Al menos dos ladrones armados irrumpieron en una casa ubicada en el barrio Alberdi y se llevaron una suma superior al medio millón de pesos y el auto luego de maniatar al propietario, precisaron desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
La secuencia del robo terminó en la zona de Alvarez Thomas al 1100.
Al menos dos ladrones armados irrumpieron en una casa ubicada en el barrio Alberdi y se llevaron una suma superior al medio millón de pesos y el auto luego de maniatar al propietario, precisaron desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Según consignó Fiscalía, el asalto ocurrió a las 17, cuando un hombre de 72 años recibió un llamado por el alquiler de una propiedad. De acuerdo a la denuncia, la víctima acordó encontrarse a las 20 con el presunto interesado para ver una casa ubicada en Vieytes al 500.
Una vez allí, dos hombres descendieron de un auto y uno de ellos desenfundó un arma de fuego. Estaba claro que ya no se trataba de interesados por el alquiler de la casa, sino de un robo contra la propiedad tipo entradera en la cual el hombre fue obligado a ingresar a la fuerza a la vivienda.
Fue así que mediante esa amenaza de muerte ambos delincuentes maniataron al propietario para inmovilizarlo y poder revisar las instalaciones con mayor comodidad. En esa misma escena, los malhechores le sustrajeron un juego de llaves y escaparon.
Ni bien logró desatarse y regresar a su casa ubicada en Alvarez Thomas al 1100, la víctima se encontró con que la puerta estaba abierta, faltaba dinero en una caja fuerte y tampoco estaba su vehículo particular (se trataría de una camioneta Jeep blanca).
Sin embargo, horas posteriores a la entradera esa camioneta tipo SUV fue encontrada cerrada y sin ocupantes en las inmediaciones de Godoy Cruz y Rondeau, en un radio cercano al lugar donde ocurrieron los hechos que se investigan.
De acuerdo a la declaración de la víctima, el faltante de dinero está estimado entre los $600 mil y $700 mil pesos.
La denuncia fue recepcionada este martes por la Fiscalía de Flagrancia y le ordenó a la Brigada Operativa de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) una serie de medidas de rigor: inspección ocular, croquis, vistas fotográficas del domicilio y lugar del hecho, relevamiento de cámaras públicas y privadas en ambas zonas, testimonios y constatación de daños.
Por el momento, los delincuentes no fueron identificados.