La fotografía que va con esta nota, incluida en una imputación realizada la tarde de ayer en el Centro de Justicia Penal, tiene para los investigadores un significativo valor documental. Muestra una reunión informal entre el destituido fiscal regional Patricio Serjal de Rosario, que quedó preso luego de esta audiencia, con el fiscal Gustavo Ponce Asahad, detenido desde la semana pasada, y el empleado del Ministerio Público de la Acusación (MPA) Nelson Ugolini, el tercero de los implicados en la investigación que desnudó una cobertura sistemática desde la Fiscalía Regional hacia un empresario de juego que tenía emprendimientos ilegales.
La imagen fue captada hace tres semanas, en Montevideo al 2000, frente a los viejos tribunales provinciales, el 24 de julio. Un día antes se había realizado una audiencia en la que se ventiló que un grupo delictivo ligado a Los Monos recibía colaboración desde adentro de la Fiscalía. La novedad de la filtración involucraba a personas del MPA que para ese entonces no estaban identificadas. Ese mismo 24 de julio, según los fiscales, Ponce se reunió en una cochera con el abogado del capitalista de juego para reclamarle que éste no hable.
La estridente revelación de la filtración generó toda una secuencia de intrigas que derivó en que desde anoche haya dos fiscales presos, uno de ellos el conductor de la persecución penal en el distrito de Rosario, el mayor de la provincia. En la imputación que insumió dos horas de exposición hubo una referencia breve a esa fotografía que tiene un potente valor indiciario.
Esa imagen se tomó cuando se sabía que los cuatro investigadores (María Eugenia Iribarren, Matías Edery, Gisela Paolicelli y Luis Schiappa Pietra) ya estaban detrás de un fiscal por la filtración, que revelaba que el empresario de juego Leonardo Peiti había recibido una información sobre dos hombres detenidos el 9 de enero, con un arma de guerra ilegal en su poder.
Para los investigadores la revelación en esa audiencia generó una inmediata reunión entre Serjal, Ponce y Ugolini, los tres que terminaron imputados por “participar de una empresa criminal” para favorecer con su accionar al empresario de juego. Y la fotografía, aducen, muestra el armado de una estrategia entre las tres personas que días después terminarían imputadas, a fin de decir en una cita para ese mismo día con el fiscal general Jorge Baclini que la oficina de Ponce Asahad no tenía ninguna responsabilidad en la filtración.
"Para los investigadores la revelación en esa audiencia generó una inmediata reunión entre Serjal, Ponce y Ugolini
El testimonio en la imputativa de Juan Sánchez, secretario de la Fiscalía Regional, para los acusadores arroja luz sobre lo ocurrido. Sánchez dice que ese 24 de julio a las 13, Serjal, Ponce Asahad y Ugolini mantuvieron una entrevista pedida por el primero con el fiscal general Jorge Baclini. “Minutos antes, Jorge Baclini me solicitó que me encuentre presente en la entrevista”, dijo Sánchez. “La entrevista había sido pedido por lo que manifestaron allí por solicitud de Ponce a los fines de hablar sobre el supuesto topo y los rumores que sugerían que él y Nelson Ugolini habían sido quienes habían pasado la información”, indicó Sánchez.
Según consignó Sánchez, Ponce dijo que le habían llegado esos rumores por dos lugares diferentes. “Uno de un grupo de abogados penalistas donde se lo mencionaba a él como el posible topo y que era un rumor que había salido de la Agencia de Criminalidad. Y por otro lado que los que estaban metidos en este problema eran Ponce y Ugolini y que eso se los había dicho un abogado que se habían entrevistado ese mismo día con algunos de los fiscales de la Agencia de Criminalidad”.
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¿Qué tiene de raro que esas tres personas se hayan reunido previamente? Para los investigadores lo significativo es que Serjal remarcó que la reunión con Baclini fue a iniciativa exclusiva de Ponce. Y que en la audiencia de ayer a la tarde Serjal se despegó en forma enfática de ellos señalando que si ambos habían estado implicados en maniobras de cobro de sobornos él lo ignoraba.
Según revela la página 100 del informe que da sustento a la acusación, a Sánchez posteriormente le informaron que antes de encontrarse con Baclini los tres imputados –Serjal, Ponce y Ugolini-- se habían reunido en la calle, lo que fue registrado en una foto que recibió por mensaje. Esa reunión, de la que participó un abogado nombrado en la imputativa, ocurrió justamente el día después de que trascendiera que en la Fiscalía Regional de Rosario había un soplón que pasaba información a alguien implicado en delitos.
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Esa misma noche del 24 de julio, según la acusación, Ponce pactó encontrarse con Luis Rossini, el abogado del empresario de juego, lo que se hizo en una cochera al lado del restaurante Ceviche, en Jujuy 2235, encuentro del que se obtuvieron imágenes por las cámaras de la cochera. En esa reunión le pidió a Rossini que Peiti no mencionara nada de él ni de su jefe (Serjal) respecto a los sobornos que había recibido para cubrir sus actividades con casinos clandestinos.