La Sala I de la Cámara Federal de Salta confirmó el procesamiento con prisión preventiva del empresario boliviano Jorge Adalid Granier Ruiz y el embargo dispuesto sobre sus bienes por 30 millones de pesos, por haber organizado el transporte de 389 kilos de cocaína para bandas criminales de Rosario. Al mismo tiempo el jefe narco a quien apodan “Nono” o “El Narcofantasma” pidió ser trasladado a una cárcel federal salteña desde su actual alojamiento en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, un penal de máxima seguridad, donde las restricciones impuestas por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, impactaron con más fuerza y aún más con los últimos acontecimientos registrados en Rosario.
El tribunal revisor rechazó el recurso de apelación interpuesto por la defensa del imputado contra la resolución que había dictado el 30 de noviembre pasado el Juzgado Federal N°1 de esa jurisdicción, a cargo de Julio Bavio, quien había procesado a Granier Ruiz por el delito de organizador de transporte de estupefacientes, agravado por el número de intervinientes.
Granier Ruiz fue procesado como autor del traslado aéreo de cocaína desde Bolivia a los campos santafesinos y puntualmente a Rosario. Reconocido por los alias de Fantasma, Jorgito, Nono o Chuleta, este narco boliviano de 44 años con contactos con el PCC (Primero Comando da Capital) fue proveedor de cocaína de Esteban Lindor Alvarado y Adelaida “Reina Tití” Castillo, del clan de Valdemar Loza. Cayó preso en marzo de 2023 pasado en un control de tránsito en la pequeña localidad de Jaraguari, poblado de unos 8 mil vecinos del estado de Mato Grosso do Sul. Se movía con identidad falsa. Al caer pesaba sobre él un pedido de captura del juez federal de Salta Julio Leonardo Bavio, quien lo acusó de ser “responsable del delito de organizador de transporte de estupefacientes agravado por el número de personas intervinientes”, por un cargamento de 389 kilos de cocaína interceptados en septiembre de 2020".
El procesamiento de Granier Ruiz fue impulsado por el fiscal general Eduardo Villalba junto al titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Diego Iglesias. El hecho que se le imputa ocurrió el 24 de septiembre de 2020 en Ramallo, provincia de Buenos Aires, y se trata de un caso por el que recibieron condenas otros miembros de la misma organización. Granier Ruiz estuvo prófugo y fue localizado en Brasil. Los fiscales requirieron su extradición, que fue solicitada a su vez por el Bavio. Tras el juicio de extradición en el vecino país, el empresario fue enviado a la Argentina para su juzgamiento en el fuero federal de Salta. En la imputación a Granier Ruiz, el equipo fiscal liderado por Villalba e Iglesias -con la asistencia de Jorge Viltes Monier, Mariana Gamba Cremaschi y Matías Álvarez, como auxiliares fiscales- presentó intervenciones telefónicas donde el acusado reconoce que cobra una suma de 320 mil dólares por el transporte de la droga en aeronaves, con un adelanto de 50 mil, y señalaba que la capacidad de carga de las avionetas rondaba entre los 380 y 400 kilos.
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De acuerdo con la investigación, luego de arribar al país la droga, en el caso de Santa Fe, era resguardada en una finca en la localidad de Ibarlucea. Como cabeza de una banda trasnacional, Granier Ruiz tenía en esa zona del Gran Rosario una base de operaciones y logística para distribuir droga que llegaba en avionetas desde Bolivia y Paraguay, esa base estaba bajo la gerencia de Fabián “Calavera” Pelozo.
Uno de los hombres de Calavera era Maximiliano Iván “Maxi Rey” Giménez, una de las víctimas del triple crimen ocurrido a la salida de una fiesta de casamiento del 29 de enero de 2022 sobre la ruta 34S. Esa madrugada, en una emboscada fueron asesinados a balazos Maxi Rey, su esposa Erica Romero y Elena, la hija de ambos, de poco más de un año y medio. La pesquisa local del triple crimen corrió en paralelo a la investigación federal que se llevaba adelante desde Salta y que tenía mencionados a Calavera Pelozo y a uno de sus cómplices, Ignacio Quintana, a quienes el Fantasma llamaba “mis muchachos”.
Calavera también se había hecho un lugar dentro del organigrama de la banda de Esteban Lindor Alvarado. En agosto pasado Calavera y Quintana fueron condenados a 9 y 7 años por el transporte de 389 kilos de cocaína que fueron interceptados el 24 de septiembre de 2020 en la autopista Rosario-Buenos Aires, en jurisdicción de Ramallo.