La audiencia preliminar por el crimen de Ivana Garcilazo, la joven hincha de Rosario Central que fue atacada a piedrazos cuando regresaba en moto de un clásico en 2023, continuará este martes en el Centro de Justicia Penal con la discusión de pruebas de cara al juicio por el caso, que tiene a tres acusados con pedidos de penas superiores a los 30 años de prisión. El trámite llegará en medio de un clima de inquietud en el entorno de la víctima ante el anuncio de que se presentará un informe psicológico de uno de los acusados que estuvo más de un año prófugo. “Es un intento más de dilatar el proceso”, planteó el abogado querellante Marcos Cella, si bien desde la defensa del implicado aclararon que el estudio en cuestión no apunta plantear una inimputabilidad.
Se trata del detenido Damián Reifenstuel, uno de los tres hinchas de Newell’s acusados de atacar a piedrazos a la mujer de 32 años cuando regresaba en moto en medio de una caravana por Ovidio Lagos y Montevideo la tarde del 30 de septiembre de 2023. Según planteó Cella a los medios, el viernes pasado la querella fue convocada a una reunión por los defensores de Reifenstuel para informarles que en la jornada de este martes presentarán un informe psicológico donde “se mencionan algunos parámetros de psicosis”, indicó.
La familia de Ivana ya había reaccionado con malestar cuando los defensores del docente solicitaron un estudio oftalmológico para certificar que padece una disminución visual.
“Vamos a someter a un exhaustivo análisis el informe que le practiquen. Es una persona que estuvo un año prófuga, logró engañar a los directivos y profesores de un colegio de Bolivia donde daba clases con un nombre falso. Comprendía lo que hacía al momento de los hechos”, anticipó Cella lo que será el debate en la audiencia de hoy.
Desde la defensa que ejercen los abogados particulares Bárbara Reynoso y Pablo Bedouret, sin embargo, plantearon de manera escueta que se van a presentar informes de peritos de parte que “no consignan lo que se está diciendo. No vamos a pedir la inimputabilidad”. Tampoco se planteará, según indicaron, un diagnóstico de psicosis.
En ese contexto continuará la instancia judicial de preparación del juicio oral que se había iniciado el pasado 14 de octubre ante el juez Fernando Sosa, quien entonces aceptó las acusaciones y extendió la prisión preventiva de los acusados con los plazos al límite: Ariel Matías Cabrera, quien se entregó a doce días del hecho, y Juan José Masson, a casi un mes. El tercero es Reifenstuel, detenido en febrero pasado en Bolivia tras permanecer más de un año prófugo.
A partir de entonces la audiencia se desdobló para discutir en encuentros sucesivos las cuestiones de prueba aún pendientes. El grueso son las declaraciones de más de sesenta testigos, el contenido de treinta cámaras de vigilancia y pericias telefónicas.
Con escombros
Ivana Paula Garcilazo volvía en moto hacia su casa luego de presenciar el partido en el Gigante de Arroyito. Llevaba ropa con los colores de Central. Las filmaciones de la cuadra dan cuenta de que algunos simpatizantes pasaban tocando bocina o agitando banderas. Al ver venir a Ivana, según Artacho, los agresores levantaron escombros de una vereda rota y los arrojaron contra la mujer. En una inspección posterior a la escena se encontraron allí baldosas sueltas de 15 centímetros por 15 y un peso de 1,200 kilo.
El impacto del bloque de material contra la cabeza hizo desplomar de la moto a Ivana. Cayó inerte, como si el golpe la hubiera nockeado. Dos de los agresores se fueron corriendo. Cabrera se acercó al novio de la víctima, que circulaba detrás de ella. Según el fiscal, para atacarlo. Según la defensa, para auxiliar. El muchacho golpeó a Cabrera con la linga de la moto, el hincha de Newell’s se la quitó y en la huida la arrojó contra un árbol. Ivana murió a causa de un traumatismo encéfalocraneano.
Los pedidos por el caso Ivana Garcilazo
El fiscal Lisandro Artacho planteó que el ataque cometido por los hinchas de Newell’s tras ver el clásico por televisión fue resultado deun plan común y un acuerdo previo para agredir a un rival ante una derrota. Así, pidió 30 años de prisión para los tres acusados como coautores de un homicidio simple, que se considera agravado por ocurrir en ocasión de un espectáculo deportivo.
>> Leer más: Crimen de Ivana Garcilazo: todas las pruebas y testimonios de un caso que va juicio con pedido de altas penas
Requirió además la inhabilitación perpetua de los acusados para concurrir a los clubes involucrados en el caso. Consideró que es un hecho cercano a un crimen de odio, si bien no ingresa en esa calificación. El querellante Cella adhirió a esos argumentos aunque pidió una pena más alta de 33 años de prisión bajo el mismo encuadre.
Las defensas particulares, por su parte, cuestionan la calificación legal. En líneas generales consideran que se trató de un homicidio en agresión o en riña, con pena máxima de 6 años de prisión, que se aplica cuando varias personas matan a alguien en medio de un tumulto y no se puede identificar al autor. Y atacan la idea de la coautoría funcional: sostienen que no pueden responder tres personas por un solo piedrazo y que difícilmente pudieron ponerse de acuerdo para causar la muerte.