 años.
Sin el inmenso despliegue de seguridad que se ha visto en ocasiones de otros juicios contra líderes narco, otra vez referentes de Los Monos comenzaron a ser juzgados en el Centro de Justicia Penal de Rosario. Este jueves por la mañana se llevó a cabo la primera audiencia ante el tribunal compuesto por los jueces Gonzalo Fernández Bussy, Rodrigo Santana y Aldo Bilbao Benítez. Junto a Guille Cantero están acusados dos hombres de su confianza como lo son Carlos Damián “Toro” Escobar y Maximiliano “Cachete” Díaz. Además de Otniel De León Almonte, alias “Dominicano”, y Rodrigo Ortigala, conocido por haber sido cercano a Esteban Alvarado y luego convertirse en testigo protegido en el juicio por el cual el líder narco terminó condenado a prisión perpetua.
Con todos los imputados conectados vía digital desde sus lugares de detención, salvo Ortigala que por haber llegado al juicio en libertad asistió a la audiencia desde su casa, el trámite comenzó pasadas las 8.30 con el alegato de apertura de los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos Luis Schiappa Pietra y Matías Edery. En un principio la exposición fue interrumpida por una serie de intervenciones de los imputados. Escobar pidió no presenciar la audiencia y dijo estar descompuesto dado que está atravesando una huelga de hambre como forma de protesta por sus condiciones de detención, pero la solicitud fue rechazada por el tribunal. Como respuesta Escobar se fue de la sala en la que estaba y eso obligó a los jueces a ordenar un cuarto intermedio.
Al retomarse la audiencia Escobar aseguró que no estaba apto para estar en el juicio. “Me van a condenar igual, es todo política esto. Me quiero enfocar en mi salud”, dijo y aceptó que el juicio continúe sin su presencia. Luego habló el defensor público Gonzalo Armas, representante de Cantero, quien anticipó que su defendido pretende retirarse todos los días a las 13 ya que a esa hora, “por estar sometido a un régimen restrictivo tiene un período temporal breve de comunicación con familiares. No quiere que sea interpretado como rebeldía, está interesado en permanecer pero no puede”, agregó Armas.
Trama criminal
Cuando por fin pudieron continuar, los fiscales concluyeron su alegato basado principalmente en relacionar los distintos hechos que se juzgarán en el debate. Es que, además del asesinato de Enrique Encino, en el juicio se abordarán cinco extorsiones que se llevaron a cabo entre agosto de 2019 y mayo de 2020. “En el marco de una compleja trama relacionada con una organización criminal que venía cometiendo hechos de extorsiones se suscita el homicidio en el casino City Center”, explicó el fiscal Schiappa Pietra.
Dos días después del crimen de Encino fue detenido “Cachete” Díaz, ahora acusado como organizador del hecho. Su detención tan pronta, explicaron los fiscales, fue posible dado que su teléfono estaba intervenido en el marco de la causa por el homicidio del policía Cristian Ibarra, asesinado en julio de 2019. Por esos días se habían constatado comunicaciones de “Cachete” con “Toro” Escobar y “Guille” Cantero, donde hacían menciones al casino y una serie de movimientos que para los acusadores refería a los preparativos del ataque.
>>Leer más: Los Monos: puntapié inicial para el juicio por el crimen de un contador en el casino
Tres días más tarde de la aprehensión de Díaz, llevada a cabo en Mitre y Pellegrini, un vecino de la zona entregó a la Justicia un celular destruido que había encontrado en ese lugar y que resultó ser de “Cachete”. El peritaje permitió acceder al contenido del aparato, que arrojó diálogos de Díaz con Leonardo Peiti, un empresario del juego que luego terminó acusado como parte de la asociación ilícita investigada. De esas conversaciones surgieron evidencias de la corrupción judicial que expuso al entonces fiscal regional Patricio Serjal, al entonces fiscal Gustavo Ponce Asahad y su colaborador Nelson Ugolini, todos posteriormente imputados.
En ese marco Schiappa Pietra dimensionó el asesinato de Encino y las investigaciones a su alrededor. “El homicidio en el casino fue un hecho anómalo, en el sentido en que esta tragedia terminó desnudando una red de complicidades de funcionarios políticos y judiciales muy grande en la provincia que permite entender por qué tenemos esta trama criminal en Rosario justamente por los vínculos entre el Estado con organizaciones criminales”, analizó el fiscal.
Los hechos
El 11 de enero de 2020 no fue la primera vez que Enrique Encino había ido al casino City Center. El entonces gerente de la sucursal de Las Parejas del Banco Nación era habitué de esa casa de juegos y aquella noche se asomó a un balcón para fumar un cigarrillo. En ese momento, cerca de las 22.30, dos personas en moto llegaron a las inmediaciones del casino por calle Moreno al 6400 y dispararon al menos seis tiros en dirección al balcón. Un balazo impactó en el cráneo de la víctima, que murió al cabo de unas horas.
