Jorge Adalid Granier Ruiz tiene varios apodos y una excelente reputación, que el mismo se encargó de defender. Reconocido por los alias de Fantasma, Jorgito, Nono o Chuleta, este sindicado narco boliviano de 44 años con contactos con el PCC (Primeiro Comando da Capital) y proveedor de cocaína en Argentina de Esteban Lindor Alvarado y Adelaida “Reina Tití” Castillo, del clan de Valdemar Loza, está detenido hace dos meses en Argentina tras ser extraditado.
El Fantasma había caído preso sobre finales de marzo pasado en un control de tránsito en la pequeña localidad de Jaraguari, poblado de unos 8 mil vecinos del estado de Mato Grosso do Sul. Se movía con identidad falsa. Hace un mes fue procesado por el juez federal de Salta Julio Leonardo Bavio, quien lo acusó de ser “responsable del delito de organizador de transporte de estupefacientes agravado por el número de personas intervinientes”, por un cargamento de 389 kilos de cocaína interceptados en septiembre de 2020.
El Fantasma es un hombre de peso dentro del mundo narco, con contactos en la NBA del crimen organizado del Cono Sur, y mueve cocaína con un grado de pureza del 93 por ciento. Pero fue un triple asesinato el que lo posicionó bajo la luz de la opinión pública.
Como cabeza de una banda trasnacional, Granier Ruiz tenía en la zona del Gran Rosario, en la localidad de Ybarlucea, una base de operaciones y logística para distribuir droga que llegaba en avionetas desde Bolivia y Paraguay que estaba bajo la gerencia de Fabián “Calavera” Pelozo.
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Uno de los hombres de Calavera era Maximiliano Iván “Maxi Rey” Giménez, una de las víctimas del triple crimen ocurrido a la salida de una fiesta de casamiento del 29 de enero de 2022 sobre la ruta 34S. Esa madrugada, en una emboscada fueron asesinados a balazos Maxi Rey, su esposa Erica Romero y Elena, la hija de ambos, de poco más de un año y medio.
La pesquisa local del triple crimen corrió en paralelo a una investigación federal que se llevaba adelante desde Salta y que tenía mencionados a Calavera Pelozo y a uno de sus cómplices, Ignacio Quintana, a quienes el Fantasma llamaba “mis muchachos”.
Calavera también se había hecho un lugar dentro del organigrama de la banda de Esteban Lindor Alvarado. En agosto pasado Calavera y Quintana fueron condenados a 9 y 7 años por el transporte de 389 kilos de cocaína que fueron interceptados el 24 de septiembre de 2020 en la autopista Rosario-Buenos Aires, en jurisdicción de Ramallo.
Por ese cargamento también fueron condenadas Adelaida “Reina Titi” o “Tía” Castillo, su hija Estela y Rodrigo López. Reina Titi es considerada una de las gerentes del clan de Valdemar Loza y cliente asidua de Calavera Pelozo. El 7 de abril del 2022 el Tribunal Oral Federal 2 de Salta la condenó a 13 años de prisión como organizadora del delito de transporte de estupefacientes, mientras que Estela y López fueron penados con 8 años de cárcel por el mismo delito pero en grado de partícipes primarios.
Extraditado
El domingo 12 de noviembre, tras ocho meses de proceso, el Fantasma fue extraditado desde Brasil y alojado en una dependencia de la Policía Federal en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Cinco días más tarde, vía Zoom, fue indagado por el juez Bavio quien estuvo secundado por los fiscales federales especializados en narcotráfico de la Procunar NOA: Matías Alvarez y Jorge Viltes Monier. Granier Ruiz negó toda acusación. Se declaró inocente y dijo no haber tenido nunca antecedentes penales.
También hizo una serie de pedidos referidos a su estado de salud y al lugar de detención donde cumple la prisión preventiva: el Complejo Penitenciario Federal NOA III, en el departamento General Martín Miguel de Güemes, en la provincia de Salta.
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Cayó preso sobre finales de marzo pasado en un control de tránsito en la pequeña localidad de Jaraguari, en el estado de Mato Grosso do Sul.
