Un joven de 24 años murió y otros cinco resultaron heridos de arma de fuego como consecuencia de un ataque a tiros perpetrado por dos encapuchados en una vivienda de la localidad de Andino que había sido alquilada por gente de Rosario para celebrar una fiesta de cumpleaños. La víctima fatal, Gonzalo Daniel Barrientos, presentaba siete heridas de bala; estaba prófugo de la Justicia sospechado de integrar la asociación ilícita que le atribuyen comandar a “Lucho”, hijo del asesinado líder de Los Monos Claudio Pájaro Cantero. Respecto de los heridos, uno de ellos se fue del hospital donde estaba internado antes de recibir el alta médica y una chica permanecía en estado delicado con pronóstico reservado.
El crimen volvió a conmocionar a la pequeña localidad situada unos 40 kilómetros al norte de Rosario en el departamento Iriondo a orillas del río Carcarañá, un sitio donde estas noticias nunca fueron habituales pero hace tres meses hubo un femicidio y hace tres años un homicidio vinculado al mundo narco. La investigación del hecho está en manos del fiscal de San Lorenzo Maximiliano Nicosia, quien ordenó las primeras medidas para iniciar la investigación, entre ellas la presencia del gabinete criminalístico para el relevamiento de la escena del hecho, de las cámaras de vigilancia que pudieran hallarse en las inmediaciones y la toma de testimonios a todo aquel que pudiera aportar datos relevantes.
Terror en la fiesta
Según revelaron fuentes policiales y judiciales, el mortal ataque se desencadenó sobre las 0.30 del domingo en una casa de Juan Valente al 400 de Andino, en un loteo conocido como Quebraditas 2. Desde ese lugar recibió una llamada el personal de la comisaría 13ª de la localidad a raíz de un hecho con armas de fuego. Cuando llegaron los uniformados entrevistaron a Brian R., un joven de 24 años domiciliado en Rosario que les explicó que había alquilado la casa para festejar su cumpleaños con amigos, aproximadamente medio centenar de personas también oriundas de la misma ciudad.
El muchacho les dijo a los policías que en un momento determinado irrumpieron en la casa dos hombres encapuchados y armados que comenzaron a disparar contra los presentes. Ante esa situación, les dijo, los invitados comenzaron a escaparse de al casa. En cuestión de segundos los atacantes también abandonaron la vivienda y entonces pudieron encontrar, en el interior de la casa, el cadáver de uno de los invitados, que resultó ser Barrientos.
En ese marco los policías supieron que cinco de los asistentes a la celebración habían sido alcanzados por disparos y trasladados en vehículos particulares hasta distintos efectores de salud. Al Hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo ingresaron Franco O., de 29 años y con heridas de bala en ambas piernas, Franco A., de 21 y con un balazo en el tobillo derecho. El resto fue llevado directamente al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria: Aldana K., de 25 años, y Ludmila M., de 23, con sendas heridas de bala en la zona torácica, Federico S., de 19 y con un balazo en el glúteo derecho.
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Sobre el mediodía se conocieron los partes de salud de los heridos y se supo que Franco A. se había escapado del hospital donde estaba antes de que le dieran el alta médica. El joven de 21 años no tenía custodia policial porque no había orden en tal sentido, aunque sí se había requerido que se le tomara declaración. En tanto Franco O. permanecía estable esperando ser atendido por traumatólogos y Federico S. se había ido de alta.
En cuanto a las mujeres, ambas con heridas de bala en la zona torácica, Aldana K. seguía en observación y Ludmila M. se encontraba más complicada, luego de haber recibido una transfusión, con asistencia mecánica para respirar y a la espera de ser derivada a un nosocomio privado.
En cuanto a la investigación de Nicosia, además de los antecedentes penales del chico asesinado, se supo que en la escena del crimen se levantaron 21 vainas servidas y 9 ojivas, todas calibre 9 milímetros. El médico policial también les dijo a los uniformados que en el cuerpo de Barrientos se contaron siete impactos de bala, información que se confirmará a partir de la autopsia que debía realizarse en el Instituto Médico de Rosario (IML).
Imputaciones
En enero de 2022 Barrientos fue una de las siete personas que compartieron una audiencia imputativa con Uriel Luciano “Lucho” Cantero, a quien por esos días se le había secuestrado un arsenal por entonces valuado en 20 mil dólares y compuesto por al menos 24 armas de fuego de diversos calibres. Al joven asesinado en Andino se le atribuyó haber participado de una serie de disparos realizados el 25 de diciembre de 2021 desde una terraza del barrio La Granada o 17 de Agosto, que le fue imputada bajo el rótulo de “intimidación pública”.
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Los fiscales le atribuyeron a Lucho, Barrientos a otro joven haber disparado desde la terraza de una casa de Arrieta al 1800 hacia el sur con el fin de “infundir temor público”. Entre las evidencias los acusadores esgrimieron la filmación de un video para fuera viralizado y las imágenes recorrieran el vecindario.
Meses después, en octubre de 2022, la fiscal Marisol Fabbro imputó a más de 25 personas como parte de una asociación ilícita liderada por Lucho desde el penal federal de Marcos Paz junto con su madre Lorena Verdún y su pareja Erica Bullón. Al grupo se le achacaron homicidios, amenazas, extorsiones, abuso, portación y tenencia ilegal de armas en los barrios La Granada, Las Flores, Las Delicias y Plata. Fuentes judiciales sostuvieron que por el hecho de intimidación pública Barrientos había sido condenado y además tenía pedido de captura como miembro de esa asociación ilícita.
Sorpresa y conmoción
La noticia del atentado, con sus marcas registradas en los barrios más violentos de Rosario, causó más que sorpresa en los habitantes de una localidad tranquila como Andino donde no hubo asesinatos por doce años hasta que en febrero de 2021 ejecutaron a Juan Mario Ferreyra delante de dos sobrinos. El crimen fue considerado un ajuste por una deuda en contexto de narcomenudeo.
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La víctima, según comentaron entonces, había sido amenazada por un soldadito que regenteaba un par de kioscos de droga en Andino y que horas después llegó hasta donde estaba “Juancito”, se lo señaló a un gatillero que lo acompañaba quien le disparó cinco veces con una pistola 9 milímetros. Por el hecho hubo dos detenidos.
Gran conmoción causó, a fines de noviembre pasado, el femicidio de Vanesa Zambrana, de 44 años y hallada con un balazo en la nuca en la zona de Balcón del Río. Por el hecho días después fue imputado un hombre de 44 años con el que la mujer tenía una relación sentimental.