Según la acusación uno de los autores del crimen fue Otniel De León Almonte, de 34 años y nacionalidad dominicana para el que los fiscales pidieron la pena de 26 años de cárcel. Además del homicidio agravado por uso de arma de fuego en carácter de coautor y portación ilegítima de arma de fuego de guerra, le achacaron ser miembro de la asociación ilícita en el marco de la cual cometió el hecho.
“El Dominicano”, según la acusación, actuó gracias a la planificación y logística que estuvo a cargo de Díaz, de 35 años, para quien la pena solicitada es de 34 años por el homicidio agravado por uso de arma de fuego en carácter de coautor y portación ilegítima de arma de fuego de guerra. Además, lo acusaron por cuatro extorsiones y por ser organizador de la asociación ilícita.
>>Leer más: Crimen en el casino: el fiscal Schiappa Pietra asegura que el caso "explica la trama criminal en Rosario"
Para los fiscales “Cachete” actuó bajo las órdenes de Cantero, para quien pidieron una pena de 22 años de cárcel como instigador del crimen de Encino. Los acusadores aseguran que ordenó el atentado para amedrentar al casino en el marco de las extorsiones que el grupo llevaba a cabo.
En cuanto a Escobar la acusación planteó un pedido de 20 años al considerarlo partícipe primario del homicidio de Encino y de una tentativa de extorsión. Según los fiscales, días antes del atentado al casino el Toro afinó detalles sobre cómo se concretaría el hecho mediante conversaciones con Díaz. Un diálogo que continuó el día siguiente a concretado el ataque y que se expondrá durante las jornadas del debate oral que, se estima, se extenderá a lo largo de todo agosto.
En cuanto a Ortigala, los fiscales pidieron la pena de un año y seis meses de prisión efectiva por su presunta participación secundaria en un intento de extorsión ocurrido entre el 8 y el 9 de enero de 2020 contra el propietario de una casa de cambio. Esa fue una de las cinco extorsiones, en tentativa o consumadas, que se abordarán durante el debate.
Sobre estos hechos el fiscal Matías Edery destacó que para entonces, a diferencia de lo que ocurre en la actualidad, no se trataba de una modalidad habitual. “Hoy las extorsiones son moneda corriente en la dinámica delictiva, pero en 2019 no había un auge o no era tan público”, explicó el funcionario. “Además de estas extorsiones hubo algunas que no pudieron ser esclarecidas, había un listado de las personas que pagaban pero no pudieron ser localizadas porque estaban anotadas con sus apodos”, agregó.
Las defensas
Las defensas de los imputados fueron críticos con la acusación e hicieron distintos pedidos en relación a la situación de sus defendidos. “Voy a pedir la absoluta nulidad de las extracciones telefónicas, que resultan contrarias a todos los estándares nacionales ni internacionales”, consideró la abogada Marta Macat, representante de Maximiliano “Cachete” Díaz. Su par Walter Calenta sostuvo que pedirán la absolución del imputado dado que “no se podrá acreditar cada hecho endilgado”.
Lionel Iesari, representante de Escobar y Ortigala, también adelantó que pedirá la absolución. “La Fiscalía no va a poder demostrar la participación endilgada a Escobar en el resultado muerte de Encino. No va a poder probar que Escobar haya dado algún aporte a los autores materiales o intelectuales”, consideró el letrado. Sobre Ortigala indicó: “Se pretende adjudicar una participación que nunca se llevó a cabo y no se puede acreditar. Ortigala no tiene vínculo ni conoce a las víctimas”. Además destacó que su declaración como testigo protegido en la causa a Esteban Alvarado provocó una enemistad “que lo llevó a buscar protección con otra gente”.
>>Leer más: "Yo sabía que Esteban me iba a meter en problemas", dijo el testigo clave en el juicio contra Alvarado
En tanto, por la defensa de Otniel De León Almonte, el abogado Luis Ricardo Rittiner también sostuvo el pedido de absolución para su defendido. “El debido proceso es otra cosa, no este apurón para sacar una sentencia o validar un problema administrativo como la prisión preventiva. Otniel no participó de una asociación ilícita, y que no participó del homicidio de Encino está probado”, consideró.
Por su parte, el defensor público Gonzalo Armas apuntó a las evidencias con la cual la acusación endilga a “Guille” Cantero haber instigado el homicidio de Encino. En uno de los diálogos que consta en la investigación “Cachete” Díaz le dice que él mismo irá al casino, con lo que los acusadores suponen que se refería al atentado extorsivo, a lo que “Guille” le responde: “Sí, sí, fijate bien. La hacemos bien, a ver si nos dan algo bien piola”. “Estaban hablando dos amigos de que uno iba a ir al City Center. Que la Fiscalía pruebe lo que pueda, y el tribunal aplique la norma”, analizó Armas al respecto.