Un hombre que tenía pedido de captura por homicidio en Ibarlucea fue internado este lunes a la madrugada con heridas de bala. Según la versión preliminar, la policía le disparó tras una supuesta amenaza con arma de fuego durante un allanamiento en la zona noroeste de Rosario.
Joel A. fue atendido en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria después de un operativo en Cullen al 1400 bis. El traslado hasta el nosocomio se llevó a cabo con custodia de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), encargadas del procedimiento cerca del acceso a la avenida Sorrento.
Luego de la aprehensión, las fuerzas de seguridad provinciales reportaron el secuestro de una pistola Bersa calibre 22, montada y en condición de disparo. En esta instancia no trascendieron evidencia o testimonios sobre un tiroteo durante la persecución.
¿Qué pasó con el detenido por homicidio en Ibarlucea?
El sospechoso cayó tras el intento de fuga con heridas en la cadera, un glúteo y uno de sus pies. Ante esta situación, los efectivos pidieron asistencia del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies).
De acuerdo al relato de los uniformados, el detenido escapó hacia los patios de las viviendas linderas del barrio Cullen cuando advirtió que había un allanamiento en marcha. A continuación subió a los techos para alejarse del domicilio ubicado sobre uno de los pasillos de la zona.
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Durante la búsqueda la policía advirtió que Joel A. estaba armado. Agentes de las TOE denunciaron que esgrimió una pistola frente a ellos y luego retomó el intento de huida, aunque finalmente fue aprehendido tras los balazos. En el procedimiento encontraron seis cartuchos calibre 22 dentro del cargador, uno en la recámara y dos proyectiles más.
Al cabo del allanamiento solicitado por la fiscal María de los Ángeles Granato, las fuerzas de seguridad secuestraron $ 1.203.300 en efectivo y tres celulares. También hallaron un receptor bluetooth, un cuchillo, un par de balanzas de precisión y algunos elementos para fraccionar drogas ilegales.
Una emboscada fatal en paralelo con otro crimen en Rosario
El pedido de captura del MPA se refiere al asesinato de Emanuel "Camote" Velázquez, un hombre de 35 años asesinado el viernes 29 de diciembre de 2023 en Ibarlucea. El crimen ocurrió casi en simultáneo con el de su abuela, acribillada antes del mediodía en el barrio Empalme Graneros.
A lo largo de cinco meses, la Fiscalía construyó la teoría de una emboscada para matar a la víctima a pocas cuadras del cruce con la ruta nacional 34. En mayo de 2024, Héctor A. quedó bajo prisión preventiva como uno de los coautores de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y por el uso de arma de fuego.
Según la evidencia reunida por el MPA, la víctima salió de su casa en la zona noroeste de Rosario y se fue con el imputado hacia Ibarlucea. Ambos iban en diferentes motocicletas, pero Camote fue víctima de un engaño. Detrás suyo había dos personas más que los seguían en un Peugeot 206 o 207. Cuando llegaron a la avenida de los Incas al 4500, los delincuentes le dispararon y huyeron.
Este asesinato tuvo lugar alrededor de las 11.30 de la mañana. Unos 20 minutos más tarde, Elvira Susana Velázquez corrió la misma suerte en Felipe Moré al 500 bis, muy lejos de allí. La mujer de 75 años fue baleada dentro de su casa y cayó herida de muerte en la puerta. Más tarde, los investigadores confirmaron que era la abuela del hombre acribillado en Ibarlucea.
La sombra de Fran Riquelme
El día de los homicidios, los vecinos de los barrios Empalme Graneros e Industrial señalaron a los miembros de la banda de Fran Riquelme como responsables de las muertes. "Camote nunca se llevó bien con Francisco. Broncas de barrio, se conocen de chicos", refirió un testigo consultado por La Capital. A su vez, se mostró convencido de que los tiros que recibió la anciana "eran para otro".
Recientemente, la Justicia provincial homologó un juicio abreviado con una condena a 6 años de prisión para un hombre que quedó en silla de ruedas por un ataque a balazos perpetrado en 2019. Una de las líneas de investigación sobre el intento de homicidio de Nicolás "Quique" Gramonte apuntaba hacia Camote como el tirador.
A partir de este antecedente, la ejecución de Velázquez y de su abuela pudo haber sido una venganza del clan Riquelme. El joven herido era el cuñado de Fran e incluso se barajó la posibilidad de su intervención en el plan criminal, pero nunca lo imputaron.