Los vecinos del Fonavi de Rouillón y bulevar Seguí se encontraron el 12 de abril de 2020 con un muchacho que respiraba con dificultad a los pies de una escalera. A un mes del dictado de la cuarentena obligatoria, pensaron que podía estar afectado de Covid 19 y nadie lo tocó. Cuando llegaron médicos del Sistema de Emergencias (Sies) constataron que había sido apuñalado en la zona del corazón. La investigación arrojó que mientras esperaba para comprar droga frente a un departamento de la planta baja había discutido con un supuesto “soldadito” que usurpaba la casa de un amigo de la víctima, forcejearon y recibió las heridas letales. De eso fue acusado Marcos Antonio Diris, para quien pidieron 15 años de condena en una audiencia previa al juicio por el caso.
Esa es la pena que fijó la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro al acusar a Diris como autor del delito de homicidio simple. El imputado es un joven de 27 años que no sabe leer ni escribir. En la audiencia preliminar al juicio que se realizó este lunes se presentó como vendedor ambulante y brindó su versión de los hechos sin responder preguntas. El juez Florentino Malaponte le dio curso a la acusación fiscal y definió las pruebas a discutir en el debate.
El crimen ocurrió pasada la medianoche de un sábado, a los pies de la escalera 7 de pasaje Aguzzi al 3800, a la altura de Biedma al 5700. En ese lugar los vecinos se encontraron con Pavón tendido en el piso en una aparente crisis respiratoria que adjudicaron al coronavirus y no lo movieron. Llamaron al 911 y momentos después personal del Sies constató que había sido apuñalado. Los médicos intentaron reanimarlo pero era tarde. Se convirtió en el primer homicidio en 22 días signados por la fase dura del aislamiento obligatorio.
Luego se supo que se trataba de Carlos Saúl Pavón, de 23 años y vecino del barrio. Había recibido puñaladas en el costado izquierdo del tórax y murió al pie de la escalera. Según la autopsia, el deceso fue por una severa hemorragia toráxica. Minutos después del hallazgo del cuerpo llegó hasta la tira del Fonavi una joven de 35 años que dijo ser pariente de Pavón y aseguró a la policía que la víctima no tenía ningún tipo de conflictos y "era una persona de trabajo". Sus conocidos dijeron que era soldador y que había trabajado hasta hacía poco tiempo en una empresa aceitera de la localidad de Timbúes, estaba separado y tenía dos hijos.
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Gente que lo conocía indicó entonces a este diario que cada tanto frecuentaba esa tira de Biedma y Rouillón donde según los vecinos desde se acopiaban y vendían estupefacientes desde hacía años. “Este pibe se peleó el jueves con uno que trabaja para el Colorado, un tal Marcos que vive ahí en la tira 7. Dicen que por esa pelea le llegó el vuelto del sábado. Parece que el pibe que murió le había pegado a Marcos para que tenga”, contó un vecino, mientras otro apuntaba que “Marcos y su hermano ya no están en el departamento, parece que se guardaron en el búnker pero ya se piraron”.
Los vecinos dijeron que el búnker funcionaba en un departamento vacío de esa torre y en otra unidad residían “los de la banda del Colo”. Al investigar sobre esa línea que ubicaba al agresor como un supuesto soldadito de la banda “del Colorado”, se ordenaron allanamientos y el 25 de septiembre de ese año fue detenido Marcos Antonio Diris en una casa del pasaje Santa Matilde al 3400.
De acuerdo con la acusación fiscal, alrededor de la 1.15 de la madrugada del día del crimen Pavón estaba esperando para comprar estupefacientes frente a una casa de la planta baja de Biedma al 5700 cuando “Diris lo interceptó, comenzaron a discutir y a forcejear entre ambos” porque el imputado había usurpado una vivienda de un amigo suyo, Sebastián B. “En un momento determinado, con pleno dominio del hecho y claras intenciones de provocar la muerte de la víctima, Diris extrae un arma blanca y le propina una puñalada a la altura del hemitórax izquierdo”, planteó la fiscal Fabbro.
Según indicó en la audiencia, tras el ataque Diris escapó, abandonó su domicilio y “todos los lugares que solía frecuentar”. Bajo el encuadre de homicidio simple Fabbro solicitó que se lleve a cabo el juicio por el caso —lo que no cancela la posibilidad de un juicio abreviado— y solicitó una pena de 15 años de prisión.
La defensora pública Silvana Lamas González solicitó el rechazo de la acusación y que se dicte el sobreseimiento del imputado pero el juez resolvió que se mantenga la prisión preventiva por dos años que pesa sobre Diris mientras el caso se encamina a juicio. Luego convalidó la mayor parte de la prueba ofrecida por las partes para ser discutida en el debate oral. Constan declaraciones de policías y peritos que participaron del procedimiento y de la investigación así como de amigos y familiares que mencionaron problemas anteriores entre la víctima y el acusado, lo que según esos testimonios incluyó amenazas a través de la red social Facebook.