La olla popular del comedor Rayito de Sol, de Cabín 9, incrementó sus raciones de una semana a la otra.
“Lo que resta es completar la agenda del año y cuidar que no se dispare nada”. La frase, que sale del gobierno provincial, revela precaución política. En una primera mirada, esa alerta sobre un eventual conflicto social parece lejana, pero cuando se mira de cerca y se rasca la primera capa se nota que la contención está atada, no soldada.
El nudo se lo hace el gobierno provincial. “Atajamos todos los penales nosotros solos, la Nación nada”, argumentan y coinciden con lo que dijo en la semana Maximiliano Pullaro: “Hoy no tenemos un conflicto social, no sólo por la estabilidad macroeconómica sino porque volcamos muchos más recursos en educación, transporte, políticas alimentarias, seguridad y sanidad”. Hasta hace un mes, lo de la “estabilidad macroeconómica” no se decía.
El Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano de Santa Fe preparó un cuadro que compara la cantidad de personas asistidas de los programas Santa Fe Nutre personas (tuc), Nutre instituciones (tarjeta institucional) Nutre localidades (Prosonut) y módulos alimentarios entre 2023, donde se asistían a 100.752 y 2025 que cerrará con ayuda a 326.346.
Números de la ayuda
En cuanto a inversión, los programas mencionados, exceptuando los módulos, alimentarios muestra que en diciembre de 2023 se invirtieron $1.039.089.455 y en noviembre de este año $3.791.609.034, incluso cuando diciembre siempre es mayor la ayuda por las fiestas. Un 260 % más, cuando la inflación acumulada desde entonces no llegó a 180 %.
Puntualmente, la inversión total 2024/ 2025 en módulos alimentarios para atender a Infancias, Navidad y situaciones en particular asciende a la fecha a 13.006.768.380 pesos. Y el total de la inversión en política alimentaria desde el inicio de gestión a la fecha fue $16.798.377.414. Esto es solo Desarrollo Humano, que se le suman unos 8.000.000 pesos mensuales de la cartera de Educación para la merienda o desayuno en escuelas. La Municipalidad de Rosario también tuvo que aumentar la cobertura alimentaria.
El 2023 indica la fecha desde que asume Javier Milei y que el gobierno provincial cubrió lo que Nación dejó de enviar. “No es que recortó algo, no mandó nunca un peso”, explican en el ministerio, donde alertan que los ánimos no coinciden con los exultantes del gobierno nacional por haber encarrilado la economía luego de una crisis en puerta preelectoral.
Nuevo modelo
Probablemente se esté consolidando una nueva estructura social, similar a la de la década del 90: a los que les iba bien les va mucho mejor, a los de abajo mucho peor. Se agrandan los extremos.
Vuelve aquella figura donde el hijo queda desempleado y su padre o madre, jubilados, tienen que salir a hacer changas, cansados, mal pagos, agotados. O igual estén obligados a esos trabajos por más que no tengan que cubrir el mal momento de sus hijos. Solo un posible ejemplo.
La ministra del área, Victoria Tejeda, sí da ejemplos claros: “Se está cayendo el nivel de vida de los más postergados. Los centros de jubilados antes nos pedían ayuda para hacer talleres y ahora nos piden módulos alimentarios. Los clubes de barrio nos pedían pelotas o para viajar a torneos, ahora la copa de leche”.
El desempleo en Santa Fe en el año arañó los 14 mil puestos, muchos industriales, según el secretario de Trabajo, Julio Genesini, quien dijo que trabajan para al menos amortiguar con suspensiones en los casos más complejos. Toda la situación amerita tener empatía en la reforma laboral que se viene para trabajadores y pymes, un equilibrio complejo pero necesario.
El combo
“El combo fiestas, frustración y alcohol puede generar algo. Aquel que ve que no puede comprarle un regalo a su hijo o pasar las fiestas como la gente se siente frustrado y puede conflictuarse”, lee un dirigente político provincial. En eso el gobierno trata de estar prevenido.
Una situación similar amagó con activar esa tensión social latente La Cooperativa Integral de Villa Gobernador Gálvez le envió una carta documento al ministro de Desarrollo, Gustavo Puccini, para pedirle una reunión donde abordar la deuda de 6.000 millones de pesos en compra de energía que tiene con la EPE, a la que le compra la energía para distribuir en la localidad.
Pero soltó sin vueltas algo que puede ser leído como algo más que presión, que iba a avanzar con plan de cortes programados en barrios populares donde están enganchados y no les pueden cobrar para, justamente, pagar la deuda. Calor, diciembre y sin luz, un combo letal que se contuvo luego de una reunión entre la EPE, Puccini y el intendente Alberto Ricci luego de un cortocircuito fuerte.
"Jugaron fuerte y abajo del cinturón", rezongaron en el gobierno. “Venimos luchándola. Se me juntan las personas que no cobran, las familias de pescadores que no tienen, las organizaciones que empiezan la demanda de alimento. Estamos atravesando una situación difícil y no queremos que se desmadre”, dijo el intendente en los medios ante un eventual conflicto social de 30 mil personas que viven en barrios irregulares que se cuelgan de la luz.
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Anahí Rodríguez, titular de la EPE; Gustavo Puccini, ministro de Desarrollo Productivo, y Alberto Ricci, intendente de Villa Gobernador Gálvez.
Archivo La Capital.
Lo que evidencia esto es que una chispa puede prender un bosque en la ciudad. Sin ir más lejos, el Ministerio de Seguridad detectó que los homicidios en contexto de violencia interpersonal ganan porcentaje en el total de crímenes en función de la baja de aquellos vinculados a la criminalidad organizada como la disputa por el narcotráfico. Es decir, la sociedad es violenta y con poco se prende.
Es aquella violencia que tiene que ver con conflictos dentro del seno de los núcleos convivientes o los que se explican por vínculos entre personas conocidas (vecinos por ejemplo). Desacuerdos o enfrentamientos que en teoría podrían remediarse por la cercanía y del ámbito (familiar, laboral, o de amistades), pero que terminan de la peor manera.
Ahora bien, más allá de malos ánimos, también hay cierta desazón o resignación que va a la par de este reacomodamiento de la estructura social. Hay también un conformismo singular. La cuestión es hasta cuándo se sostienen las diferencias sociales o la caída del nivel de vida y los resortes aguantan.
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