El barrio Las Flores es un escenario repetido de las crónicas policiales y cuando la zona no es noticia, el engaño es suponer que todo está tranquilo en medio de esas calles donde siempre se espera algo. Así fue que ayer, pasado el mediodía, y a metros del cruce de España y Los Lirios, una mujer arremetió a los tiros contra otras cuatro y mató a Isabel Petrona "Chabela" Cantero, de 56 años y hermana de Ariel Máximo "El viejo" Cantero, uno de los líderes de la banda de Los Monos. Además, la atacante hirió a la hija de doña Isabel, Juliana Maldonado, de 22 años; a Micaela Salcedo, de 23; y a la nieta de la víctima fatal, Luisana Cantero, de tan sólo 16 años, quien anoche estaba internada en terapia intensiva del Hospital de Emergencias con asistencia respiratoria mecánica a raíz de que un proyectil le perforó el cráneo. Poco después la policía detuvo en su propia casa, a metros de la escena criminal, a María de los Angeles Schneider, conocida como "Pato" y de 27 años, quien fue marcada por varios testigos como quien en principio agredió a los golpes y luego a balazos contra las demás mujeres en el marco de un supuesto "conflicto por el control del territorio barrial", según voceros policiales.
De acuerdo al parte médico, "Chabela" murió cuando era trasladada al Hospital Roque Sáenz Peña; Luisana recibió una balazo en el cráneo y como se dijo, anoche agonizaba en el Heca; Juliana sólo fue afectada por un fuerte golpe en la cabeza; y Micaela, que está embarazada, presenta un disparo en la pierna derecha y está fuera de peligro.
Hasta ayer Los Monos ocupaban espacio en los medios por el inicio del juicio oral y público a la banda que surgió en el barrio Las Flores y que tras el crimen de su líder, Claudio "Pájaro" Cantero, fue cercada por la Justicia. Pero a horas de conocerse que el proceso oral y público a 23 integrantes del clan se postergó hasta fines de agosto a la espera de la realización de algunas pruebas solicitadas por los defensores y la definición de la suerte de Ramón Ezequiel Machuca sobre su presencia o no en el mismo banquillo de los acusados, el nombre del grupo volvió a ser noticia por el crimen de una de sus integrantes.
La forma en que María de los Angeles Schneider fue contra las mujeres del clan Cantero pasadas las 12.30 de ayer fue vista por varios vecinos. Y pese a que en Las Flores todos saben que lo que pasa allí "no se dice", La Capital pudo reconstruir los pasos de las cuatro víctimas minutos antes de que todo fuera gritos, sangre y muerte.
Trompadas y tiros
Según distintos relatos "Chabela" caminaba desde la escuela del barrio con su nieta Luisana por calle España. Detrás de ellas y en una moto de baja cilindrada, las acompañaban a paso de hombre Micaela y Juliana. La agresora, en tanto, estaba en su casa de calle España al 7000. Y cuando la vio pasar salió a la calle y se abalanzó sobre la moto empujando a las mujeres hacia la calle.
Una vecina dijo que "«Pato» las vio venir y la agarró a trompadas a Micaela. La agarró de los pelos y la tiró de la moto. Ahí comenzaron a gritar y a pegarse entre todas. Gritaban y se insultaban. La moto se cayó y «Pato» sacó un fierro y empezó a los tiros. La nena, Luisana, salió corriendo pero se cayó ahí no más. Después vinieron los parientes y los soldaditos de «Chabela» y se agarraron a los tiros. «Pato» y un tal «Garay» se metieron adentro de la casa y no pudieron salir hasta que llegaron los bomberos porque los soldaditos de Los Monos les quemaron la casa". El relato, hecho pausadamente por un vecino, es la naturalización de la violencia total.
Viejas disputas
Las dos familias que entraron en conflicto, los Schneider y los Cantero, viven desde hace tiempo en esa zona de Las Flores y sus integrantes se conocen "bien", dijo un hombre. Incluso contó que los últimos días la esquina de Los Lirios y España fue territorio de fuego y balas, algo que se extendió la madrugada del jueves a la plaza Itatí, la principal de Las Flores. La noche del miércoles y el jueves allegados a las dos familias se cruzaron "mal, a los tiros", acotó otro vecino.
Al respecto, un policía que conoce la historia del barrio desde hace varios años y el pedrigrí de cada integrante de Los Monos, se animó a pensar en el móvil del mortal ataque. Y dijo que "pensar que porque muchos de sus integrantes están presos y van a juicio les da permiso a otros para adueñarse del barrio y querer cobrar peaje a todos es un error. Los Monos tienen a su gente y van a defender su espacio. En los próximos días quizás pueda verse algo de lo que te cuento".
Más allá, una mujer hablaba y repetía ante los micrófonos de los medios locales que "«Pato» es una buena mujer. Yo le cuido la casita de acá a la vuelta (donde Los Lirios se convierte en terraplén), en la que cría animales, caballos. Y si no tengo para darle de comer a mis cuatro hijos ella me da. Pero ahora éstos de la «Chabela» me van a querer matar porque hablé con la televisión. Tengo mucho miedo", aseguró.
La droga como trasfondo
Un vecino delineó los viejos conflictos entre las familias y la posible "bronca" que atrajo a la muerte. "Los pibes de «Chabela» venden droga hace mucho acá y ahora los otros, los Schneider, también quieren vender. Una bronca es esa. La otra viene por los caballos. Los Schneider crían caballos para los carros y los Cantero le degollaron un animal lindo y dejaron la cabeza en la puerta de la casa de «Pato»", contó.
A mitad de cuadra de los Lirios al 1700 vivía "Chabela" con su familia: su hijo Luis, padre de Luisana estaba allí pero no quiso hablar. Un chico que lo acompañaba en la puerta de la vivienda dijo: "Estos de la esquina se hacían los dueños del barrio. «Chabela» venía de la escuela con la hija y la pibita y le quisieron pegar, y no es así. Encima, éstos te roban los caballos".
Los Lirios al 1700 es un callejón más que una calle. Agua servida, veredas ausentes, casas construidas con chapas encajadas unas sobre otras y perros, muchos perros. Anoche, fuentes judiciales recordaron que una casa de Los Lirios 1988 y otra ubicada en el 1746 de la misma calle están mencionadas en la causa 913/12 que investiga a la familia Cantero como una asociación ilícita. Al parecer, muchos de los carné de conducir que sacaban los integrantes de la familia, tenían por referencia esos domicilios.
En el esclarecimiento del caso que promete nuevos capítulos interviene la fiscal de Homicidios Georgina Pairola, quien ordenó la detención de María de los Angeles Schneider, y su traslado a la seccional 19ª además de una serie de medidas para saber las causas de lo ocurrido.
quemada. La casa de la agresora fue incendiada por allegados a los Cantero, según dijeron anoche los pesquisas.