Hasta las puertas de los Tribunales provinciales de Rosario se movilizaron hoy un grupo de familiares y amigos del policía que murió el mes pasado, tras ser baleado en las puertas de una disco de zona sur.
Hasta las puertas de los Tribunales provinciales de Rosario se movilizaron hoy un grupo de familiares y amigos del policía que murió el mes pasado, tras ser baleado en las puertas de una disco de zona sur.
Portando fotos y afiches, los familiares de Jorge Currier reclamaron por Justicia y el esclarecimiento del hecho, registrado el 23 de junio pasado.
Aquel día, Currier, un joven policía de 27 años, se encontraba haciendo adicionales en el boliche Yamper, de Ovidio Lagos al 4500, cuando en ejercicio de sus funciones sacó del local a dos personas por un incidente. Una vez fuera del local, lo balearon y pocas horas después falleció en el Sanatorio Laprida. Su familia decidió donar sus órganos. Tras este crimen, el municipio decidió la clausura del local.
Junto a la familia de Currier estuvieron representantes del gremio policial Apropol, quienes denunciaron también la precarización laboral en la fuerza. La jueza de Instrucción 6ª, a cargo de Raquel Cosgaya, prometió recibirlos el próximo lunes.