En un control rutinario de la Policía Rodoviaria Federal (PRF) brasileña en Jaraguari, un pequeño poblado de unos 8 mil vecinos del estado de Mato Grosso do Sul, fue detenido Jorge Adalid Granier Ruiz, sindicado narco boliviano de 43 años con contactos con el PCC (Primeiro Comando da Capital) y proveedor de cocaína en Argentina de Esteban Lindor Alvarado o Adelaida “Reina Tití” Castillo, del clan de Valdemar Loza, entre otros. La Justicia federal argentina lo investiga como presunto líder de una banda trasnacional que movía en avionetas cocaína boliviana y marihuana paraguaya en las provincias de Santa Fe y Córdoba, para luego transportarla por tierra y distribuirla a distintos grupos criminales.
Apodado “Fantasma”, Granier Ruiz tenía una alerta roja de Interpol. En la zona de Rosario tenía como gerente a Fabián “Calavera” Pelozo, que había montado en Ybarlucea su base logística para distribuir droga que llegaba desde Bolivia y Paraguay. Uno de los hombres de Calavera era Maximiliano Iván Giménez, una de las víctimas del triple crimen ocurrido a la salida de un casamiento la madrugada del 29 de enero de 2022 sobre la ruta 34S.
Cinco mil dólares
A media mañana de ayer efectivos de la PRF interceptaron una camioneta Toyota Hilux blanca sobre la ruta BR-163 a unos 35 kilómetros de la ciudad de Campo Grande, en Mato Grosso do Sul. Dicho Estado limita al noroeste con Bolivia y al oeste con Paraguay.
Los policías le pidieron al conductor brasileño de 43 años Valderson Pereira Dos Santos los papeles del auto y su identificación. Sin saberlo, eso precipitó la caída de Granier Ruiz ya que el chofer y custodio tenía una orden de detención de la Justicia brasileña por portación ilegal de arma de fuego.
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En ese marco los policías requirieron también los documentos de los otros dos ocupantes de la Hilux: una mujer boliviana y Granier Ruiz, que presentó documentos con el nombre de Jorge Mendes Ardaia.
Pero luego el propio Granier Ruiz se sinceró ante los PRF y contó que había comprado esa identidad por 5 mil dólares en la ciudad de Belém, en la capital del Estado de Pará, en el nordeste de Brasil. Así, llevaba una cédula, un pasaporte y una licencia de conducir con el mismo nombre que el documento de identificación en el que aparecía como oriundo de Belém. El prófugo, que no llevaba armas, dijo que era buscado en Argentina y que había ingresado a Brasil en diciembre pasado.
Cirugía
Sin embargo algo llamaba la atención de los policías: el hombre con el que hablaban no era el obeso que describían las fotos correspondientes al alerta rojo en la página de Interpol. Entonces el Fantasma contó que se había realizado una cirugía bariátrica para cambiar su fisonomía. Contó también que estaba viajando desde Rondonópolis a Campo Grande para reunirse con un socio con el que iban a montar una empresa de perforación de pozos artesianos.
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La documentación falsa secuestrada a Jorge Adalid Granier Ruiz. La había comprado en Belém, estado de Pará, por 5 mil dólares.
La tarde del martes la PRF informó Granier Ruiz quedaba en prisión preventiva y que se había iniciado su extradición hacia Argentina donde es requerido por el Juzgado Federal de Marcelo Bailaque y por un juzgado federal salteño.
En su faceta legal Granier Ruiz es un empresario dedicado a la industria agrícola ganadera. Nació el 11 de diciembre de 1979 en San Borja, ciudad ubicada al norte de Bolivia, en el departamento de Beni.
Apariciones
Conocido por los apodos “Nono” y “Chuleta”, en el último tiempo le sumó el de “Fantasma”. Granier Ruiz es un hombre de perfil bajo de quien comenzó a hablarse en el Gran Rosario a partir del triple crimen de Maximiliano Giménez, su mujer y su hijita de 1 año, pasadas las 4.30 del 29 de enero cuando salían del casamiento de Esteban “Pinky” Rocha con Brisa Leguizamón —ambos procesados como miembros de la banda de Olga “Tata” Medina— en un salón de eventos sobre la ruta 34S en Ybarlucea.
Así se fue conociendo que distintos eslabones de la banda de Granier Ruiz eran investigados por fiscales de la Justicia Federal de Salta, Rosario y la Procunar en al menos siete expedientes.
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Dentro de esas investigaciones comenzaron a aparecer datos sobre el Fantasma. Según un informe del 18 de noviembre de 2020 de la DEA hasta ese momento estaba bajo investigación por el envío de 925 gramos de cocaína líquida desde la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra hacia la capital española en 2006.
Pero el Fantasma era mucho más que eso. De acuerdo a una extensa investigación de la Policía Federal de Brasil, la DEA y el Servicio Nacional de Investigación Criminal de la Policía de Mozambique (Sernic), Granier Ruiz tenía un domicilio fijado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba). Había dado una dirección que resultó coincidente con la de otro hampón: Gilberto Aparecido “Fuminho” Dos Santos, uno de los principales referentes del PCC y hombre de confianza de su líder Marcos Williams “Marcola” Herbas Camacho, preso en una cárcel federal brasileña.
Durante 21 años Fuminho se manejó con nombres falsos, pero como Dos Santos ingresó a Argentina al menos dos veces. En abril de 2016 llegó desde Perú y en junio del mismo año salió con destino a Bolivia. Y en diciembre de 2017 entró desde Bolivia para emigrar hacia Alemania en marzo de 2018.
En ambas ocasiones Fuminho dio como domicilio válido en la Caba uno de Rodríguez Peña 1057, barrio Norte, el mismo que había declarado Jean Carlo Alexis Granier Molina, el hijo del Fantasma, cuando se constituyó la sociedad anónima Agro San Jorge, firma creada junto a su padre en 2021 dedicada a actividades ligadas al campo.
Varios medios de Brasil señalaron a Granier Ruiz como alguien más que un proveedor de cocaína. Lo calificaron como el “operador del PCC” en buena parte del Cono Sur.
Narco taxi
Para los investigadores argentinos Granier Ruiz es la cabeza de la organización de transporte y distribución a nivel nacional como internacional que por el servicio de traslado o “taxi” de droga cobraba una comisión de alrededor de 300 mil dólares. Para esto solicitaban un adelanto, salvo cuando se trataba de gente como Adelaida Castillo, sindicada como una clienta de confianza y habitual.
De acuerdo con mensajes que pudieron extraerse del celular de Reina Tití Castillo se pudo saber más sobre la forma de operar del Fantasma. El líder sólo emprendía los viajes cuando completaba el máximo de capacidad de carga de la avioneta, entre 380 y 400 kilos. Esa cantidad que solía ser reunida por distintos narcos.
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Los viajes los realizaba un piloto de su confianza y al menos parte de la droga era recogida en la Paraguay.
Fuentes ligadas a la investigación contaron que “esos aviones provenientes de Bolivia y Paraguay, de acuerdo a los indicios investigativos, bajaban la carga mediante la mecánica del bombardeo” en distintos puntos de las provincias de Salta, Santiago del Estero, Córdoba y Santa Fe.
Una vez en tierra se coordinada la logística con su hombre en la región, Calavera Pelozo, detenido en una saga de allanamientos realizados el martes 8 de marzo del año pasado por Gendarmería y otras fuerzas federales y provinciales en Santa Fe y Córdoba.