Alrededor de las 13.10 de ayer una caravana de autos particulares con sus vidrios polarizados llegó a las inmediaciones de los Tribunales provinciales. A bordo de los mismos iban efectivos de la Policía De Investigaciones (PDI). Entonces uno de los vehículos cortó el tránsito de avenida Pellegrini, a la altura de Balcarce, y lo mismo hicieron otros autos 200 metros a la redonda del Palacio de Justicia. Eran los aprestos para un día distinto en el tradicional edificio de Balcarce al 1600. Se estaba por leer la sentencia en el juicio oral y público que se realizó por el crimen de Claudio "Pájaro" Cantero, una semana después de un atentado contra los imputados en la autopista a Santa Fe. No habían pasado cinco minutos de ese despliegue cuando por el bulevar, y desde el oeste, ingresó otra caravana de motos, autos y un móvil del Servicio Penitenciario (SP) trasladando a tres de los imputados. Sólo Facundo «Macaco» Muñoz faltó a la cita por seguir internado en el hospital Cullen de Santa Fe recuperándose de las heridas recibidas en el ataque del pasado martes 21 a la camioneta en la que era llevado al penal de Coronda. Todo era controlado desde el aire por un helicóptero de la policía. Al llegar a las puertas de Tribunales los efectivos se apostaron y miraron hacia los edificios en busca de posibles francotiradores. Más tarde se sabría que todo fue una puesta en escena. Los imputados no iban en ese vehículo, estaban en Tribunales desde temprano.
Armas largas y pasamontañas
Dentro de Tribunales los pasillos y cada una de las escaleras estaba custodiada por hombre de distintas reparticiones policiales y penitenciarias, todos fuertemente armados y muchso con sus rostros cubiertos. A las 14 los jueces Ismael Manfrín, María Isabel Más Varela y Julio Kesuani llegaron al estrado. En el recinto sólo había periodistas y algún abogado curioso además de los imputados, sus defensores y los fiscales. Entonces Kesuanni tomó la palabra y ante la mirada atenta de todos y un profundo silencio leyó la sentencia. Primero explicó que se rechazaban las nulidades planteadas por las partes y luego que se absolvía por el "beneficio de la duda razonable" a Facundo Muñoz, Luis Bassi y Milton Damario por la muerte de Claudio "Pájaro" Cantero. Mientras a Maximiliano Zalazar le dieron tres años de cárcel por tenencia de armas.
Las sentencias, como es usual, fueron leídas por separado. Y con cada palabra el rostro de los imputados se iluminaba. Los tres estaban junto a sus abogados y vestidos como para una salida de sábado.
Miradas y sonrisas
Tras escuchar al juez Bassi intercambió palabras con su defensor, Fernando Sirio, y cuando éste le respondió sonrió por lo bajo y por un momento fue otro. Dirigió una mirada a las cámaras y los periodistas, su boca fue hacia un costado, su cabeza se ladeó hacia atrás y la actitud fue la de un gladiador que ganó la batalla.
Damario, con camisa azul a pintas y calzado brilloso, escuchó en seriedad. Sus labios respiraron cada palabra y al escuchar "absuelto", se aferró a la mano de su abogada, Hilda Knaelbein. Más tarde se abrazaría con ella y le agradecería lo hecho.
Zalazar, en tanto, tras escuchar la pena que le dieron observó a su abogada oficial, Graciela Sanmiguel, quien lo miró sin decir palabra. Luego cerró los ojos y estalló en una sonrisa.
Al terminar la audiencia los jueces fueron a sus despachos, los periodistas se abalanzaron hacia abogados e imputados. Diez minutos después, a las 14.25, del garaje de Tribunales salieron dos camionetas del SP fuertemente custodiadas con destino al penal de Coronda y con el helicóptero sobrevolando la caravana.