El duelo técnico más fuerte entre defensas y fiscalía ante la jueza Paula Alvarez se dio al final de la jornada. Fue con el pedido de medidas de prisión preventiva para todos los imputados por los asesinatos a trabajadores que intimidaron a la ciudad hace 40 días. Los acusadores reseñaron los actos atribuidos para pedir un encierro activo: alta pena en expectativa, extrema crueldad en las acciones desplegadas, entorpecimiento probatorio ya expuesto, temor en los testigos. Los defensores remarcaron que toda la evidencia surgía del testimonio de un chico no punible que declaró en situación no adecuada para su edad y la fragilidad de un testigo reservado también menor de edad.
Alejandro Núñez, conocido como Chuky Monedita, es el acusado de ordenar los atentados en represalia por el rigor en las condiciones de detención en Piñero. Su defensor, Gonzalo López Ocariz, subrayó que la acusación de que su cliente es autor de las directivas para los atentados no se condice con su actual situación de alojamiento. "Es preso de alto perfil con encierros especiales. Se acreditó que solo puede visitarlo su esposa Brenda Pared en cuatro oportunidades. No tiene contacto con otro familiar o persona. Se puede contactar por teléfono una vez por día con una persona y el teléfono es discado por un empleado del Servicio Penitenciario (SP) que se queda monitoreando".
El planteo del defensor es que no hay forma de transmitir una orden sin que un guardia lo sepa. "Tuvo cuatro visitas con su pareja por 30 minutos en un cubículo con la presencia de dos personas del GOEP (Grupo Operaciones Especiales Penitenciarias) por lo que no hay ningún tipo de privacidad ni en forma personal ni vía telefónica, ni en modo físico ni posibilidad de intercambio epistolar. Es imposible que pueda haber eludido esta directiva", dijo. También remarcó que desde el 2 de marzo su defendido se encontraba en situación de aislamiento. Y que los ataques comenzaron el día 5.
En la audiencia, el fiscal Patricio Saldutti señaló que Brenda Pared visitó a Núñez antes y después de los ataques: el 26 de febrero, el 11 de marzo y el 1º de abril la última. Que la única línea autorizad por Núñez a comunicarse era la de Brenda. "Entre el 1 de marzo y el 6 de marzo no se comunicaron nunca cuando después hay dos comunicaciones diarias", sostuvo.
En el momento de pedir medidas preventivas de encierro el fiscal Saldutti lo hizo con todos los imputados. Remarcó la peligrosidad procesal de mantenerlos en libertad. Señaló que los menores dijeron que pretendían que se hicieran cargo de los hechos y deslizaran la responsabilidad hacia otra banda, la de Brandon Bay, con el argumento de que como son no punibles no correrían riesgos. También que uno de los chicos habia modificado su apariencia al teñirse el pelo. "Hay riesgo procesal en todos los hechos", sostuvo el fiscal.
Mariano Scaglia, defensor de Brenda Pared, subrayó que la fiscalía no le preguntó nunca al chico de 15 años presentado como autor de los crímenes del taxista y del playero de dónde saca que los ordenantes de los ataques homicidas son ella y su pareja Chuky Monedita. "Hay tres personas que son Gustavo Márquez, Macarena Muñoz y Matute que le dicen a este chico «andá y matá a otra persona». ¿Dónde esta Brenda acá? Ella me dice: «Yo no tengo nada que ver con este tema, no conozco a nadie, no tengo esos apodos, mis familiares me llaman Toba, las visitas mías (a su pareja) nunca fueron visitas privadas. Media hora un personal femenino de mi lado, un blindex, un personal frente a mi pareja. Difiícilmente se pueda bajar una orden así”, sostuvo el defensor. Que remarcó que el 2 de marzo balearon a colectivos de personal del SP y Chuky Monedita fue aislado “sin ningún tipo de contacto por 15 días”.
El letrado subrayó que Brenda Pared tiene prisión domiciliaria que cumple en una vivienda de Funes que jamás incumplió y donde cuida a sus hijos menores. Resaltó que le faltan tres meses para ejecutar la pena. ¿Qué sentido tiene que la viole ahora? Tiene seis años de cumplimiento con un legajo impecable". Y puso como contraste algo significativo. "Esto para por otro lado, por otro tipod de mente, de alguien que no pierde nada". En este planteo está señalado también como autor intelectual Esteban Alvarado que tiene prisión perpetua. "Entiendo que la sociedad está pidiendo una respuesta. Pero no a cualquier precio. Acusar a una persona por cinco homicidios por algo que dijo un chico de 15 años sin ningún vínculo acreditado con mi cliente", marcó Scaglia.
Juan Ubiedo representa al imputado Axel Rodríguez al que se le endilga haber participado del ataque a tiros a un colectivero de la línea 122. Y se centró en cuestionar el modo en que se produjo la declaración de DMG, el chico de 15 años al que se adjudican tres de los crímenes. "Mi defendido no tuvo control sobre la prueba en este proceso". Sostuvo que la mejor manera de hacer declarar al chico era en una Cámara Gesell ante psicólogos y no compareciendo ante un juez de Menores en el limbo de una declaración informativa", subrayó. Adujo que este tipo de prueba, para las defensas de cuestionable legalidad, podrá ser cuestionada en el futuro. "El chico hizo dos declaraciones y en la primera no menciona a mi defendido, en la segunda sí. Solicito por eso un adelanto de prueba a través de cámara Gesell", reclamo Ubiedo.
Las fiscalías podrán cuestionar que no todo sale de la declaración del DMG, el chico presentado como ejecutor material. Hay otro adolescente, también de 15, que tomó el taxi conducido por Héctor Figueroa, hacia el lugar donde fue asesinado el 5 de marzo. Ese chico se llama CNT y habló con la testigo. Cuando le disparan a Figueroa el pasajero se baja del taxi para huir y pierde una zapatilla, lo que fue recogido por el acta policial y difundido ampliamente por la prensa. El fiscal Saldutti explicó que todo quedó corroborado por los registros de las cámaras de vigilancia. La testigo reservada dijo CNT había perdido una zapatilla blanca, que proporcionó la marca y también que era número 38. Todo coincide con la zapatilla levantada en el lugar del crimen.