Vecinos y comerciantes de la zona de Arrieta y Paraguay, barrio Las Flores, comenzaron este lunes con la noticia de un hombre que había sido asesinado en esa cuadra a primera hora de la madrugada. No sabían de quién se trataba, solo estaban enterados de lo poco que -hasta ese momento- habían dado a conocer los medios de comunicación respecto de un crimen en ocasión de robo. Fue recién con el correr de las horas de la mañana que supieron que la víctima fatal era Iván, el vecino que solían ver con ambo azul, su uniforme de empleado de limpieza en el Hospital Carrasco.
"¿No será el flaco de acá de la esquina, no?", preguntó este lunes por la mañana la empleada de una despensa de la zona a una compañera. Cuando vieron la foto lo confirmaron: se trataba del muchacho que iba casi a diario a comprar. El llanto de tristeza de una de las mujeres no tardó en llegar. Lo que hasta entonces era una noticia más, aunque con el peso lógico por tratarse de un crimen, quedó atravesada por el dolor de reconocer a un vecino como la nueva víctima de un homicidio en Rosario.
Iván Escobar tenía 40 años, tres hijos, era hincha de Rosario Central y trabajaba con contrato municipal en el servicio de limpieza del Hospital Carrasco. A primera hora de este lunes lo mataron con un balazo en el estómago en un hecho en el que el intento de robo aparece como la principal hipótesis de la investigación, que quedó a cargo del fiscal de Homicidios Patricio Saldutti. Según testigos el autor del crimen dejó la moto en el lugar, pero el vehículo desapareció luego de que otra persona se lo llevara asegurando que conocía a la víctima y que se lo acercaría a su familia. Fue recién cerca del mediodía que efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) recuperaron el rodado.
El crimen ocurrió alrededor de la una de la madrugada de este lunes en Paraguay al 6200, cerca del cruce con Batlle y Ordoñez, a unos 50 metros de la casa de Escobar. La versión preliminar difundida por la Fiscalía indica que la víctima fue hallada en el lugar por una persona que pasaba por allí y que, ante el pedido de auxilio de Escobar, lo subió a su auto particular y lo trasladó al Hospital Roque Sáenz Peña. Allí los médicos diagnosticaron una herida en la zona del estómago y confirmaron el fallecimiento al cabo de unos minutos. Según información policial la víctima alcanzó a contar que habían intentado robarle la moto.
En la escena del hecho los peritos hallaron una vaina calibre 9 milímetros, que junto al relato de testigos y las imágenes de cámaras de vigilancia que se puedan recuperar serán pieza fundamental de la investigación en curso. La misma deberá profundizar también en qué pasó con la moto de Escobar. Los testigos dijeron que cuando encontraron a la víctima el vehículo estaba junto a él, que luego un hombre que dijo conocerlo se la llevó. Sin embargo fue varias horas después, cerca del mediodía del lunes, que esta persona se presentó en la sede de la AIC y contó que se había llevado la moto para preservarla. Luego, los agentes fueron al lugar donde este hombre dijo que la tenía y así pudieron recuperarla.
Más allá de que el autor del crimen no se llevó la moto, los investigadores creen que se trató de un intento de robo. Con la información preliminar recabada acerca de la víctima no construyeron un perfil con el que en principio pueda surgir otra línea de investigación, por ejemplo ligada a algún conflicto entre Escobar y otra persona.
En tanto, los vecinos de ese sector del barrio Las Flores aseguraron que la zona no es un punto particularmente atravesado por la inseguridad. "Pasa como en todos los barrios, se vive con cuidado, pero dentro de todo es tranquilo. Esta desgracia que pasó ayer no es algo común", contó un comerciante.
Se trata de una zona del barrio en la que hay varios comercios. No solo por Batlle y Ordoñez, que es una avenida transitada, sino también sobre Paraguay. En esos lugares se concentraba el movimiento la mañana de este viernes. Todos estaban al tanto de lo que había ocurrido, por haber visto los vehículos policiales primero y varias horas después a los móviles de los medios de comunicación. Pero fue con el transcurso de las horas que se enteraron que la víctima no había sido una persona que solo pasaba por allí, como creían hasta que vieron la foto de Iván Escobar. Así supieron de quién se trataba. Si bien desde octubre el hombre estaba con licencia médica, en el recuerdo del vecindario permanece su imagen con el ambo azul que usaba para trabajar.