Igualmente el juez lo acusó por haber organizado el transporte de drogas en trece bultos envueltos en bolsas tipo arpillera conteniendo en su interior 389 kilos de cocaína que el 24 de septiembre del año 2020 fueron incautados por la Gendarmería Nacional en Ramallo. El cargamento era transportado en una camioneta Ford Ranger por la Reina Titi y su gente.
Procesado
Un mes atrás el Fantasma fue procesado por el juez Bavio. En la resolución, el magistrado remarcó que Granier Ruiz tenía un pedido de captura desde el 2 de marzo del 2022 y que fue capturado el 29 de marzo de 2023 en Brasil, cuando circulaba desde la localidad de Rondonópolis hacia Campo Grande, en Matto Grosso, para encontrarse con un socio. Para los investigadores el Fantasma es el organizador del cargamento de 389 kilos de cocaína incautada en Ramallo. Eso se desprende de varias conversaciones que mantuvo con Reina Tití en los que le ofrecía la provisión de droga y su traslado vía aérea, ya que contaba con una flota de avionetas, servicio por el cual su nombre aparece en otras investigaciones.
La más destacada fue la que llevó a la captura y condena de 15 años de prisión, también por el TOF 2 de Salta, de Valdemar Loza por una operación de tráfico de 1.160 kilos de cocaína en diciembre de 2017.
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En uno de los diálogos citados por los fiscales en la acusación Granier Ruiz reconocía que cobraba 320 mil dólares por el transporte en sus aeronaves teniendo como condición sine qua non el pago de un adelanto de 50 mil. También dejó en claro que la capacidad de carga de las avionetas rondaba entre los 380 y 400 kilos.
Un kilo de cocaína en Rosario oscila entre los 5500 a 6500 dólares y se paga en billete de la moneda estadounidense. Una dosis en la calle, de una calidad aceptable, puede rondar entre los 6500 y los 7500 pesos, según fuentes consultadas.
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Está preso en el Complejo Penitenciario Federal NOA III, en el departamento General Martín Miguel de Güemes, en la provincia de Salta.
En su jerga la banda cuando hablaba de Rosario lo hacía utilizando términos como “Rosa”, “tía Rosa” o “Rosalía”. En las escuchas pudo determinarse que Pelozo y Quintana frecuentaban predios rurales ubicados en Santa Fe y Córdoba, donde existe al menos una pista de aterrizaje y un remolque para almacenar combustible.
La banda podía descargar la droga en pistas o bombardear la mercadería en los campos. En el seguimiento de la banda de Granier Ruiz fue vital la colaboración de la oficina local de la DEA (la Administración de Control de Drogas estadounidense).
“En efecto, se pudo concluir que Granier Ruiz organizó la maniobra ilícita investigada, pues de la extensa investigación se estableció que aquél tuvo la dirección exclusiva de las actividades que luego realizarían o materializarían junto con el resto de sus coimputados, los cuales estuvieron siempre en relación, cuanto menos, de subordinación”, afirmó el juez Bavio en su resolución.
“Mamita ¿sabe qué? Dígale a esa gente que no diga que son sintéticas; he traído cuatrocientos... Le miran brillo, dicen que es sintético, madre. Siempre salen con esa historia. O sea, cómo me van a decir que son sintéticos, si son de Perú”, le dijo el Fantasma en un mensaje a la Reina Tití. En otros chats, Granier Ruiz y Castillo dejaron en evidencia que tenían un trato comercial de larga data. Incluso, la mujer le hizo un reclamo por un faltante, aunque ello no fue escollo para que siguieran adelante.
Hay conversaciones en las que coordinaron fechas, horarios y lugar de encuentro, tanto entre ambos como con otros cómplices, entre ellos Calavera Pelozo, quien era una especie de “mano derecha” del empresario boliviano, quien también menciona a dos de sus hijos —Jean Carlo Alexis Granier Molina y Jesús Martín Granier Ruiz— con distintos roles dentro de la organización.